Hace nueve años -el 19 de enero de 2015- murió Tirone González, mejor conocido como Canserbero. Desde ese momento, su muerte se convirtió en un misterio que volvió a los titulares de los medios de comunicación luego de que el Ministerio Público reabrió nuevamente la investigación, bajo las órdenes de Tarek William Saab como fiscal.
En diciembre, Saab ofreció una rueda de prensa en la que aseguró que, según las investigaciones, Natalia Améstica asesinó a su esposo Carlos Molnar y a Canserbero. Según Saab, luego Natalia Améstica recibió ayuda de su hermano Guillermo Améstica para encubrir los hechos.
De acuerdo con la versión publicada por la Fiscalía, luego de una entrevista realizada el 19 de diciembre, que duró más de 12 horas, Natalia Améstica confesó asesinó a su pareja Carlos Molnar, con quien mantenía una relación de 10 años, porque se negó a pagarle el dinero invertido en la gira que habían hecho en diciembre 2014 por Argentina y Chile. En cuanto a Canserbero, dijo que lo mató porque el cantante mantenía siempre una actitud indiferente con ella, se negaba a saludarla y a entablar una amistad.
Sin embargo, luego Natalia Améstica cambió la versión de los hechos. En una carta enviada a sus abogados, dijo que es inocente. Además, recientemente en las plataformas digitales se publicaron audios en los que Guillermo Améstica aseguró que fueron obligados a grabar los videos confesando su culpabilidad.
La hija de Guillermo, Claudia Améstica, aseguró que tiene la certeza de que su tía y su padre fueron torturados para que se declararan culpables del hecho.
—¿Cuál es la información que tiene sobre el caso? La periodista Ibeyise Pacheco publicó que supuestamente la audiencia se realizaría este miércoles.
—Nos enteramos por personas externas, aquí todo se maneja como un rumor. Han sido muy herméticos en cuanto a dar una fecha. De hecho, cada vez que sale el fiscal siempre dice que la audiencia es pronto, pero nunca da una fecha. Mis abuelos estuvieron ayer en tribunales todo el día con Joel García, el abogado. Intentaron hablar con el defensor público, que se llama Gonzalo Hernández, se lo encontraron en el pasillo. Su cara de sorpresa fue todo lo que pudieron ver. Les dijo que lo esperaran un momento, porque ellos le estaban pidiendo audiencia, y el defensor se escondió. Mis abuelos se quedaron tres horas en la puerta de su oficina y pasadas las tres horas salió alguien para preguntar a quién esperaban y les dijo que el defensor ya se había ido. Nunca quiso dar la cara. Lamentablemente con eso es con lo que cuentan el día de mañana mi padre y mi tía. Un defensor que es incapaz de decirnos cómo se encuentra el caso. Ni siquiera habla lo más mínimo con los familiares directos, que son mis abuelos.
https://x.com/ibepacheco/status/1752439707118485793?s=20
—¿Cómo obtuvieron los audios?
—Estos audios me los hizo llegar una persona que, a diferencia de lo que muchas personas creen, no todo el que está involucrado en el caso cree que ellos son culpables o está parcializado. Obviamente, por cuestiones de seguridad, no puedo decir quién es, pero sí me gustaría hacerle llegar mi agradecimiento eterno por la valentía que tuvo al pasarme estos audios. Evidentemente tenemos la certeza de que a ellos se les torturó y no solamente se les torturó en el CONAS. Cuando a ellos se les traslada la audiencia, mi papá le grita a viva voz a la jueza que estas declaraciones fueron dadas bajo tortura y la jueza hizo caso omiso, lo cual la hace cómplice de estos hechos porque decide callar y seguir adelante con esto.
—¿Han tenido algún tipo de comunicación con las autoridades más allá del defensor público?
—No hemos tenido ninguna respuesta. De lo que como familia nos hemos enterado ha sido por redes sociales igual que el ciudadano común. Es la única manera que nosotros hemos tenido para tener conocimiento. Por ejemplo, cuando los trasladaron. Mis abuelos pudieron verlos los domingos en el CONAS, pero son visitas cerradas. Ellos detrás de un vidrio. No se puede hablar nada porque se le ponen tres o cuatro militares atrás. Verlos a ellos es solo saber que están vivos y ya. No hay mayor comunicación. Obviamente, por el gobierno no hemos tenido ningún tipo de comunicación. A ellos se les quitan los abogados y ni siquiera nos ha llegado la notificación de eso. Es todo por palabra. Supuestamente hay unas cartas en las que ellos renuncian a sus abogado, pero jamás las hemos visto.
—¿Cuándo fue la última vez que conversaron con ellos? ¿En qué situación se encuentran?
—Mi abuelo los pudo ver el domingo pasado y pudo tener cinco minutos a solas con mi tía. Y mi padre estuvo con su novia también cinco minutos. Simplemente fue saludarlos. Y en el caso de Joel García, su abogado, jamás ha podido hablar con ellos. El día que se les permite la entrada a los abogados son los días jueves, y las veces que ha intentado ingresar le dicen que necesita una orden del tribunal y cuando va a tribunal le dicen que necesita una orden del CONAS.
—¿Cómo fue el momento en el que decidieron declarar?
—Cuando el caso se reabre, mi tía, que siempre ha sido víctima, dice que las autoridades no la habían citado ni llamado a declarar. De hecho, la mamá de Carlos tampoco ha sido tomada en cuenta. Mi tía se apersona en Fiscalía y se pone a la orden y mi papá, que nunca había sido tomado ni siquiera como testigo, también se pone a la orden. Lo hacen porque como dice el dicho: quien no la debe, no la teme. La investigación da un cambio de curso muy rápido porque después de hacerles un test psicológico dicen que están ocultando información. Un test psicológico ilegal porque no había presencia de abogados. Ellos fueron de buena fe a Fiscalía. Entonces, les hacen una encerrona y un test que no sabemos dónde está ni quién lo hizo. Eso fue prueba suficiente para el fiscal para imputarlos. Luego de esto, mi familia busca un abogado. Eso de que mi tía intentó huir es una cosa que uno se pregunta dónde están las pruebas de que intentó huir, dónde están las pruebas de la alerta roja de Interpol. Una persona que pudo salir y entrar del país. Porque, además, Venezuela siempre ha sido su sitio de residencia. Dicen que ella huyó. ¿Cómo va a huir de Venezuela si su sitio de residencia es Venezuela? Su hija se acaba de graduar en Venezuela. ¿Por qué no muestran los estado migratorios de mi tía y mi padre? Cuando se llevan las actas para hacer la primera imputación, y de paso les meten casa por cárcel, ellos se presentaron sin ningún problema. Porque no tienen nada que ocultar.
—¿Cómo era la relación entre Natalia, Guillermo Améstica y Canserbero?
—La relación real era Carlos con Canserbero y Natalia con Tirone. Mi padre si acaso habrá tenido en alguna oportunidad algún encuentro social con él porque mi papá no pertenece al mundo de la música ni era productor ni tenía nada que ver con la productora de mi tía. Evidentemente, las veces que mi papá y toda la familia asistió a estos eventos fue por apoyar a la familia. Pero lo que quiero decir es que sí había una buena relación, eso de que Tirone le tenía odio a Natalia o que Natalia le tenía un odio a Carlos no es así. Por Dios, somos su familia. Cómo pueden decir que mi tía es capaz de hacerlo esto a su esposo cuando tienen una familia juntos. Hay dos hijos de por medio y un hogar establecido. Son las cosas que no me entran en la cabeza. Y así como yo no pido que los fans crean mi versión, digo que no estoy obligando a nadie a que crea la versión de la familia. Pero lo que sí digo es que existen pruebas. Existe una criminalística. Que se abra el expediente y que se vea. La relación de ellos era buena. Cómo el fiscal dice que Tirone le tenía una rabia a Natalia y Tirone va y se queda durmiendo en casa de ellos. Eso era algo que pasaba frecuente.
—Considerando la denuncia de la familia, ¿por qué cree que la Fiscalía venezolana insiste en culpar a su padre y su tía?
—Lo que yo pueda decir sería especular, pero tengo la certeza de que algo no está bien. Lo único que tiene el Ministerio Público son los videos, y tengo certeza de que fueron hechos bajo tortura. El Ministerio Público ha tenido los expedientes de manera secreta. El fiscal habla de que hizo no sé cuántos diligencias. Pero dónde están las diligencias. Si están tan seguros del caso, ¿por qué no dejarlos tener defensa y respetar el debido proceso en un juicio público? Vamos a un juicio público. Abran los expedientes. No estoy pidiendo que abran los de 2015 sino los nuevos. Todo lo que el fiscal tiene son cuestiones no concluyentes. En cuanto a los fans, yo me siento terrible porque me atacan pensando que es que tengo algún tipo de rencor hacia Tirone. Yo siento es compasión y puedo entender por qué todo el mundo quiere una clausura del proceso. Han pasado nueve años. Yo también quiero que esto concluya, pero hay manera para hacerlo. Yo no quiero que la gente crea mi versión y la compre. Pero vamos a un juicio y las leyes que hablen. Que la defensa haga su trabajo, que Fiscalía haga su trabajo. Y que la gente vea qué se está haciendo. Mi malestar es que no se respete un proceso. El hecho de que no puedan tener defensa a horas de una audiencia a la que sabemos que están yendo sin defensa. Sabemos que el fiscal es cómplice de esto y que la jueza es cómplice de esto.
—¿Cuál es la intención de la familia llevando la denuncia ante los medios de comunicación?
—Lo único que estamos pidiendo es que las autoridades respeten el debido proceso. Yo no pido que crean en mi palabra. Pido que respeten el debido proceso. Y se respeten derechos fundamentales como el derecho a la defensa. Yo no tengo por qué rogar por algo que es un derecho. Un derecho, además, fundamental. Que los organismos internacionales vean qué está pasando. Que mis familiares fueron torturados y tomen acciones. Es lo que pedimos como familia.
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