Humberto Prado, comisionado presidencial para los Derechos Humanos, denunció formalmente ante la CIDH el atentado que sufrió el presidente interino de la República, Juan Guaidó.
El hecho ocurrió el pasado 29 de febrero en la ciudad de Barquisimeto, en el estado Lara. Grupos paramilitares armados dispararon contra una de las camionetas donde viajaba Guaidó; además, a otros dirigentes políticos y periodistas los agredieron y despojaron de sus pertenencias.
A través de una acción urgente internacional dirigida al secretario ejecutivo de la CIDH, Paulo Abrão, se confirma la existencia de un patrón de violencia institucional promovido por el régimen de Nicolás Maduro contra actores políticos afines a la presidencia interina.
Prado indicó que en Venezuela no existe diferencia entre las Fuerzas de Seguridad del Estado y los llamados colectivos armados. Por lo tanto, destacó la importancia de la situación y la vulnerabilidad de las víctimas.
«Por un lado, civiles armados leales a la usurpación apuntaron con un arma de fuego al jefe de Estado del gobierno legítimo, y por otro, periodistas presentes en el suceso resultaron gravemente lesionados, sin mencionar que además fueron hostigados por los grupos violentos», sostuvo Prado.
Prado solicitó a la CIDH que reciba, analice y considere un pronunciamiento público, luego del ataque contra el presidente interino.
También pidió a los miembros de la CIDH informar de los referidos hechos violentos a la Relatoría sobre Libertad de Expresión, la Relatoría sobre Desca y al Mecanismo Especial de Observación sobre Venezuela.