Antonio Ledezma, exalcalde metropolitano de Caracas, rechazó este lunes que Nicolás Maduro pretenda que la oposición venezolana espere hasta 2022 para comenzar un nuevo intento de referendo revocatorio para sacarlo del poder.
«Maduro quiere un revocatorio. ¿Será como el de 2004, aderezado con firmas planas o como el frustrado de 2016? ¿Será con puntos rojos, voto asistido, colectivos armados, hegemonía comunicacional y financiera, con tribunales y policías a la orden para apresar, torturar y matar?», tuiteó.
En el caso reciente, la extinta Mesa de la Unidad Democrática inició el 27 de abril de 2016, con una participación masiva, la recolección de 1% de los inscritos en el Registro Electoral, el primer paso para activar el referendo revocatorio del mandato de Maduro en ese entonces.
2016: carrera de obstáculos
El Consejo Nacional Electoral, presidido por Tibisay Lucena, anunció en septiembre de ese mismo año que el revocatorio se realizaría en 2017 en caso de que la oposición lograra superar la próxima etapa de requisitos, que consiste en la recolección del apoyo de 20% de los inscritos en el registro electoral.
El chavismo alegó supuestos eventos fraudulentos durante la recolección de firmas. El Tribunal Supremo de Justicia, leal al chavismo, supuestamente recibió más de 8.000 denuncias de supuestas irregularidades en el proceso que intentó impulsar la oposición.
Pero la oposición, para este paso, debía sortear una serie de obstáculos que impuso el ente electoral.
En primer lugar, el CNE dijo que ese 20% debía recolectarse en cada uno de los 23 estados y en el Distrito Federal, una condición que no aparece en la Constitución y que no fue exigido para la activación del referendo revocatorio que se activó en 2004, cuando estaba en el poder el fallecido Hugo Chávez.
Además, se fijó un plazo de 3 días para la recolección de las firmas y se pusieron a disposición solo 5.392 máquinas distribuidas en 1.356 centros ubicados en los 335 municipios del país y no las 19.000 que la MUD había solicitado.
Maduro, insistente
Para tratar de calmar el descontento de los venezolanos y de la oposición, el oficialista se ha dedicado en los últimos meses a promover la realización de un referendo revocatorio en su contra en 2022. Le ha pedido a sus adversarios, en más de una ocasión, que esperen hasta ese año para que comiencen con la recolección de firmas.
«En el año 2022, el 10 de enero, se abre el lapso para aquellos que quieran convocar un referendo contra el presidente Nicolás Maduro. Tengan la libertad de salir a la calle a recoger firmas, y si recogen las firmas, iremos al referendo a medirnos en las urnas. Y será el pueblo el que decida, no unos golpistas, no es Donald Trump, no es Joe Biden», dijo en junio pasado.