Sindicato Siemens
Miembros del Sindicato de trabajadores del Aluminio (Sutralum)

El Sindicato de trabajadores del Aluminio (Sutralum), a través de su voceros José Gregorio Villazana, manifestó su «profunda decepción» ante la supuesta negativa de la Asamblea Nacional de 2015 y la electa en 2020, de atender la denuncia por actos de corrupción de Siemens.

«Estos políticos parecen temer escuchar la voz de los trabajadores al negarles el derecho de palabra. Es sumamente preocupante que el tema no esté siendo abordado por aquellos que fueron elegidos para la Asamblea Nacional en 2015 y mucho menos por la actual Asamblea Nacional de 2020», expresó el sindicato en una nota de prensa.

A su juicio, la falta de acción por parte de los políticos venezolanos para atender las preocupaciones legítimas de los trabajadores es inaceptable y requiere una respuesta inmediata. «La corrupción de Siemens y su impacto en la política nacional no debe ser pasada por alto», agregó el texto.

«Es esencial que se investiguen a fondo estas acusaciones y que se tomen medidas para garantizar la transparencia y la rendición de cuentas en todos los niveles del gobierno».

Villazana hizo un llamado a todos los políticos a poner fin a la corrupción y a escuchar las preocupaciones legítimas de los trabajadores. «Es hora de que los políticos cumplan con su deber de proteger los derechos y el bienestar de todos los venezolanos».

A continuación, el texto íntegro: 

José Gregorio Villazana, líder del Sindicato de Trabajadores del Aluminio (SINTRALUM), ha declarado su profunda decepción sobre que la corrupción de Siemens parece haberse apropiado de los factores políticos de la Asamblea Nacional 2015.

Estos políticos parecen temer escuchar la voz de los trabajadores al negarles el derecho de palabra. Es sumamente preocupante que el tema no esté siendo abordado por aquellos que fueron elegidos para la Asamblea Nacional en 2015 y mucho menos por la actual Asamblea Nacional de 2020.

La falta de acción por parte de estos políticos para atender las preocupaciones legítimas de los trabajadores es inaceptable y requiere una respuesta inmediata. La corrupción de Siemens y su impacto en la política nacional no debe ser pasada por alto.

Es esencial que se investiguen a fondo estas acusaciones y que se tomen medidas para garantizar la transparencia y la rendición de cuentas en todos los niveles del gobierno.

Villazana hace un llamado a todos los políticos a poner fin a la corrupción y a escuchar las preocupaciones legítimas de los trabajadores. Es hora de que los políticos cumplan con su deber de proteger los derechos y el bienestar de todos los venezolanos.

Cabe recalcar que la historia de Siemens, una de las mayores empresas de ingeniería y tecnología del mundo, ha estado marcada por la sombra de la corrupción en varios países, especialmente en América Latina.

Este gigante alemán ha sido condenado en procesos legales por sobornos y prácticas corruptas destinadas a asegurar contratos gubernamentales lucrativos, afectando de manera significativa a la gobernabilidad y economía de las naciones implicadas, siendo Venezuela uno de los casos más emblemáticos.

En las últimas décadas, Siemens se ha visto envuelta en múltiples escándalos de corrupción a nivel global, siendo América Latina uno de los escenarios donde estas prácticas han tenido una repercusión notable.

Casos documentados en Argentina, Venezuela, y México, entre otros, han expuesto cómo la empresa utilizó sobornos y otros medios ilícitos para asegurar contratos de infraestructura y tecnología, muchas veces sobrevaluados, comprometiendo recursos públicos y la integridad de las instituciones, habiendo inclusive recibido una de las sanciones mas elevadas por corrupción que se ha aplicado a ninguna empresa, con un récord para 2008 de una multa de mas de dos mil millones de dólares impuesta por la Securities and Exchange Commission (SEC) de los Estados Unidos. Venezuela, con su vasta riqueza petrolera ha sido un blanco particularmente atractivo para empresas buscando asegurar negocios rentables a través de medios corruptos.

Los contratos adjudicados a Siemens además de estar manchados por la ilegalidad desde su concepción, adicionalmente también contribuyeron a un ciclo de malversación de fondos públicos, deterioro de la infraestructura y un profundo impacto social negativo. Tambien en Argentina, Chile, Colombia y en otras naciones latinoamericanas, Siemens ha estado implicada en casos que reflejan patrones de conducta corrupta, comprometiendo el desarrollo sostenible y la confianza pública en las instituciones. Ante esta realidad, surge un llamado ético y legal a la responsabilidad.

Argumentar que ninguna deuda con Siemens debería ser reconocida hasta tanto no se indemnice a los países afectados es reconocer la importancia de la justicia y la reparación en el marco del derecho internacional y la gobernanza corporativa.

Es esencial que Siemens asuma un compromiso claro con la reparación de los daños causados, lo cual incluye compensaciones financieras adecuadas, así como medidas para asegurar la transparencia y prevenir la reincidencia en prácticas corruptas. El caso de Siemens en Venezuela y América Latina no es solo un relato de corrupción empresarial, sino también una oportunidad para reflexionar sobre los mecanismos de justicia y reparación en el ámbito internacional. Exigir indemnizaciones antes de reconocer deudas es un paso crucial hacia la restauración de la confianza pública, el fortalecimiento de las instituciones y la promoción de una economía más justa y transparente.

En este contexto, es imperativo que los gobiernos, las organizaciones internacionales y la sociedad civil mantengan una postura firme y coordinada para enfrentar la corrupción y asegurar la rendición de cuentas de gigantes corporativos como Siemens.


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