En Venezuela, el ejercicio del periodismo se ha convertido en una odisea cargada de riesgos y desafíos debido a la creciente represión del gobierno de Nicolás Maduro. Esta situación se ha intensificado notablemente después de las elecciones presidenciales del 28 de julio de 2024, eventos que han marcado un punto de inflexión en la ya complicada labor de los medios de comunicación en el país.
Desde la llegada al poder de Nicolás Maduro en 2013, el entorno para los periodistas y los medios críticos ha sido cada vez más adverso, de acuerdo con las denuncias del gremio periodístico, que alega hostigamiento y amenazas por parte funcionarios chavistas.
Las tácticas de represión han incluido la censura, la persecución judicial y violencia que, según diversas ONG, crea un ambiente hostil que amenaza la libertad de prensa. Los últimos meses han visto un agravamiento en estas prácticas, particularmente tras las elecciones presidenciales del 28 de julio en el que el régimen ha detenido a periodistas y personal de medios de comunicación que cubrían las protestas registradas en varios estados de Venezuela.
De acuerdo con Marco Ruiz, periodista y secretario nacional de Trabajadores de la Prensa, en entrevista al portal Prodavinci, «en Venezuela existe un toque de queda comunicacional» que evidencia la ausencia de garantías para el ejercicio de la libertad de expresión.
Entre los casos recientes de detenciones a periodistas se encuentran Paúl León, Ana Carolina Guaita, Carmela Longo (quien recibió libertad condicional), Deisy Peña, Fernando Chuecos, entre otros, quienes después del 28 de julio fueron acusados por delitos de terrorismo según autoridades del régimen de Nicolás Maduro.
El SNTP ha expresado su preocupación ante un «escalamiento» en las prácticas de persecución a los medios de comunicación en el que califican como un sistema autoritario por parte del régimen chavista.
El Sindicato Nacional de Trabajadores de la Prensa de Venezuela es una organización que defiende los derechos laborales y la libertad de expresión de los periodistas y trabajadores de los medios de comunicación en el país.
Detenciones y hostigamientos a la prensa luego de las elecciones presidenciales
El 28 de julio de 2024, Nicolás Maduro fue reelegido por el Consejo Nacional Electoral (CNE) en unos comicios que muchos críticos y observadores internacionales calificaron de fraudulentos. Desde entonces, el régimen venezolano ha intensificado las medidas represivas en un intento de consolidar su poder y evitar cualquier forma de disidencia.
La creciente censura se manifiesta en la forma de clausuras arbitrarias de medios de comunicación, bloqueos de sitios web y redes sociales, y la confiscación de equipos de trabajo. La represión también se traduce en la detención y el acoso de reporteros y editores, que a menudo son sometidos a interrogatorios sin garantías legales y enfrentan cargos inventados para silenciarlos.
Hasta la fecha, el Sindicato Nacional de Trabajadores de la Prensa contabiliza un total de 16 periodistas, reporteros gráficos y trabajadores de la prensa detenidos, mientras que la misma organización advirtió el 15 de agosto que al menos 40 profesionales de la comunicación entre el 1° y 2 de agosto han sido despedidos de medios públicos como Venezolana de Televisión (VTV) y Radio Nacional de Venezuela (RNV) en el que varios de ellos admitieron sentir temor de denunciar sus despidos.
“Los han despedido por darle ‘me gusta’ a cualquier publicación de María Corina Machado o por escribir ‘fraude’ en sus estados de WhatsApp”, destacó el SNTP.