El candidato a la primaria opositora, Roberto Enríquez, se encontró este sábado con agricultores yaracuyanos en Chivacoa. Aquí presentó el Plan Económico Hanke y se comprometió en revertir las leyes socialistas que diezmaron el campo venezolano.
En un acto multitudinario que realizó en Chivacoa, en Yaracuy, les pidió a los agricultores su voto y su confianza. «Para tener la fuerza política necesaria para derogar esa Ley de semilla primitiva y arcaica. Les pido el voto para modernizar el campo venezolano. Para permitirles a los agricultores ganar buen dinero por su trabajo y a los consumidores gastar menos dinero en los alimentos que consume».
Asimismo, Roberto Enriquez prometió, que de ganar la primaria y posteriormente la presidencia de Venezuela, derogará «el adefesio de la Ley de Semilla que tiene al agricultor venezolano en la prehistoria (…) Vamos a derogar esa Ley jurásica de semilla que le pone todo más caro al agricultor, limita al mínimo la producción del campo y duplica el costo de los agroquímicos».
Con respecto a la Ley de Semilla, Enríquez, aseveró que es, «una tara ideológica que pienso derogar. Le pido a los agricultores y a sus familias que me acompañen en este reto. De llegar al gobierno para hacerle justicia al campo venezolano, modernizar y producir más cantidad de alimentos y hacer más económica la alimentación de los venezolanos».
Agricultores en la prehistoria
«El socialismo salvaje ha llevado a nuestros agricultores a la prehistoria; esa ideología progre y socialista los ha colocado contra las cuerdas. Los ha sumido en el atraso, quitándoles la capacidad de competir con sus homólogos fronterizos de Colombia y Brasil», fustigó el candidato por COPEI ODCA.
En ese sentido, explicó que cuando «se le mete la ideología progre y socialista al campo, a la producción de alimentos se pone en desventaja al productor del campo. Se encarecen los alimentos para los venezolanos, así como la vialidad destruida. Sin gasolina, sin crédito, las alcabalas de la matraca, la ley de tierras y la ley de semilla han convertido en un calvario la producción agrícola venezolana».
Ante esto, advirtió, que, «prohibirle a nuestros agricultores que siembren con semillas genéticamente modificadas es condenarlos al atraso. Cuando podrían producir tres veces más por hectárea y más barato, beneficiando al país».
«Ustedes merecen ser competitivos y productivos, pero el socialismo y su tara ideológica es un obstáculo que solo unidos podremos derrotar», finalizó.