Autoridades venezolanas reforzaron la seguridad de su paso fronterizo con Colombia ante la violencia de los últimos días en la localidad colombiana de Cúcuta, donde se vive una crisis por la creciente presencia de la guerrilla del Ejército de Liberación Nacional (ELN), que ha intensificado sus ataques en el departamento Norte de Santander, del que esa ciudad es capital.
«Se han reforzado los pasos fronterizos. Garantizamos el tránsito por los pasos venezolanos. Venezuela está en paz», indicó el gobernador del estado Táchira (oeste, fronterizo con Colombia), Freddy Bernal, según video difundido este viernes por el canal nacional Globovisión.
Bernal expresó solidaridad al pueblo colombiano, especialmente a las poblaciones de Norte de Santander que -dijo- han sido sometidas a «hechos de violencia que conmocionan la paz y tranquilidad».
Freddy Bernal aseguró que el Táchira está absolutamente en paz tras detonaciones de artefactos explosivos en Cúcuta
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Informó que se comunicó con el gobernador del Norte de Santander, William Villamizar, y con el alcalde de Cúcuta, Jorge Acevedo, a quienes manifestó el apoyo de Nicolás Maduro, investido el 10 de enero presidente por el Parlamento, controlado por el chavismo, para un tercer mandato tras su cuestionada reelección, en julio de 2024.
“El Táchira está en total paz”
Bernal aseguró que «mientras el Norte de Santander está sometido a una espiral de violencia, el estado Táchira está en total paz».
El jueves en la noche, desconocidos dinamitaron el peaje de Villa del Rosario, localidad colombiana en la autopista internacional que comunica Cúcuta con la ciudad venezolana de San Antonio del Táchira, dejando cinco personas heridas, y atacaron también tres puestos policiales, acciones que según el gobernador Villamizar causan «zozobra y dificultades» a la población.
Pese a que las autoridades no han identificado a los responsables de esos ataques, todas las miradas apuntan al ELN, que hace un mes le declaró la guerra al Frente 33 de las disidencias de la FARC en la región del Catatumbo, donde han sido asesinadas al menos 63 personas y cerca de 85.000 se han visto afectadas por la violencia.
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