Cumanacoa, en el estado Sucre, sufrió el martes inundaciones provocadas por el paso del huracán Beryl por el Caribe venezolano. No es la primera vez que esa zona sufre una tragedia de esa naturaleza. En 2012, la tormenta tropical Isaac dejó destrozos allí, por lo que el entonces presidente Hugo Chávez hizo una serie de promesas a los vecinos. Sin embargo, esas promomesas no se cumplieron.
Las lluvias de la tormenta tropical Isaac dejaron en 2012 dos muertos en Cumanacoa, así como 400 familias afectadas y 35 damnificadas por el desbordamiento del río Manzanares, el mismo que el martes pasado se salió del cauce y ocasionó la muerte de 3 personas y arrasó con al menos 110 viviendas.
Tras la tragedia ocurrida hace 12 años, el presidente Chávez, acompañado del entonces ministro del Interior y Justicia, Tareck el Aissami (hoy preso por corrupción), y el dirigente Diosdado Cabello, visitaron los sectores afectados del estado Sucre para evaluar los daños.
Desde ese lugar, Chávez prometió la construcción de viviendas lejos del río Manzanares para familias damnificadas, un fondo millonario para reparar las viviendas afectadas, la construcción de un muro de contención y de un acueducto, así como la recuperación de la vialidad, puentes, lo mismo que dragado del río.
«Con el favor de Dios vamos a construir las viviendas. No sé cuantas viviendas. Si son 100, 200 o 500 que se dañaron totalmente, pero hay que construirlas en buenos terrenos. Vamos a crear un fondo de 20 millones de bolívares para reparar las viviendas que sufrieron daños. Es un fondo que quedará a disposición de los consejos comunales de Cumanacoa. En tercer lugar, hay que hacer un nuevo acueducto para Cumanacoa. Yo le encomiento esto a Tareck. Hay que evaluar toda la carretera desde Cumaná hasta Cumanacoa. Los muros de contención. Hay que dragar también el río», dijo Chavéz en esa ocasión.
Posteriormente, Chavez aprobó el presupuesto para llevar a cabo las obras: 26 millones de bolívares destinados a la construcción de viviendas, 45 millones más para la construcción de urbanismos con edificios, 30 millones para rehabilitar viviendas afectas.
Esos proyectos nunca se llevaron a cabo. Doce años después la población de Cumanacoa sufre nuevamente por la falta de políticas públicas para la previsión de desastres naturales.