VENEZUELA

Cardenal Baltazar Porras aboga por la libertad de presos políticos como un gesto de «magnanimidad política»

por El Nacional El Nacional

El administrador apostólico de la Arquidiócesis de Caracas y obispo de Mérida, cardenal Baltazar Porras, abogó en su mensaje de Navidad por la libertad de los presos políticos, como un gesto de «buena voluntad, de humanidad e, inclusive, de magnanimidad política».

A través de un comunicado difundido por la Arquidiócesis de Caracas, Baltazar Porras consideró que este gesto podría contribuir «en aras de las tan necesitadas reconciliación y paz social».

En este sentido, hizo un «apremiante llamado a la conciencia de quienes tienen la potestad de tomar decisiones en este sentido, a fin de que sean concedidas en justicia lo antes posible medidas que les devuelva de manera incondicional la libertad a todas estas personas, permitiéndoles así retornar a sus casas con sus familias en esta Navidad».

En la misiva, el eclesiástico manifestó su solidaridad con estos hogares venezolanos que recibirán la Navidad y el año nuevo con «el lacera te sufrimiento» de tener un puesto vacío en su mesa porque uno de sus miembros se encuentra privado de libertad por razones políticas.

«Este drama nos tiene que interpelar a todos para unir esfuerzos y conseguir caminos de reconciliación fundamentados en la verdad, la justicia y el perdón», argumentó.

Mensaje de Navidad

En su mensaje de Navidad, el cardenal Baltazar Porras también expresó su «solidaridad y afecto» con todas aquellas familias venezolanas que se han visto afectadas por la crisis económica, la migración forzosa, la violencia de género, por alguna enfermedad o la pérdida reciente de un ser querido.

Resaltó que la si la esperanza «no sé traduce en acciones y gestos de justicia, de solidaridad fraterna y atención de los más frágiles, continuará prevaleciendo esa lógica del descarte contra la que tanto nos pone en guardia el Papa Francisco».

«Si la esperanza en Dios no cuenta con la buena voluntad de los hombres no pueden germinar las semillas del Reino de justicia y de paz», insistió.

Para finalizar, el obispo encomendó en sus oraciones al Dios Niño a «todos aquellos que viven en la pobreza, la injusticia, la desigualdad, en las consecuencias humanas y sociales de una crisis que sigue estando presente en el día a día de la gente».

«A Él (Dios Niño) confiamos también a quienes han sido llamados a ser responsables de la vida pública, de ese bien común que es fundamento de equidad y justicia. En Él y en su presencia cercana que salva confiamos», enfatizó.