Andan encapuchados, armados con fusiles y ametralladores .50, y tienen la bendición del régimen, al cual apoyan en secuestros, torturas y control de la oposición.
El territorio que controlan es el barrio 23 de Enero, en el oeste de Caracas (muy cerca del Palacio de Miraflores). Se presume que allí tendrían escondido a Santrich y custodiado en una urbanización rodeado de las .50.
Se han identificado armas de procedencia rusa en su poder, específicamente fusiles AK y granadas de gases lacrimógenos, lo que los convierte en el segundo colectivo más violento, después del Movimiento Revolucionario de Liberación Carapaica.
Con el beneplácito del régimen ejecutan operaciones contra la oposición y son uno de los anillos listos a reaccionar en caso de un operativo en contra de Nicolás Maduro, como la frustrada Operación Gedeón.
«Se preparan para una revolución»
Sin embargo, su cabecilla, Valentín Santana, quien anda con una metralleta UZI, ha dicho que no reconoce a Juan Guaidó como presidente y que se preparan para una revolución, en caso de que él llegue al poder.
Un audio conocido por EL TIEMPO sitúa a este colectivo con la ideología afín a las FARC, lo que explicaría su apoyo y protección a Santrich. Han logrado reclutar jóvenes de la comuna, con el control de la distribución de las llamadas cajas CLAP.
Su cabecilla se declara chavista radical, aunque tuvo un distanciamiento con Hugo Chávez en 2009, cuando este los calificó de terroristas.
Sin embargo, hay versiones que indican que el gobierno les ha entregado desde tanques hasta motos y equipos de comunicación para que apoyen al régimen. Por eso son conocidos como «el brazo armado de la revolución».
Eso explica por qué Santana tiene en su contra tres órdenes de captura que supuestamente no se han hecho efectivas porque el gobierno Maduro dice que no sabe dónde se encuentra.