Tener municipios fuertes depende no solo del sufragio, en las elecciones del 21 de noviembre, sino también de la movilización y organización ciudadana, coincidieron especialistas y candidatos a alcaldes en el foro Votar para defender tu municipio, organizado por el Instituto de Estudios Parlamentarios Fermín Toro. Y el liderazgo político debe estar también comprometido con las comunidades.
La profesora y municipalista Nelly Cuenca de Ramírez, y los candidatos de la Unidad Manuel Narváez Chacón, por el municipio Maneiro; Francisca Rojas, por Manuel Ezequiel Bruzual, y Andrés Schloeter, por Sucre, debatieron sobre el papel del sufragio para generar el cambio que exige el país en crisis, y también el de las comunidades y la dirigencia política, en medio de la falta de condiciones electorales.
El abogado Ramón Guillermo Aveledo, presidente del Instituto de Estudios Parlamentarios Fermín Toro, destacó la importancia de un poder local fuerte, respetable y respetado por los ciudadanos, como parte del Estado Federal descentralizado establecido en la Constitución. “Necesitamos municipios fuertes que hagan su trabajo”, destacó luego de cuestionar la pretensión de disolverlos a través de “instrumentos de manipulación y debilitamiento del poder real del pueblo”.
El foro contó con la moderación del profesor Miguel González Marregot, asesor del Instituto de Estudios Parlamentarios Fermín Toro en el área de gestión municipal y participación ciudadana. Y también con la colaboración de la UCAB y el apoyo tecnológico de Universitas Fundación.
En defensa del sufragio y de decir la verdad
Cuenca, doctora en derecho, profesora de la UCLA en Barquisimeto y especialista en políticas públicas locales, fue la primera de los cuatro panelistas en analizar el tema. Expuso durante su intervención una serie de interrogantes controversiales que se plantean en el escenario electoral venezolano, luego de definirse a favor del sufragio. También llamó la atención sobre la responsabilidad de los partidos políticos en la defensa del voto y del municipio como institución.
Mencionó el dilema de votar o no votar para defender el poder local, en medio de un terreno minado, “culebrero”, y con un CNE que no ofrece confiabilidad ni garantías. El organismo electoral lo conforman cinco rectores, tres de los cuales están asociados al poder de Nicolás Maduro.
Pero del sufragio en sí mismo no depende el logro de un municipio fuerte, aclaró. ”Los partidos políticos tienen mucho que hacer y es cuidar el voto. También la participación ciudadana que está escéptica y la observación electoral que sea imparcial y que informe”, dijo.
Considera un error la creencia de que ejercer el sufragio legitima a Maduro o a una dictadura, o la percepción del gobierno cuestionado por su desapego a la separación de poderes.
“Ganamos mucho con el sufragio. Si salimos a votar se estimula la participación política, salir a la calle a defender el voto. Y si hay fraude electoral, porque hay que tener claro que no hay transparencia y nos exponemos a condiciones por cuidar el voto, entonces vamos a conocer al monstruo desde sus entrañas y podremos decirlo. Pero el resultado de la abstención ha sido la desmovilización, el desencanto, la desesperanza, y nada obtendremos”, señaló.
Luego de citar estudios sobre cómo las elecciones han conducido a transiciones para la democracia, como en los casos de Chile, Brasil y Panamá, abordó la crítica situación de los municipios y el desafío de los aspirantes a alcalde para gobernar con eficacia a través de las vías de cogestión y autogestión, en medio de la falta de recursos por la destrucción del situado constitucional.
“Hay que asociarse con comunidades de modo colaborativo, para construir el cambio”, expresó. Y consideró esencial el papel del liderazgo político para estimular el ejercicio del voto y la confianza: “Es la oportunidad de hablarle a la gente con la verdad, con gracia y suavidad. Para ampliar y explicar los contextos y las amenazas, y además innovar. Aprender cómo poder hacer política sin poder de dominación ni poder. Y saber cuáles son nuestras debilidades y superarlas o abandonar si vemos que no somos capaces”.
Cambiar el discurso
Por su parte, Narváez, especialista en administración y planificación pública y candidato por la Unidad a la alcaldía de Maneiro, estado Nueva Esparta, coincidió, durante su análisis, en la necesidad de cambiar el discurso político hacia las comunidades en defensa del poder municipal.
Con su experiencia como funcionario de la gestión del gobernador Alfredo Rodríguez, indicó que lograr cambios democráticos requiere reconocer la transición del país rentista, petrolero, al país posrentista, “y eso implica un cambio de actitud en el liderazgo político”.
“Estamos acostumbrados a hacer una campaña básicamente clientelar y eso ya es pasado. La forma tradicional de hacer política era que los partidos manejaban una especie de barajitas buscando acomodos y se olvidaron de la sociedad civil. Ahora debemos conectarnos con la gente y cambiar de actitud”, expresó Narváez.
“Decirle ‘yo no te puedo arreglar el techo’ es el punto de partida para expresarle la verdad. Hay que vender la nueva visión municipal y hacer lo mejor que podamos hacerlo, para apuntar hacia la reconstrucción”, agregó.
Apuntó que cambiar la comunidad para emprender una nueva etapa, luego de que “Chávez nos partió el alma nacional”, y además superar “el cuchillo en el corazón” de la diáspora, implica un esfuerzo colectivo de aproximación a la política. “Los partidos políticos deben reconocer su papel en la nueva Venezuela pos rentista. Y en este momento no hay nada más inteligente que hacer, que votar”.
La movilización: la mejor garantía electoral
La intervención de Rojas, aspirante a la reelección a la alcaldía de Manuel Ezequiel Bruzual, uno de los 21 municipios de Anzoátegui, se centró en la organización y movilización, como acciones decisivas para defender el municipio con el voto, y también para que la gente concurra a los centros electorales.
“La movilización, la organización y la participación ciudadana son fundamentales para ganar espacios que permitan difundir y desenmascarar las políticas erróneas del gobierno nacional y exigir en el progreso municipal”, dijo Rojas, especialista en gerencia y gobernabilidad política y organización de procesos electorales.
Ilustró la importancia del voto con hechos en su municipio y cómo la movilización logró revertir los resultados, luego de que en 1998 el chavismo ganó con amplio margen. “Es necesario la campaña electoral, el activismo político, el mensaje del candidato a su gente, el programa de gobierno; pero si no se organiza la búsqueda del voto, no vamos a tener los resultados esperados y se pierde el esfuerzo que se ha desplegado en la campaña”, aseveró.
Puntualizó que una de las motivaciones más importantes para los electores es que su voto sea protegido y contado a favor de quien quiere elegir. “Cuidar a nuestra gente de que no fuesen objeto de un arrebato por las fuerzas oficialistas nos llevó a construir un electorado que con su voto podía hacer cambios en el municipio, y a generar confianza en el elector frente al miedo y el chantaje”.
Recordó que con el voto se defiende al municipio “de quienes eliminaron de un plumazo las juntas parroquiales. De quienes han quitado a las alcaldías el derecho de ser patronos de sus trabajadores, por cuanto se encuentran pagando a través de otros sistemas. O de cámaras municipales, como es mi caso, que tiene mayoría del oficialismo y que ocasiona que ante la solicitud de un crédito pasan meses y meses para aprobarlo”.
Rojas enumeró tres aspectos específicos en beneficio del municipio y que deben ser objeto de diálogo para conseguir mejores condiciones electorales. Estas son: el Plan República ejercido por la milicia, “brazo político del gobierno central”; la prórroga de los cierres de mesa sin que existan electores en la cola y que “debe desaparecer”, y los coordinadores de los centros de votación. “Si creemos que el voto es el medio, debemos ir corrigiendo estos vicios”, exhortó.
Voto del municipio hacia las presidenciales
Desde su visión de joven dirigente político y comunitario, Schloeter, economista y candidato por la Unidad al municipio Sucre del estado Miranda, enfatizó también la necesidad de votar en defensa del poder local, ante gestiones ineficaces del oficialismo que no resuelven los problemas de las comunidades. Todas las instancias políticas de Sucre están copadas por el PSUV, dijo. “Los 13 concejales, el alcalde, los diputados regionales y el gobernador son rojos”, dijo.
En ese contexto, resaltó la importancia de la descentralización como proceso democrático frente a centralismo, del municipio y del sufragio para evitar el avance del estado comunal. Reconoció que las acciones que desde 2017 promovieron la abstención como método de lucha y pretendieron un cambio de ruta en el país, no dieron resultados. De allí que “más de la mitad de los venezolanos no se siente representada por nadie, más allá de que la mayoría quiere un cambio político”, por lo que el deber de la dirigencia es conectarse con los vecinos y construir una alternativa. Y también de poner la mirada en las elecciones presidenciales.
“La discusión en este momento no es votar o no votar, sino cómo salimos del desastre en el que estamos metidos como país y sociedad. Creo que hay que hacer algo tangible, no de un factor que uno no controla, sino el voto que hoy nos da la oportunidad para organizarnos, demostrar fuerza y unidad”, manifestó.
“El mismo clamor de los vecinos en la calle nos lleva hoy a tomar la decisión de participar en las elecciones no solo para construir una alternativa y mejorar la calidad de vida, sino también como herramienta política de organización y de mirada en el futuro hacia las elecciones presidenciales”, agregó.
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