El gobierno de Nicolás Maduro revisó este viernes las estrategias para atender los efectos de las lluvias y de las altas temperaturas registradas en el país en las últimas semanas como consecuencia de la crisis climática, informó el ministro de Relaciones Interiores, Remigio Ceballos.
«En la sede de Protección Civil evaluamos los efectos climáticos, altas temperaturas y lluvias en el territorio nacional, las afectaciones acumuladas durante el 2023 y revisamos las estrategias de atención para el pueblo venezolano por la vida y la paz», dijo el funcionario en un mensaje publicado en la red social X (antes Twitter).
Explicó que las autoridades mantienen «monitoreo permanente de las condiciones meteorológicas» para garantizar la atención a los venezolanos ante estos efectos climáticos.
El Ministerio de Relaciones Interiores detalló, también en la red social X, que en esta reunión, entre autoridades del Sistema Nacional de Gestión de Riesgo, se evaluó la labor desarrollada para «mitigar las afectaciones por los 37 incendios forestales presentados en el período de los meses de junio a septiembre».
Temporada de lluvias
Igualmente se revisó el Plan de Atención a las Lluvias implementado en el país en mayo, cuando se inició la temporada lluviosa.
El 19 de agosto, Ceballos informó del despliegue de funcionarios de seguridad ciudadana, bomberos y miembros del Comando Estratégico Operacional de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (Ceofanb) en Santa Elena de Uairen, en el estado Bolívar, para atender a 1.884 familias afectadas por inundaciones.
El gobierno alertó en mayo del comienzo de la temporada de lluvias, que contempla el paso de 65 ondas tropicales, por lo que llamó a la población a tomar precauciones, mientras coordina medidas con gobernaciones y alcaldías para mitigar los riesgos.
Ese mismo mes, el Ejecutivo desplegó más de 16.000 funcionarios en todo el territorio venezolano para atender situaciones generadas por las lluvias.
Venezuela sufrió un período de fuertes lluvias en 2022, que causaron daños de variada intensidad en unas 14.000 viviendas -algunas multifamiliares- y causaron al menos 94 muertes.