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Rafael Simón Jiménez, exrector del CNE: El gobierno sabe que su adversario tiene un apoyo muy grande y va a tratar de quebrarlo

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El político venezolano Rafael Simón Jiménez, exrector principal del Consejo Nacional Electoral, dijo que la voluntad de la mayoría es capaz de sortear un sistema electoral diseñado con abuso de poder. Pidió a la ciudadanía movilizarse para salvaguardar el voto como expresión de la voluntad popular. Indicó que el gobierno tiene preparado un arsenal de marramucias para tratar de quebrar a su adversario.

En la entrevista con El Nacional, el exviceministro de Interior y Justicia bajo el gobierno de Hugo Chávez y exvicepresidente de la Asamblea Nacional, destacó la disposición de los venezolanos para ejercer su derecho al voto como un medio para el cambio y enfatizó que, a pesar de las deficiencias y la falta de independencia en el CNE, no habrá posibilidad de fraude si los ciudadanos participan activamente en todas las etapas del proceso.

Señaló asimismo que la líder opositora María Corina Machado, si bien se encuentra en campaña por varios estados del país para incentivar la participación en la presidencial del 28 de julio, debe respetar el espacio del candidato Edmundo González Urrutia.

«Ella debe ser la primera interesada en preservar la imagen del candidato, porque es el que va a ganar las elecciones y a gobernar. Es muy mala la imagen que vende de un señor manipulado por una señora», manifestó Jiménez. «Ella es líder de la oposición, pero no es candidata. Esos dos roles pueden coexistir muy bien si cada uno respeta el espacio del otro y nos ponemos de acuerdo en los espacios de cada quien», agregó.

Indicó además la importancia de que González Urrutia tenga mayor presencia en las movilizaciones y encuentros y cuente con su propio comando de campaña.

Rafael Simón Jiménez, exrector del CNE: María Corina Machado debe respetar el espacio de Edmundo González

La exrectora Gladys Gutiérrez, el exvicepresidente y exrector Rafael Simón Jiménez, la exrectora y expresidenta Indira Alfonzo, la exrectora Tania D’Amelio y el exrector José Luis Gutiérrez antes de asumir funciones en el CNE en junio de 2020. Foto: Federico Parra / AFP—¿Considera que el Consejo Nacional Electoral ha dado señales que generen confianza en los venezolanos en la presidencial?

—Creo que en los venezolanos hay una disposición muy grande de ir a votar, es decir, de ejercer el voto como instrumento de cambio. Esa voluntad mayoritaria, absolutamente mayoritaria, es capaz de sortear un sistema electoral que está diseñado evidentemente con ventajismo, con abuso de poder. El Consejo Nacional Electoral no es un órgano independiente, no reúne los requisitos que la propia Constitución establece en su conformación, eso está más claro que el agua. La propia militancia política abierta de los rectores desdice la condición de independencia, de garantías para todas las partes que debe proveer el órgano electoral. Pero yo sí creo que el sistema de votación, que es una cosa distinta al sistema electoral, es un sistema que preserva el voto de los venezolanos. Descarto, por ejemplo, que pueda haber —si se cumplen los controles, si se ejecutan las auditorías, si se verifica el funcionamiento del software— algún mecanismo de robo de votos, de voltear, de vulnerar la voluntad de cada uno de los electores, porque además, el sistema tiene muchísimos elementos de verificación, algunos hasta exagerados. Hacer, por ejemplo, una verificación del 52% de las mesas de votación es una cosa exagerada, en todos los países es de 8% o 9%, una cuestión muestral, aquí casi equivale a hacer un nuevo recuento. De manera que hay que diferenciar y yo siempre he tratado de esmerarme en diferenciar el sistema electoral, que está viciado de ventajismo, de abuso de poder, de utilización de los recursos públicos, del sistema de votación, que es un sistema que, repito, si se toman los controles y las auditorías y todos los mecanismos, evidentemente verifica tal y como se expresó la voluntad del elector. Lo que sí descarto es que en Venezuela haya algún mecanismo por el cual un voto que se emitió a favor de un candidato pueda ser manipulado o volteado.

—¿Qué deben hacer los dirigentes, partidos políticos y ciudadanos para asegurar que suceda de esa forma?

—Una gran movilización. Esa responsabilidad en los tiempos de la IV República estaba sobre los partidos, que llegaron a desarrollar grandes mecanismos, grandes maquinarias electorales que abarcaban movilización, control, verificación, observación incluso del escrutinio. Ahora los partidos no tienen la dimensión de aquellos tiempos. Yo pusiera más bien sobre la ciudadanía, sobre la sociedad civil y sobre los liderazgos de la sociedad civil esa responsabilidad. Nosotros tenemos que meterle a los ciudadanos que tienen esa voluntad de cambio tan grande que se expresa en todas las mediciones, en todos los sondeos de opinión, que no basta simplemente con ir a votar. El voto por supuesto es fundamental, pero alrededor del voto hay que movilizarse, hay que ser testigos o miembros de mesa si te convoca el propio Consejo Nacional Electoral, convertir el acto de votación en un acto de participación masiva de la ciudadanía para garantizar no solamente el éxito desde el punto de vista de la concurrencia, sino también la verificación de todas estas etapas que se cumplen en el proceso y posterior al proceso, es decir, la auditoría, la verificación, todas estas cosas. Es importante que la ciudadanía se incorpore, pero, repito, como un mecanismo más de garantía, de salvaguarda del voto como expresión de la voluntad popular.

—¿Hay alguna comparación entre las regionales del 2021, cuando se evidenciaba mayor desánimo en los ciudadanos, y el actual proceso electoral, cuando la gente ha demostrado mayor interés en participar?

—En estos 25 años, el liderazgo opositor ha cometido todos los errores posibles y ha recorrido todas las rutas trastocadas posibles. Entonces, hoy en día existe la convicción en la gente, en los ciudadanos, y un poco contagiado al liderazgo político, de que no hay otro camino que el voto, que no es solamente la mejor opción sino la única que nos queda de, te repito, haber experimentado en estos 25 años todos los mecanismos de torceduras, de veredas, de caminos verdes, de todas las cosas que se han hecho, golpes de Estado, atentados, pronunciamientos militares, solicitud de sanciones, todas esas cosas han demostrado la inutilidad y entonces existe en la ciudadanía la convicción de que solamente, a partir del voto, es posible cambiar las cosas. El liderazgo tiene una responsabilidad muy grande. Hay que plantear las cosas como son, yo no solo no lo dudo, sino que afirmo el gran liderazgo de María Corina Machado, que está alimentado sobre una voluntad de cambio muy grande, sobre una voluntad de cambio electoralmente hablando; ella lo que ha hecho es interpretar y conectarse con esa voluntad tan grande de cambio que tienen los venezolanos y que se canaliza por la vía electoral. ¿Cómo ganó el gobierno en 2018? Por la abstención y por la división de sus adversarios. ¿Cómo ganó las regionales de hace dos años? Con la división de sus adversarios que le permitió obtener 11 o 12 gobernaciones gracias al fraccionamiento. Creo que desde el caso de Barinas, que hubo la repetición de las elecciones luego del fraude electoral que hizo el gobierno desconociendo la victoria de Freddy Superlano, hubo un antes y un después, eso que llaman un parteaguas, porque a partir de allí hubo la noción de la unidad, básica para cualquier propósito de cambio que haya en Venezuela, la idea de que tenemos que ir con un solo candidato que interprete mayoritariamente la voluntad de cambio, y también la voluntad de ir, como lo ha dicho ahora, un poco reinterpretando el sentido inicial de su consigna María Corina, ir hasta el final por la vía electoral. Es decir, que nadie nos saque de la vía electoral y que asumamos cada día más la unidad, porque esos son los dos requisitos para el cambio y la transición política en Venezuela.

Rafael Simón Jiménez, exrector del CNE: María Corina Machado debe respetar el espacio de Edmundo González

María Corina Machado durante recorrido por el estado Trujillo. Foto: Vente Venezuela (@VenteVenezuela)

—¿Ese escenario de Barinas es replicable en las presidenciales? ¿Podría producirse el mismo efecto en caso de que Edmundo González gane las elecciones y eventualmente pretendan arrebatarle la victoria?

—El caso de Barinas, que yo conozco bastante al dedillo por ser de Barinas y por haber participado en ese proceso, tiene como muchas lecciones. ¿Por qué dejó el gobierno competir a Freddy Superlano, que estaba puesto en entredicho por la propia Contraloría General de la República, en la manipulación que ellos han hecho? Lo dejaron competir porque pensaban que Freddy Superlano lo que iba hacer era dividir el voto opositor porque había en Barinas candidatos con fortaleza. Freddy Superlano, que era de la Plataforma Unitaria, y Rafael Rosales Peña, gobernador de Barinas, que tiene indudablemente un liderazgo importante. Y tuvo un liderazgo importante, tan así que Rosales saca casi 50.000 votos en esa elección y Fredy Superlano ganó por una diferencia muy estrecha. El gobierno desconoce la victoria de Freddy Superlano, porque en su categorización arbitraria ya abusiva, no está dispuesto a que ganara un «partido terrorista», como ellos califican a Voluntad Popular; no iban a estar dispuestos a permitirle a Freddy Superlano que manejara un estado, que no solo es pequeño, sino que tiene para ellos un simbolismo porque es la tierra de Chávez. Bueno, se produjo el desconocimiento a posteriori del resultado electoral. Ahí hay varias enseñanzas, y ahí Freddy Superlano tiene un mérito: el gobierno le arrebató el triunfo porque piensa que la reacción que tomarían Voluntad Popular, sus líderes y los demás factores, va a ser protestar, salir a la calles, llamar a la abstención, que ‘esto es una burla’, que iban a ir a la guarimba, todas las cosas que se venían haciendo anteriormente, en 2016, en 2017, en 2018, «calle, calle, calle», todas esas cosas que terminaron en un desastre. Pero todos los días le pido a Dios con sinceridad, y no es una frase de ocasión, que sobre tantos errores reconstruyamos el camino, rectificando, enmendando, corrigiendo. En Venezuela hay tres voluntades: uno, la unidad. La unidad no es un deseo, es imprescindible para ganar; dos, la vía electoral, no podemos salir de la vía electoral, y tercero, y en esto le doy incluso mucha relevancia, es la negociación. Aquí no habrá una transición sino mediante una negociación, como se ha producido además en todos los países del mundo y, desde ese punto de vista, he dicho y sostengo, que la oposición debe aferrarse a este planteamiento que vienen haciendo los presidentes Petro y Lula de firmar o de suscribir un pacto de garantías electorales que le asegure a cada una de las partes la integridad, el respeto por su espacio político, la no violencia, la no violación de sus derechos individuales, incluso también suscribo la idea de que se acuerdo luego sea sometido a referendo y a consulta popular, ¿por qué? Porque tendría mayor legitimidad popular y además eso tendría otra ventaja, que es lo que hemos visto en los últimos tiempos, que se firma un pacto en Doha, en Barbados, en México y desde el mismo día comienzan las partes a desconocerlos y a decir que tal palabra no quiere decir eso, sino lo contrario. Yo creo que aquí, para que haya un estatuto de garantías, a partir del planteamiento de Lula y de Petro, debe ser sometido a consulta popular de manera que tenga, en primer lugar, el conocimiento público y, en segundo lugar, la legitimidad.

—¿En qué momento se puede hacer ese referendo?

—El planteamiento que hacen Lula y Petro puede hacerse el mismo día de la elección. Es decir, suscribirlo primero, porque eso tiene que ser un acuerdo entre las partes que están concurriendo el proceso electoral, pero que sea legitimado o ratificado el día de las elecciones en una urna aparte como se ha hecho en muchos procesos electorales en el mundo. Pones una segunda urna donde se vota cualquier consulta que se quiera someter a consideración del electorado.

—Retomando el tema de Superlano en Barinas, ahí se destaca que la dirigencia se mantuvo en el objetivo electoral. Y también que la dirigencia, a nivel nacional, llamó a votar por los candidatos sucesores y finalmente por Sergio Garrido.

—¿Cuál es la ruta? La ruta es el reconocimiento electoral, la ratificación de la voluntad de contarse y medirse, de ir con el voto hasta el final, y la escogencia de un candidato. Y entonces Freddy Superlano escogió a su esposa y se la inhabilitaron, luego se escogió a Julio César Reyes y lo inhabilitaron, luego se anunció que podría ser Andrés Eloy Camejo, que es el secretario general de Acción Democrática, y lo amenazaron de inhabilitación hasta que se llegó a Sergio Garrido. Seguramente el gobierno creyó que era un dirigente relativamente de segunda importancia, pensó que era el ideal para derrotarlo y se llevó un chasco porque de perder por 84 votos pasó a perder por 60.000 votos. A partir de allí, creo que fue una gran lección para el liderazgo opositor, creo que marcó un antes y un después en esta ruta y creo que donde estamos hoy parados, en la idea de la unidad y del voto, pase lo que pase, desafiando, porque al gobierno todavía le queda juego. Yo siempre he dicho que vamos (a la elección) con una reflexión y un entusiasmo moderado. Al gobierno todavía le queda mucho juego y mucha marramuncia, que es lo que ellos saben hacer. No podemos confiarnos de que ya Edmundo González ganó, que con el liderazgo de María Corina… todas estas cosas como si no nos estuviéramos enfrentando a quien nos estamos enfrentando. Pero lo importante, y creo que hay cierto grado de madurez en el liderazgo, es que pase lo que pase, sea cual sea la trampa y el escamoteo, hay que perseverar la vía electoral. No podemos salirnos de la vía electoral porque el voto es el gran arma que tiene hoy en día la oposición para una transición porque es la voluntad mayoritaria, de más de 80% de la población que está obstinada y quiere un cambio urgente.

—¿Se evidencia un aprendizaje real por parte del gobierno de Venezuela tras experiencias pasadas? La inhabilitación de María Corina Machado para las elecciones presidenciales, la misteriosa negación de inscripción de Corina Yoris, y las numerosas trabas seguidas de la confirmación de la candidatura de Edmundo González dan a entender otra cosa.

—Yo estoy en la política desde que era niño, simplemente porque toda mi familia fue política. A mí me enseñaron una cosa que es muy básica y que se expresa en una frase: ¿cuál es la naturaleza del adversario? Cuando tú vas a una contienda, en cualquier escenario, tú lo primero que tienes que hacer es visualizar a quién te estás enfrentando; y llevándolo al caso concreto de Venezuela, tú te estás enfrentando a un régimen inescrupuloso, pero tienes que jugar en el terreno que él te está poniendo porque tú tienes un arma que no tiene él, que es 80% de potencialidad que puede derrotar cualquier maniobra. Aquí frente a una votación masiva de la gente no hay fraude, triquiñuela, adulteración… nada de eso vale. Entonces, tu gran arma precisamente es esa, la voluntad inmensamente mayoritaria de cambio que tiene la gente. Tú estás jugando con un adversario inescrupuloso, que te puede cambiar las reglas del juego como ya se ha cambiado y no te extrañe, por eso te digo, que todavía queden trampas, triquiñuelas, anulación de candidatos, de tarjetas, todas esas cosas que están en el ambiente. Pero frente a cada una de esas cosas tenemos que hacer como en Barinas. Porque el gobierno sí está claro de su adversario. Sabe que su adversario tiene un apoyo muy grande y tiene que tratar de quebrarlo, y como no lo ha podido quebrar con los viejos métodos de la división y de la abstención, seguramente va a buscar quebrarlo con el arsenal de marramuncias que le debe quedar. Y frente a esas marramucias, la oposición tiene que afirmar la vía electoral, cívica y no salirse de ahí, como lo dice María Corina Machado, reformulando lo que siempre fue un enigma: con el voto hasta el final. Creo que ahí está la clave de todo, la clave de la victoria está en que nos aferremos a la vía electoral, al voto y a la unidad porque eso es inderrotable cualquiera que sea el escenario. Ojalá se respete la candidatura de González Urrutia. Pero si fuesen capaces de cualquier marramuncia, todavía, de pretender cambiar el panorama electoral, tendríamos que perseverar en la idea del voto hasta el final, tomándole a María Corina.

El exrector del CNE respaldó propuesta de un acuerdo que garantice una transición pacífica en Venezuela. Foto: Prensa Miraflores

—¿Cuál es su evaluación del desempeño de María Corina Machado, la Plataforma Unitaria y otros sectores de la oposición democrática en Venezuela?

—Yo que tengo en la política toda la vida, a veces esas cosas dan una mezcla de sentimientos encontrados porque lo que te demuestra es la poca madurez del liderazgo político en relación a la dimensión de los problemas que tenemos que resolver en Venezuela. Los pleitos en regionales —lo sé porque estoy en buena medida en una región también, yo alterno mi estancia en Caracas con Barinas— por los comando que, a su vez, es un pleito en la mayoría de los casos poniéndose sobre la victoria (el 28 de julio) y ya sobre las elecciones de 2025, de quién va a ser concejal, quién va a ser diputado y quién va a ser gobernador. Todos esos pleitos están al margen de ese pueblo… por eso es que los partidos se han vuelto cada vez más chiquitos, porque los partidos entienden la política a partir de sus intereses y de sus rivalidades, de sus aspiraciones, y la gente está sufriendo, la gente está pasando hambre, tiene salario de hambre, hay millones de venezolanos afuera pasando roncha. Por eso es que los partidos se han absolutamente divorciado de la gente y no hay manera de que vuelvan a reconciliarse porque ellos tienen sus propios pleitos y la gente está en su dinámica de sufrimiento y de padecimiento.

—¿Le parece que eso es lo que ha transmitido el Comando ConVzla, que agrupa a la Plataforma Unitaria y a otros sectores de la oposición democrática?

—Yo no creo que la responsabilidad sea específicamente de ellos, pero ese cuento no me lo pueden echar porque lo conozco en la práctica, de abajo. ¿Qué es lo que pasa? Que Vente Venezuela, que es el partido que aparece asociado a María Corina, o el movimiento, porque eso no tiene ni siquiera conformación como partido, pero es el movimiento de ella, pretende en muchos casos hegemonizar y monopolizar la dirección de la campaña, entre otras cosas, porque no le tienen confianza a los partidos de la Plataforma Unitaria, no se te olvide a ti, y eso hay que ponerlo en el tintero, la campaña infame que se desató contra Manuel Rosales, y eso deja herida, no vayas a creer que no deja herida, porque Manuel Rosales prácticamente fue puesto como un rufián, como un alacrán, yo creo que ni el gobierno le ha dicho las cosas tan horribles que se dijo de Manuel Rosales para descalificarlo en su aspiración; todo eso va dejando heridas, resquemores, pero, por encima de eso —esos son pleitos chiquiticos, irrelevantes, en comparación con la dimensión del problema que tenemos los venezolanos y de la voluntad inmensa de cambio que hay en el país— hay que ver lo grande y no fajarse en esas cosas pequeñas, yo milito en el movimiento Unión y Progreso junto con Eduardo Fernández, nosotros apoyamos a Edmundo González Urrutia a pesar de que no estamos en la Plataforma Unitaria. Y desde los estados los dirigentes (nos informan) que no los dejan entrar a comandos, que tienen eso monopolizado, y nosotros les decimos que se pongan por encima de eso, en Venezuela hay una cosa muy importante: ¿cómo salir de esta tragedia colectiva que estamos viviendo y que la hemos vivido en estos 25 año? No nos pongamos a ver lo pequeño para que no nos opaque o no nos deje ver lo realmente grande, que es esa voluntad inmensa de cambio y cómo canalizarla y cómo conducirla.

—A eso quizá hay que agregarle que María Corina Machado obtuvo más de 90% de los votos en la primaria, lo que hace suponer que, basado en eso, han organizado la campaña presidencial.

—Pero es que estamos en una realidad atípica, absolutamente atípica, acuérdate de que antes de María Corina Machado hubo el gran liderazgo de Juan Guaidó, la gente no se acuerda de eso porque nosotros vivimos el día a día tormentoso, aquí no nos acordamos a veces de lo que pasó ayer. Pero, por ejemplo, Juan Guaidó hizo demostraciones en Caracas que no las ha hecho María Corina Machado, llenando la Francisco de Miranda y la autopista del Este las veces que le daba la gana; Henrique Capriles en su momento. Esos liderazgos que corresponden a un momento, interpretan un momento… porque aquí en Venezuela estamos acostumbrados a veces a los viejos cánones, a los cánones de la cuarta República, esos sí eran fuertes porque eran dos partidos grandes, pero partidos con estructura, ideología y planteamientos y la gente respondía, más que a la emocionalidad de un candidato, a su adscripción militante. Esas son cosas distintas, yo no demérito, es todo lo contrario, exalto el liderazgo de María Corina, pero hay que comprenderlo en la realidad venezolana. María Corina compartió con la gente de la Plataforma Unitaria estos 25 años, todos los errores que se cometieron fueron compartidos por ella. De lo único que María Corina no ha podido ser acusada nunca es del robo de Monómeros, de Citgo, de ningún caso que comprometa su honestidad, pero María Corina Machado estuvo al frente de todo, desde el golpe de Carmona para acá y todos los errores ella los compartió. Y no solamente los compartió, los encabezó. Pero con una campaña muy hábil, una de las mejores campañas desde el punto de vista del marketing político y de eso que llaman ahora el relato del mensaje, supo poner contra la pared a esa misma gente que la había acompañado a ella en todos esos errores, en todo ese camino salpicado de errores, y acusarla de ser quien había tenido la responsabilidad de todos esos hechos. Eso desde el punto de vista del marketing político. Mire, hermano, es una de las cosas más maravillosas que yo he visto hacer en los últimos tiempos, ¿cómo tú, después de haber compartido con la gente una responsabilidad, eres capaz de acusarla y de ponerla contra la pared? Si eso es por el tema del marketing, del mensaje y todas esas cosas, eso merece un premio mundial.

Rafael Simón Jiménez, exrector del CNE: María Corina Machado debe respetar el espacio de Edmundo González

Manuel Rosales, gobernador del estado Zulia, retiró su candidatura para apoyar al candidato de la Plataforma Unitaria. Foto: Juan Barreto / AFP

—¿Percibe algún cambio en la posición de María Corina Machado?

—Ella evidentemente ha moderado y cambiado, sí lo ha hecho, no reconocerlo sería necio, pero ojalá que todas esas cosas… yo único que deseo, sinceramente —en mí priva, y esto no es una frase de ocasión ni un discursito que voy a hacer ante ti— salir de esta situación, de esta tragedia que ha vivido Venezuela durante estos 25 años. Mientras mejor se manejan las cosas y los candidatos sean capaces de hacer una cosa que muy poco se ha visto en la política venezolana, que es el propósito de enmienda, de rectificación, de corregir las cosas, es una cosa tan cristiana además. Porque tú ves que la gente se da golpe de pecho, va a la iglesia y confiesa y comulga, pero yo veo que los políticos nunca reconocen que se equivocaron ni dicen que rectificarán, sino que sus errores van construyendo nuevos, sin ser capaces de decir que se equivocaron. Creo que no hay nada más honesto en la vida que reconocer los errores. Además, el reconocimiento del error, así como el rito cristiano del arrepentimiento, espíritu de enmienda, dolor de corazón, penitencia y absolución, tiene que cumplir eso. No puedes entonces cometer error, error, error, nunca admitirlos y seguir adelante. Por eso te digo, ojalá, lo que pido a Dios bendito, es que toda esta rectificación, no de María Corina sino de todos, porque ¿porqué está Maduro de presidente? Porque en 2018 toda la Plataforma Unitaria y María Corina Machado decidieron abstenerse y desconocer la elección y decir que era ilegítimo y nos hemos mamado, como dicen en Colombia, seis años más de Maduro. Todo lo que sea rectificar eso, bienvenido sea, mi reconocimiento y mi exaltación.

—¿Cuál es su perspectiva sobre el manejo de la campaña, considerando que hasta el momento la figura principal no es Edmundo González, sino María Corina Machado? El MAS propuso la creación de un comando de campaña para el candidato.

—Yo hago mía, y lo he dicho así, una frase de Ramón Guillermo Aveledo, mi amigo y muy conocido en Venezuela, quien además es una de las personas que maneja la tarjeta de la manito, de la Unidad, que fue la que postuló inicialmente a Edmundo González Urrutia y entiendo que es muy amigo de él. En estos días dio un consejo, quizá hablando en parábola como le gusta hablar a los socialcristianos: «ni tanto que no lo alumbre ni tanto que se queme el santo». Creo que esa debe ser la relación entre María Corina, que tiene un liderazgo muy grande, muy profundo, pero Edmundo González Urrutia es el candidato. Yo creo que ella debe ser la primera interesada en preservar la imagen del candidato, porque es el que va a ganar las elecciones y a gobernar, entonces, es muy mala la imagen que vende de un señor manipulado por una señora. Eso lo llamaban en tiempos de Gómez «hombre de paja», que se ponía ahí y tenía que pedir las órdenes a otros. Yo creo que Edmundo tiene una formación y tiene un valor agregado porque la gente dice que no lo conoce, es que yo creo que esa es una de sus ventajas, precisamente. En momentos en que la política está tan desacreditada, estigmatizada y repudiada por la gente, el hecho de que él no sea un político profesional ni venga del mundo de la política, más bien le da aval y reconocimiento como una buena campaña. Y además es un hombre que tiene destreza en un campo que va a ser quizá el más necesario de la transición en Venezuela, que es el campo de la negociación, de los acuerdos, de los pactos y los entendimientos. Creo que la campaña de Edmundo debe ir de menos a más y que él debe adquirir mayor protagonismo, y que él debe tener mayor presencia y que la primera que debe estar interesada en que eso sea así debería ser María Corina Machado.

—César Pérez Vivas me comentó que la ausencia de Edmundo González se debía a su salud y las dificultades para movilizarse y que en los próximos días comenzará a aparecer en algunos mítines.

—Esa parte no la conozco, pero suscribo lo que ha dicho el MAS, que hay que montar un comando de campaña para González Urrutia, que es el candidato. Todo lo que devalúa o desprecie la imagen de Edmundo González Urrutia, nos estamos autogoleando. Nosotros lo que tenemos que hacer es exaltar, promover, poner en un lugar prominente la candidatura de González Urrutia porque ese es nuestro candidato. Y además, a mí no me gusta ser pájaro de mal agüero, pero con esta gente (el chavismo) tiene uno que adelantarse, gente como Diosdado Cabello ha vociferado que puede terminar considerándose la candidatura de González Urrutia como un fraude a los electores si es simplemente el instrumento que utiliza María Corina Machado. Tenemos que cuidar todos los flancos, tenemos que ver cómo blindar todo. Y, más allá de lo que pueda pasar, suscribo el planteamiento del MAS de que debe haber un comando de campaña y de que sin hacer una gran campaña al estilo tradicional, de los recorridos casa por casa, pueblo por pueblo, sí creo que debe visibilizarse, por lo menos en los sectores más importantes del país la candidatura de González Urrutia y, te repito, González Urrutia tiene formación, discurso, no es un improvisado. Es un improvisado en la política, pero eso creo que es un valor agregado. Creo que debemos hacer una campaña de apuntalamiento, de promoción, de exaltación de la candidatura de Edmundo.

—Debe entonces María Corina Machado hacerse un poco al lado.

—Es que no es hacerse al lado, es cumplir su rol, ella es líder de la oposición, pero ella no es candidata. Esos dos roles pueden coexistir muy bien si cada uno respeta el espacio del otro y nos ponemos de acuerdo en los espacios de cada quien. Esos son roles distintos y se pueden complementar perfectamente.

@Luisdejesus_

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