El Ejecutivo español no se ha planteado «en ningún momento» reducir la presión sobre el gobierno del presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, dijo este miércoles el ministro español de Asuntos Exteriores, Josep Borrell.
La posición de España en este asunto es «exactamente la misma» que la de la alta representante de la Unión Europea (UE) para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad, Federica Mogherini, precisó el ministro.
«En ningún momento hemos pensado cambiar la presión sobre el régimen venezolano», subrayó Borrell al responder en el Parlamento a una pregunta del partido opositor Ciudadanos (liberal).
La diputada de Ciudadanos Melisa Rodríguez pidió al Ejecutivo que «no mire para otro lado» ante el sufrimiento de los venezolanos.
El ministro aseguró que la situación del país sudamericano es una de las principales preocupaciones del gobierno español, que se mantiene «en permanente contacto» con la oposición venezolana y que ha apoyado la imposición de sanciones personales a dirigentes políticos del país.
Según el Ejecutivo, «la única solución» a la situación es «una salida negociada entre los propios venezolanos», en la que España coincide con la Unión Europea (UE).
España no se ha adherido a la petición de que el Tribunal Penal Internacional investigue al gobierno de Maduro por delito de lesa humanidad para no interferir en el otro proceso ya en marcha en dicha corte de Justicia, y porque «podría afectar negativamente a la posibilidad de establecer una vía dialogada a la salida del conflicto», argumentó Borrell.
Indicó que España también apoya el plan de la alta comisionada para Derechos Humanos de la ONU, la chilena Michelle Bachelet, de viajar a Venezuela (si la invita el gobierno local) para efectuar una investigación independiente sobre la muerte del opositor Fernando Albán al caer desde un décimo piso cuando era interrogado en la sede de la agencia estatal de inteligencia de Venezuela.