Oscar Jiménez Rodríguez, dueño del barco Los Roques, que denunció en dos artículos publicados recientemente las irregularidades vividas por él en las instalaciones de la Empresa Socialista Pesquera Industrial del Alba (Pescalba), fue citado a presentarse en el despacho del ministro de Pesca y Acuicultura este martes 16 de noviembre a las 10:00 am.
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“Al día siguiente de la publicación de mi artículo denuncia en El Nacional y en Aporrea recibí una llamada en tono cordial (no puedo decir otra cosa) del gerente de Pescalba, para expresarme que el ministro del Poder Popular para la Pesca y Acuicultura estaba muy molesto porque mi artículo era ofensivo y difamatorio”, señaló Jiménez en otro escrito enviado a la redacción de El Nacional.
“El gerente en su llamada me dice que el ministro me ordena comparecer en su despacho el próximo martes 16 del corriente a las 10:00 am”, puntualizó.
“Como es su costumbre no hay notificación escrita y, por supuesto, sólo tengo el registro de la hora de la llamada, aunque es imposible tener lo conversado”, agregó.
Preocupación del dueño de Los Roques
Jiménez está preocupado por la convocatoria y la forma. De hecho, pidió a los otros dueños de Los Roques que asistieran. Uno de ellos incluso llamó al gerente de Pescalba para posponer el encuentro para el jueves y fue rechazado de mala manera, dijo.
Una sola cosa quiere Jiménez -insistió-: “Que nos devuelvan Los Roques, o lo que queda de él. Sólo queremos que nos deje sacarlo de ahí”.
“Queremos que nos devuelvan lo que queda del barco, no los pretendemos demandar por los daños que nos han causado en estos años, en los que, no sólo nos prohibieron el uso de herramientas de mantenimiento preventivo sino que nos impidieron echarle hasta una manito de pintura (por supuesto de manera verbal). Los ingenieros de Pescalba son profesionales y saben cómo funciona un barco, así que no pudo haber sido una maniobra casual y sin mala intención el que nos amadrinaran barcos chatarras al costado para que se consumieran nuestra protección galvánica, como se ve en la destrucción de todas las barandas y bases de antena, y por supuesto en el casco de la embarcación a nivel de la línea de flotación”, agregó.
Pasar el mal momento
Dijo que espera que este mal momento que tiene llorando y teniendo pesadillas a sus hijos y orando a sus hermanos y amigos termine y así, ahora sea un rancho flotante, sacar el barco de ahí.
“Desearía, eso sí, que asuman el daño que me causaron y me devuelvan Los Roques como mínimo como estaba cuando llegó ahí, y mejor. Desearía que esta nota le llegue al presidente Maduro y que me ayude a hacer realidad este proyecto, pues nunca es tarde para comenzar una buena empresa y darle trabajo directo a más de 100 personas, indirecto a un numero incontable y permitirme llevar a Venezuela en alto por el Caribe para que los caribeños nos conozcan e independientemente de sus gobiernos y sea la amistad entre los pueblos nuestra mayor fortaleza en esta zona geográfica”, manifestó.
Y añadió: “Por ahora me conformo con que las autoridades del ramo me ayuden a lograr que los pocos tripulantes que tenemos regresen a efectuar sus funciones de custodia de la embarcación y les restituyan el servicio de agua y luz, mientras logramos salirnos de ahí”.
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