El sector agrícola registró en el primer semestre del año la pérdida de 600.000 toneladas de alimentos sólidos y de 480 millones de litros de leche. La información la ofreció Juan Carlos Montesinos, presidente de la Sociedad Agricultora Familiar.
Esas cifras las han generado la escasez de gasolina y gasoil en el país, combustibles que mueven 90% de la maquinaria agrícola y permiten el transporte de la cosecha, reseñó el medio larense La Prensa.
Montesinos dijo que en promedio, en el país se pierden 30.000 toneladas semanales de alimentos por la falta de políticas que garanticen los recursos para el sector primario.
Los productores en los estados Táchira, Mérida y Trujillo pasan hasta dos meses sin recibir combustible, indicó Antonio Escalona, presidente de la Unión Agrícola y Ganadera de los Andes, a La Prensa.
En esa zona, agregó, la situación ha causado la pérdida de 50.000 toneladas de verduras y hortalizas en los primeros 6 meses de 2021.
“En los Andes los cultivos se tienen que movilizar en vehículos rústicos que funcionan con gasolina para llevarlos hasta los centros de acopio, desde donde se trasladan en camiones de gasoil o diésel. El problema es que los productores tienen que bajar sus cultivos en recuas, mulas o motos antes que se les pudran en las huertas”, dijo.
“Nos enfrentaremos en 2022 a un desabastecimiento sin precedente en la historia porque creemos que el problema del combustible no es algo que se solucione a corto plazo. Se va a agravar la emergencia humanitaria compleja porque el gobierno tampoco tiene los recursos para importar la cantidad de alimentos que requieren los ciudadanos”, advirtió.