VENEZUELA

«Me quitaron todo y, la verdad, yo no merezco esto»: la emotiva carta de una de las adolescentes detenidas en el contexto poselectoral

por Avatar Beatriz Arias

La chispa de Mariana González se ha desvanecido. Desde su detención el 29 de julio en Carabobo, esta adolescente de 16 años se ha visto ahogada por la angustia y la desesperación de quien se encuentra prisionero por un delito que -dice- no ha cometido.

Desde el centro donde se encuentra recluida, en el estado Carabobo, y a través de cartas que le hace llegar a su madre, Jenifer Febles, Mariana deja ver como la desesperanza se apodera de ella. Su voz, que se une a la de otras tantas, revela la difícil situación en la que se encuentra gran parte – si no todos- de los jóvenes detenidos desde las elecciones presidenciales del 28 de julio.

#HistoriasDeRepresión

«Si no puedo estar con uds, no quiero estar con más nadie. Prefiero morir (…) A veces quiero hacerme daño a mi misma. Ya no puedo más».

Este es el sentimiento de Mariana González, expresado a su madre mediante una carta, tras 4 meses de detención… pic.twitter.com/xWMuzLtdaE

— DDHH Vente Venezuela (@VenteDDHH) December 3, 2024

El peso de la soledad plasmado en una carta

En la carta, la joven describe el estado de agotamiento emocional y físico que padece, y manifiesta que se siente “sin fuerzas, sin ganas de vivir”. Además, expresa angustia por no poder celebrar las próximas fiestas navideñas junto con sus seres queridos.

“Te extraño tanto, mamá. Tengo ansiedad y mucha depresión”, dice Mariana. “Me hace falta la familia”, agrega, dejando al descubierto la profunda soledad que siente al estar separada de sus allegados. Con cada palabra se siente el peso de la distancia y la incertidumbre que la rodea desde que fue detenida el 29 de julio por la policía local mientras regresaba a casa luego de una salida con su novio.

«Cuatro meses sin estar con ustedes, sin asistir a mis estudios, sin mi vida. Me quitaron todo y, la verdad, yo no merezco esto. Siento que cada día se me complica todo más y más, yo no quiero pasar Navidad sin mi familia. Todas las noches le pido a Dios que me dé fuerza y que me ayude, siento que ya no puedo más y que me quedo sin fuerzas», se lee en la misiva.

El sentimiento de impotencia se repite en otra carta, en la que habla a su madre sobre su encierro y clama por su libertad. Además, le agradece su acompañamiento y apoyo desde su detención . «Te agradezco todo lo que has hecho por mí, por no dejarme solita en ningún momento. Te amo con el alma, porque el alma nunca muere».

Mariana, según su madre, tenía el sueño de formar parte de uno de los cuerpos de seguridad del Estado. Sin embargo, el sufrimiento por el que ha pasado la ha hecho cuestionar su futuro profesional.

Las palabras de la adolescente han preocupado a Febles, puesto que revelan un estado emocional inestable. «No quiero hacerte sentir mal, pero si no puedo estar con ustedes, no quiero estar con nadie. Prefiero morir. A veces quiero hacerme daño (…) quiero matarme antes que seguir sufriendo», escribió la muchacha.

Mariana González, presa de Maduro

Desde las elecciones de julio, Venezuela ha sido testigo de un aumento alarmante en las detenciones arbitrarias. Las cifras oficiales de las detenciones poselectorales dieron cuenta de 2.400 personas. Jóvenes como Mariana, que solo buscan un futuro mejor, se han convertido en blanco de un sistema que no tolera la disidencia.

 En entrevistas, Febles ha relatado entre lágrimas cómo fue detenida su hija, y el retardo procesal en el caso. Insiste en pedir la liberación de Mariana para que la joven continúe con su vida.

ONG como Justicia, Encuentro y Perdón han creado campañas a favor de los adolescentes que se mantienen en custodia policial para exigir celeridad en el proceso legal y la libertad de los jóvenes.

Mariana González es una joven de 16 años, estudiante, alegre, a quien le gusta cantar y bailar.

Su chispa y su sonrisa se apagaron tras su detención en los días posteriores a las elecciones. Ella anhela y merece regresar al calor de su hogar al lado de su familia.

Detengamos… pic.twitter.com/RDi2cWiZgX

— Justicia, Encuentro y Perdón (@JEPvzla) November 17, 2024