La fiscal general de la República, Luisa Ortega Díaz, afirmó este viernes en el Vaticano que la solución a la crisis que vive el país pasa por una salida del gobierno del presidente Nicolás Maduro «por una vía negociada», en un «proceso de transición con garantías».
Ortega Díaz denunció hoy la situación que vive Venezuela en un encuentro en el Vaticano que ha reunido durante dos días a mujeres juezas y fiscales que han analizado el problema de la trata de personas y del crimen organizado.
Preguntada por los medios al margen de este encuentro por la solución en el país, Ortega respondió: «Que salga Maduro por una vía negociada».
«Hay que buscar una alternativa para el país, en este momento yo creo que lo que habría que buscar es una etapa de transición», agregó.
Consideró que «si se le dan garantías en un proceso de transición es posible» que el presidente venezolano deje el poder para favorecer un cambio y se mostró tajante al afirmar que el chavismo ha fracasado.
En su intervención en el Vaticano la funcionaria, que vive en el exilio, relacionó el «delito de la trata de personas» con el «fenómeno migratorio sin precedentes» que vive Venezuela, donde este año «2 millones de personas han huido».
«Esta alta movilidad de venezolanos como migrantes está colocándolos en mayores niveles de vulnerabilidad que otras naciones», subrayó.
Lamentó la «crisis social, política e institucional» que existe en el país y apuntó a que Venezuela está «en la lista de los peores países en materia de trata de personas porque el gobierno no cumple con los estándares mínimos para combatir» este delito.
Asimismo, pidió a los países que participan en este simposio «solidaridad» con los venezolanos solicitantes de asilo y que mencionen en el documento de conclusiones de este encuentro «un capítulo especial que incluya la migración en Venezuela».
Paralelamente, criticó ante los medios que «Venezuela no es un estado libre» pues «está sometido a los designios, a los caprichos y a la tortura, a la persecución, al acoso y al terrorismo de estado que está ejerciendo en estos momentos el gobierno» de Maduro.
Explicó que está aprovechando el viaje al Vaticano para «hacer una serie de contactos y reuniones para tratar el tema de Venezuela, no solo en el Vaticano sino en toda Europa» y detalló que busca el apoyo internacional para encontrar una solución.
«Primero hay que resolver (el problema del) canal humanitario, que es el más grave que nos afecta, y en segundo lugar favorecer un diálogo (…) para la salida definitiva de este gobierno», dijo.
Finalmente, vio esencial que los países impongan sanciones contra los altos cargos en el país, con medidas como «la congelación de sus bienes y sus fortunas», pero que no impacten y golpeen «más la calamidad» que vive Venezuela.