VENEZUELA

Griam Amazonía: “Patrimonio arqueológico de la Orinoquia venezolana ha sido investigado y reportado desde 1980 por científicos venezolanos”

por Avatar Correo del Caroní

La Organización Grupo de Investigadores sobre la Amazonía (Griam Amazonía) señaló que es incierto que arqueólogos e investigadores de la University Bournemouth y University College of London, ambas de Inglaterra, hicieron el descubrimiento y registro de los petroglifos más grandes del mundo ubicados en la Orinoquia venezolana.

En una información publicada en su cuenta de la red social Instagram, desde la ONG indican que “ciertamente y conforme a una serie de estudios, incluyendo los de estas universidades británicas, en la Orinoquia colombo-venezolana se ubican las galerías de petroglifos y pintura rupestre más grandes del mundo, conforme al conteo de muestras y sus respectivas dimensiones. Se trata de por lo menos 600 muestras situadas en piedras sobre superficies terrestres e islas de la Orinoquia”.

Expresa la publicación que “todo este patrimonio histórico, cultural y arqueológico, desde al menos el año 1980 ha sido registrado por varios arqueólogos venezolanos, entre ellos Kay Tarble, Rodrigo Navarrete, José María Cruxent de la UCV y  Ruby Valencia, este último la mayor referencia en arte rupestre de Venezuela y miembro de la Fundación Archivo Nacional Arte Rupestre (ANAR)”.

Es preciso señalar que uno de los lugares con gran variedad de petroglifos y pinturas rupestres que indica el reporte de ambas universidades británicas es el monumento natural Piedra Pintada, ubicado en el municipio Atures del estado Amazonas, muy cerca de las riberas del río Orinoco. En este sitio se ubican dispersos aproximadamente 200 petroglifos y pinturas rupestres, el más grande de ellos con un diámetro de 42 metros.

Cabe destacar que en las islas de la Orinoquia también se ubican gran cantidad de tallados sobre piedras, uno de los más emblemáticos está situado en isla Sardinada, es en forma de triángulo con una forma humanoide en su interior, lo que ha sido interpretado como una trompa de falopio que representa la fertilidad y abundancia de los indígenas Ature, a quien se le atribuyen estas obras rupestres que datan de por lo menos 2 mil años.

Destaca la ONG que “estos petroglifos se repiten en gran cantidad y variedad de diseños y simbología en aproximadamente 20 islas de la Orinoquia colombo-venezolana: isla Picure, isla Vivoral, isla Palomazón, isla Paloma, isla Bagre, isla Pedro Camejo, isla Blanca, entre otras; todas ellas entre los raudales de Atures y Maipures, en el norte del Amazonas venezolano y al oriente colombiano”.