Las mujeres detenidas en el Instituto Nacional de Orientación Femenina -INOF-, en el estado Miranda, sufren abusos y tratos crueles por parte de las autoridades. Así lo denunciaron familiares de las reclusas, quienes pudieron el lunes, durante una visita, corroborar la situación que vive en ese centro ubicado en el estado Miranda.
En la última requisa, denunció el Observatorio Venezolano de Prisiones, solo dejaron a las víctimas con la ropa que tenían puesta y les botaron hasta la leche de los niños que están junto a sus madres en ese lugar.
La ONG publicó en X: «Familiares lamentaron el sufrimiento de las internas en lo que catalogaron como ‘la peor y más despiadada requisa de todas’ ejecutada por el Grupo de Respuesta Inmediata y la Guardia Nacional Bolivariana».
«Aunado al daño psicológico al que sometieron a las mujeres privadas de libertad, los familiares aseguraron que ahora tendrán que sacar dinero de dónde no tienen para reponer todo lo que les botaron», añadió.
«Les quitaron libros, comida, agua, sábanas, cobijas. A unas las maltrataron física y psicológicamente. Eso fue horrible, como nunca antes lo habían hecho. No sabemos por qué lo hicieron», dijo a la prensa la familiar de una de las reclusas.
Niños víctimas de violación a sus derechos
El observatorio resaltó que los niños que se encuentran en el INOF tienen derecho a la protección, al acceso a bienes esenciales para su bienestar y desarrollo y a vivir en condiciones dignas.
«Independientemente de las circunstancias de sus madres. Por ende, despojarlos de sus insumos es despojarlos de su dignidad y de su derecho fundamental a una vida en condiciones adecuadas, infringiendo la obligación del Estado de velar por el interés superior del niño ante cualquier actuación», señaló.
Calificó de inaceptable y profundamente alarmante la situación en la cárcel y anunció que reportan a los organismos internacionales, con evidencias, la «grave negligencia por parte de las autoridades y la flagrante violación» a los derechos humanos de los menores.
«Para el régimen no es suficiente el daño que causan a la población de mujeres reclusas, sino que además arremeten sin piedad contra niños inocentes que son obligados a vivir el infierno junto a sus madres», rechazó.