1. A partir de 2022 comienza un inmenso reto para los políticos, los empresarios y los venezolanos en general: la reconstrucción de la economía del país. Transformar la calidad de vida debe ser la nueva pasión de todos los venezolanos, sin excepción.
2. Hay tres maneras de enfrentar el problema económico, la crisis de los servicios públicos, y la pésima calidad de vida de los venezolanos.
3. La primera: que el gobierno insista en la fracasada “economía socialista” y agrediendo al sector privado. Obvio, el fracaso está cantado.
4. Hay indicios de que en el gobierno cada día gana más espacio la tendencia de volcar toda la economía hacia la dinámica capitalista, tal como lo han logrado exitosamente China y Vietnam. Y eso ya sería un gran avance.
5. La segunda: que la oposición siga apostando al fracaso económico del país porque “así más nos aproximaremos a un cambio de gobierno”. Eso es una pésima lectura a la realidad de los países y sociedades en crisis. Mientras más vulnerable es la población, más posibilidades tienen de depender del poder del Estado. La historia universal por delante.
6. Además, apostar al sufrimiento de la población para obtener más réditos políticos es una actuación deplorable, mediocre y cruel.
7. La tercera. Entender que las dos anteriores son una misión imposible y fracasada, y que sólo nos queda entrar en otra dimensión de la política y el desempeño como nación.
8. Es decir, lo único que nos queda por hacer a partir de ahora es ponernos de acuerdo todos los venezolanos, sin excepción, para emprender la reconstrucción económica de la nación, y donde la inversión privada debe ser el gran motor para el nuevo comienzo.
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9. Para que eso sea posible, es fundamental que todo el sector político se involucre proactivamente en esta inmensa y urgente tarea. Ya no hay excusas para no hacerlo.
10. El activismo político quedará en suspenso hasta 2024. El país no puede esperar las próximas elecciones para comenzar a mejorar la calidad de vida.
11. El gobierno sabe que no tiene más camino, y la oposición sabe que lo mejor que debe hacer es apostar al fortalecimiento económico de la nación porque de esa manera lograrán que retornen millones de venezolanos (en su mayoría electores opositores), que son fundamentales en los próximos procesos electorales. Las pasadas elecciones de noviembre demostraron cuánta falta le hicieron a los opositores esos 3,5 millones de electores cautivos del éxodo.
12. Claro, si los políticos quieren pensar en el pueblo por un instante, ese acuerdo también sirve para ayudar a los venezolanos a salir del sufrimiento.
13. En pocas palabras, las libertades económicas, el marco jurídico de las inversiones, y el nuevo pacto social deben estar al margen de la diatriba política cotidiana. En eso deben llegar a acuerdos el gobierno, la oposición, el sector privado y el país en general.
14. La economía, al igual que la educación, la seguridad ciudadana, y la lucha contra la corrupción son temas-país que deben generar el más amplio consenso nacional.
15. A partir de ahora, el sector productivo (especialmente el privado) debe asumir un rol protagónico y determinante. Hay que seguir pensando en la política, pero también y quizás de manera más pronunciada en la producción nacional y en los servicios.
16. Creemos que en los próximos dos años los partidos políticos deben mirar más hacia adentro de ellos mismos que hacia afuera. Tienen mucho que corregir. Mientras tanto, los venezolanos debemos abocarnos, con inmensa pasión y determinación, a la reconstrucción económica de la nación.
Próxima entrega: Los nuevos dilemas de la Casa Blanca y de Nariño.