VENEZUELA

Análisis de entorno: Un Plan Marshall para Venezuela

por Avatar Benjamín Tripier

Si bien la mención del Plan Marshall tiene más un elemento de referencia conceptual que de paralelismo operacional, o de manera de hacer las cosas, es bueno que, hablando de la reconstrucción de Venezuela, tengamos como un marco de referencia al Plan Marshall que Estados Unidos implementó en Europa después de la Segunda Guerra Mundial, y que sin duda tuvo un peso importante en la recuperación económica de Europa.

Para que lo económico tuviera sentido había que trabajar en las instituciones y echar las bases para que cada dólar invertido tuviera un resultado expandido. Por cómo han evolucionado las cosas en la humanidad Estados Unidos sigue manteniendo, desde la Segunda Guerra Mundial, el liderazgo en la forma que toma el mundo, pareciéndose a nuestros valores occidentales y marcando las diferencias con todo aquello que no los incorpora.

Quienes van a ayudarnos a reconstruir nuestra querida Venezuela van a ser aquellos con afinidades culturales y de modo de vida; y que, si bien el modo de vida no tiene límites estrictos para decir modo de vida tal y modo de vida cuál, sí tenemos una idea de qué es lo que es razonable y de sentido común para nosotros, por cómo hemos ido evolucionando como nación, como cultura, y como pueblo, con todas las mezclas que nos caracterizan. Porque después de la terrible experiencia con la revolución bolivariana, ya sabemos qué es lo que no debemos hacer.

Por eso tenemos que concentrarnos en lo que sí debemos hacer, y en ese sentido el tema del Plan Marshall para Venezuela debería tener como ancla una asistencia financiera y económica para estabilizar la economía y recuperar sectores claves como el petróleo, la agricultura y la manufactura.

Porque hay que decir que en la parte comercial, que es la última la capa transaccional de última milla, es la que hemos ido explotando todos estos años y en realidad nos hemos dado cuenta que no tiene la profundidad de sostenerse, porque de ese tipo de negocios entras y sales muy rápidamente, pero nos ha servido para ir transitando este espacio de la historia que esperamos que pronto quede en el pasado como un recuerdo triste pero que cuando miremos hacia adelante podamos sonreír y poner todo el esfuerzo y la energía de construcción.

Tenemos que trabajar sobre las inversiones en infraestructura, transporte, energía, agua y saneamiento de forma tal de que la asistencia financiera y económica que recibamos caiga en un entorno fértil que permita impulsar la actividad económica y mejorar la calidad de vida.

Con una pobreza gigantesca y unas diferencias brutales, vamos a necesitar empezar a transitar ayudando a todos aquellos que no tienen la capacidad de auto sostenerse para hacerlo para que lo hagan pero al mismo tiempo darles salud, educación y seguridad social, además de un acceso garantizado a servicios básicos mientras se van formando y preparando para aquel tipo de actividades que sabemos que van a ser de trabajo intensivo para ir incorporándose a la actividad económica y recuperarnos de uno de los daños mayores que nos ha dejado el chavismo, que es la pérdida de la de la autoestima.

Debemos recuperar la autoestima para sentirnos útiles y para poder mirar con confianza a nuestra descendencia y hacerles ver que el trabajo y la agregación de valor que es el motor que ha movido la sociedad occidental hasta ahora y de la cual el chavismo ha intentado apartarnos; pero que esa base social despertó de su síndrome de Estocolmo, y hoy está a la espera de que se abran las puertas y las posibilidades para empezar a vivir nuevamente.

Estamos claros que el trabajo que agrega valor es el trabajo de la empresa privada, y para eso es que todo lo que hablamos anteriormente de asistencia financiera de infraestructura y de desarrollo social, es la línea de ensamblaje en la que deben caer esos elementos, dando forma a unidades productivas que deben convertirse en la cadena de transmisión y agregación de valor con inversiones privadas de venezolanos que las tienen en el exterior y de extranjeros que puedan confiar en esta nueva etapa para crear y asegurar el único mecanismo para disminuir la pobreza que es la creación de empleos genuinos que agregan valor.

Sin transparencia, sin justicia, y sin el fortalecimiento de las instituciones democráticas que generen un entorno propicio para el desarrollo económico y social, será muy difícil que logremos reorganizarnos, porque de alguna manera la subversión de valores, haciendo ver que solamente el gobierno es el que puede tomar decisiones por uno, y lo que se ha dado en llamar la viveza criolla expandida e institucionalizada, son elementos marcadores que posiblemente nos acompañen al menos por una generación más, hasta que logremos despejarlo y convertirlo en la referencia de lo que no está bien, e inclinarnos a seguir trabajando en lo que sí está bien.

Un plan donde las distintas piezas puedan articularse y puedan hacerlo en forma previsible y con una cierta racionalidad de normalidad, donde todo sea fácilmente entendible a la primera explicación.

Recién entonces el resto del mundo, vía primero los organismos internacionales y después los gobiernos de otros países, van a ayudar y contribuir para que el nuevo mecanismo funcione bien y en forma acelerada.

En nuestro caso tenemos todas las posibilidades de acelerar sin que se pierda calidad, porque los recursos que reconocemos como ventajas comparativas solo pueden ser convertidos en competitivas si las personas nacionales y extranjeras confían y contribuyen en el desarrollo del plan.

Y dejé para el final el elemento del desarrollo sostenible-sustentable, porque todos los esfuerzos deben ser puestos en la perspectiva de poder convertirse en legado para las generaciones futuras; esto es que cada paso de construcción sobre el que avancemos, se convierta en una plataforma para seguir construyendo encima y no como está ocurriendo ahora, que permanentemente ponemos bases que se destruyen, y comenzamos de nuevo cada tres meses, cada cinco meses, y cada vez que al liderazgo de la revolución se le ocurría cambiar de idea, o las cosas no le salían bien, entonces las cambiaba e inventaba unas distintas.

Hace falta un compromiso de largo plazo por parte tanto del nuevo gobierno de Venezuela como de la comunidad internacional, y con una participación activa de la sociedad civil para garantizar su éxito y sostenibilidad.

Político

El salvajismo de las amenazas por parte de Nicolás Maduro en estos días, comprometiendo la vida y la integridad de todos aquellos que no apoyen su juramentación el próximo 10 de enero, no hace otra cosa que ratificar que no tienen la razón y que podrían quedarse en el gobierno solo mediante el uso de la fuerza bruta.

Porque ya no es solo el derramamiento de sangre amenazado, sino también el estado de guerra para el que se están preparando hacia una situación de enfrentamiento de fuerzas armadas sin bandera.

Porque desde el lado de Venezuela donde el gobierno sabe que no tiene la seguridad de poder contar con el apoyo de las fuerzas militares (así el alto mando esté totalmente cooptado por la revolución), están optando por apelar a fuerzas sin bandera integradas por las FARC y por Hezbolá, así como también por grupos milicianos para enfrentar a lo que en el gobierno temen más, que es una incursión armada de extracción por parte de grupos militares privados, con la intención de cobrar los rescates y las recompensas ofrecidas por el Departamento de Estado, más los incrementos que se espera que los lleven -Marcos Rubio dixit– a ofrecer 100 millones de dólares por cabeza.

Por lo cual se debería pensar que si este escenario adquiere una mayor probabilidad de ocurrencia tal vez se harían ciertas las declaraciones de Maduro sobre el derramamiento de sangre que ocasionarían en su afán de retener el poder cueste lo que cueste.

Sigue la aseveración de que Edmundo González Urrutia no podría juramentarse en territorio venezolano porque se haría pasible tanto él como sus colaboradores de una arremetida sangrienta por parte del gobierno. Claro que las amenazas, como les decía más arriba, cada vez asustan menos, y cada vez envalentonan más a la gente como para salir a la calle a apoyar la juramentación.

Parece difícil imaginar la manera (el «cómo») en la que podría el chavismo abandonar el poder, más que nada porque el enfoque defensivo que está utilizando, es una repetición de los métodos del pasado, pero reforzados porque cada vez la gente les tiene menos miedo.

Por consiguiente, el “cómo no es fácilmente digerible porque, así como las circunstancias han cambiado dramáticamente, las soluciones también deben ser novedosas y disruptivas, y difícilmente anticipables.

El tema que consideraron los americanos en el año 2019 de crear una zona liberada en la Península de Paraguaná y establecer allí, en territorio venezolano, la juramentación de Edmundo González y la base inicial del nuevo gobierno, es un escenario disruptivo que combinaría un uso limitado de la fuerza militar con la presencia física del nuevo presidente de Venezuela, juramentándose frente a la Asamblea Nacional del 2015 y con el apoyo del TSJ en el exilio. Contando tal vez con la presencia de los presidentes de los países amigos del pueblo de Venezuela y también contando con el apoyo de Estados Unidos como garantía de protección.

Lo anterior es un escenario cuasi descartable por los recursos que habría que comprometer y por lo novedoso del concepto, pero a su vez se volvería un escenario posible por lo inédito del enfoque. Habría que trabajar en las valoraciones de posible y probable y asignarle valores que permitan una evaluación más certera de un tema que descartaron la vez anterior bajo el primer gobierno de Trump.

La selección de Paraguaná en su momento, tuvo que ver con la presencia de fuerzas iraníes en las refinerías y por ser el espacio geográfico venezolano más cercano al territorio continental de Estados Unidos, por aquello de los misiles iraníes que ahora se ven reforzados por la fábrica de drones que ya tienen en Venezuela.

Toda la información y los supuestos de los párrafos anteriores surgen de medios públicos de comunicación, los cuales ordenados de cierta forma, que permitan cubrir los puntos ciegos, y darles peso a las señales débiles, por lo que deben ser incorporados al análisis en la conciencia de que las ventajas estratégicas se encuentran en lo que todos saben pero pocos hacen, pero también en lo que pocos saben y alguien es capaz de hacer.

Otro tema es la Ley Libertador Simón Bolívar promulgada por la AN 2020 como reacción a la aprobación por la cámara baja del congreso de EE UU de la ley Bolivar. Pero cuyo propósito es limitar -por intimidación- el accionar de la oposición todo de cara a que el 10 de enero Maduro pueda juramentarse con el mínimo de interferencia posible.

Un migrante venezolano avanza por el Darién hacia Estados Unidos. Foto: Roberto Cisneros / AFP

Social

Creo que todos sabemos que el porcentaje de venezolanos en esta oleada de huida de Venezuela que pueda estar presente indocumentado en los Estados Unidos debe ser muy bajo, principalmente por las restricciones a la entrada y por los números de países como Colombia como Chile como Perú y hasta en la misma España, que tiene números grandes que se aproximan a los números que totalizan la diáspora.

En definitiva, pareciera que no hay más de 250.000 venezolanos en esas condiciones en los Estados Unidos siendo una parte muy limitada de los 11 millones de indocumentados extranjeros que declaró el presidente Trump que planifica expulsar a partir de la fecha de la toma de posesión.

Lo anterior significa que la carta de negociación de recibir o no a los a los emigrados venezolanos no sería tan importante como para que se rompa una estrategia que, según todas las fuentes, es muy clara en que lo único que se negociaría con Maduro es la manera en que saldría, porque dan por hecho que va a salir y dan por hecho que cualquier opción de conversación o negociación ya se agotó y ahora es el momento de los hechos y no de los dichos.

En la semana del 29 de julio pasado donde quedó claro para la gran masa de votantes opositores y de votantes chavistas también que no iban a respetar el resultado electoral e iban a utilizar todos medios a su alcance para para retener el poder, se empezó a cumplir el anticipo de las encuestas que decían que había entre 4.000.000 y 7.000.000 de venezolanos más con la intención de salir del país.

La semana pasada publicamos unos porcentajes que dejaban en el orden de 26% a aquellos que habían decidido quedarse en el país y que la diferencia hasta 100% estaba entre los que estaban totalmente decididos a irse y aquellos que podían tener alguna duda, pero que su intención definitivamente era irse.

Debido a lo cual lo más probable es que si los mandaran de regreso, seguramente los encarcelarían y los someterían a tortura, debido a lo cual lo más probable es que en sus casos se haga un filtro que permita identificar a aquellos indeseables (el Tren de Aragua está presente en 16 estados de la Unión) y con ellos se tome alguna decisión específica, y a los otros que en general han demostrado internacionalmente que son venezolanos con gran capacidad de trabajo y de lealtad hacia el país de acogida, es posible que una parte de esa cantidad termine quedándose en los Estados Unidos.

Los 235 menores que fueron liberados esta semana qué pasó son mensajeros hacia el resto de la comunidad, sobre el salvajismo con el que el gobierno trata a los presos políticos,de forma tal de que el mensaje se expanda y se convierta en una barrera para todo aquel que quiera intentar oponerse abiertamente a la toma de posesión de Maduro.

Pero algo que se nota cada vez más, haciendo lecturas transversales de la sociedad, es que lo que en el pasado podía significar un terror que paralice e inhiba, en estos momentos ya casi habiendo perdido el miedo, se refuerza el rechazo y el repudio hacia el chavismo, ya no solo como gobierno, sino principalmente como una ideología y un movimiento que, según palabras de ellos mismos, han traicionado a la revolución y la han convertido en una fuerza de ocupación con muy con muy pocos escrúpulos disfrutando infligir daño dolor y tortura.

Todo hace pensar que el chavismo es insostenible como fuerza gobernante y que, si en las elecciones sacó 30% de los votos, si hoy hubiera que repetir elecciones, podría llegar en forma ajustada a un poco menos de 20%. 

Es muy difícil que un gobierno con una arquitectura basada en la Fuerza Armada, en el dinero y en el apoyo popular, pueda, de un momento para otro, cambiar su enfoque sabiendo que solo cuenta con la cúpula de la Fuerza Armada, y sabiendo van a caer dramáticamente debido al endurecimiento de Joe Biden ahora y de Donald Trump después. Y también sabiendo que ya no cuentan con el pueblo que los apoye, sino todo lo contrario, es el pueblo el que quiere que se vayan.

Lo cual significa que el movimiento opositor que en estos momentos debe contar con más de 80% del apoyo popular y que debido al apoyo internacional, es la única fuerza capaz de ofrecer un futuro de bienestar, de crecimiento y de verdadero progreso económico, y principalmente capaz de sacar a la gente de la pobreza en forma acelerada, debido al impacto del posible Plan Marshall que las naciones occidentales y capitalistas del mundo van a aplicar sobre el país, pudiendo generar crecimientos interanuales parecidos a los de nuestra vecina Guyana de entre 35% y 50% interanual.

Lo anterior basado no solamente en petróleo sino principalmente en las ciencias del conocimiento tales como la tecnología la logística y el turismo, entre tantas aristas en las que el venezolano puede contribuir con la sociedad local regional y mundial. Porque ha demostrado una capacidad de supervivencia sin haber perdido los valores y las prioridades que algunos específicos con nombre y apellido también han demostrado que sí los han perdido.

Económico

Tenemos que estar claros en que el futuro económico de corto plazo, hasta prácticamente mediados de febrero del 2025, va a estar condicionado por la turbulencia política y por la aplicación de un conjunto creciente de sanciones que se aplicarán desde el gobierno de Biden hasta el 20 de enero, y desde esa fecha por parte del gobierno de Trump.

El escenario económico más probable es aquel que reconozca que los ingresos petroleros se van a estancar y que los actores oficiales de la política económica van a ser sometidos a presiones muy fuertes, tanto por el proceso de purga interno en pos de apropiarse del control de Pdvsa, como de las sanciones individuales a todos los funcionarios y a sus familiares que harán que en sus prioridades personales la gerencia pública y los objetivos de la revolución sean reemplazados por objetivos personales de supervivencia.

Porque ya está claro que hay un sálvese quien pueda y que ya ningún funcionario, empresario, analista o militar venezolano, puede confiar en sus pares, sino todo lo contrario, puede temer que el ataque personal provenga desde cualquiera de ellos. Lo cual significa que las políticas públicas serán -y ya están siendo- reemplazadas por acuerdos a la medida entre privados y funcionarios en la conciencia de que no hay ningún funcionario que pueda asegurar el cumplimiento, o bien de la palabra empeñada, o bien de la carta firmada.

Debido a lo cual cada empresa debe reconocer su mercado en forma estricta y precisa en cuanto a la cadena de suministro aguas arriba y a los canales de agregación de valor y distribución, aguas abajo, así como deben estar claros en quiénes son sus competidores y cuáles tienen la seriedad como para establecer alianzas duraderas, y no ser víctimas del ya mencionado sálvese quien pueda, donde ninguno quiera caer solo y más bien traten de arrastrar a otros con ellos.

De todos modos, como nuestra sociedad venezolana es relativamente pequeña y nos conocemos todos por nombre y apellido, cada empresario debe saber en quien puede o no puede confiar y quiénes son los que ya forman parte de «listas negras», por los antecedentes de corrupción y deshonestidad. 

Y el tema de las listas negras no está siendo desarrollado por la oposición venezolana quienes seguramente van a generar un espacio de comprensión y perdón, sino por las instituciones de Estados Unidos que fueron armándolas a lo largo de los años y que ya son parte de la lista inicial de 2000 personas que anunció el secretario Blinken como complemento a los 60 sancionados que deben ser publicados en estos días.

Lo que se puede anticipar para los siguientes 90 días en Venezuela es inestabilidad política muy fuerte con una alta probabilidad de violencia que profundice la recesión y que las empresas confiables puedan hacer acuerdos directos con sus clientes utilizando canales de distribución dedicados y con bajos requerimientos de servicios públicos.

Trump

Donald Trump. Foto: AFP

Internacional

Cada vez que va a arrancar un nuevo presidente de Estados Unidos la pregunta que surge desde nuestra región es si Latinoamérica va a tener algún rol importante o va a ser tomada en cuenta, y de alguna manera reconociendo que somos el patio trasero, podemos ser un patio trasero que está bien mantenido y del cual se ocuparon, o un patio trasero al que nadie le presta atención. Y el sumun del buen comportamiento sería que dejáramos de ser el patio trasero.

Siempre se ha dicho que Miami es la capital de Latinoamérica lo cual tiene un sentido práctico porque la vía más corta para llegar entre dos capitales latinoamericanas es a través de Miami; es posible que en algunos casos haya algún vuelo directo de una capital importante a otra o algo por el estilo, pero no tienen la frecuencia de hacer que se llegue en menos tiempo, y con más comodidad y facilidad. De hecho, en la práctica, Miami es la ciudad donde convergen las distintas sociedades latinoamericanas generando un espacio común donde conviven y se entienden.

Lo anterior es para introducir que en los últimos 10 años el presidente Donald Trump ha vivido en Florida y ha tenido que convivir necesariamente con la sociedad latinoamericana versus el caso de todos los presidentes anteriores que principalmente convivían con la sociedad norteamericana. Ya sea de cierto perfil como los Obama u otro perfil como los Kennedy, o de algo diferente como los Bush.

En este caso Trump ha venido conviviendo con los latinoamericanos y no solamente los entiende, sino que ha empezado a incorporar algunos elementos en sus esquemas de valores.

Si además tomamos conciencia que su nueva jefa de gabinete proviene de Florida y que el asesor de seguridad nacional también, y que el secretario de Estado es un latinoamericano nacido y criado en los Estados Unidos, podemos anticipar que la influencia de la sociedad latinoamericana sobre la estructura del gobierno norteamericano, tal vez por primera vez en la historia, va a ser importante y va a ser resaltante.

Porque independientemente de que los problemas relevantes del mundo que debe atender el gobierno norteamericano están en China, en Medio Oriente y en Rusia, estos van a ser analizados con un componente referencial implícito muy fuerte de cultura latinoamericana.

Por lo que podemos anticipar que dentro de las prioridades de este nuevo gobierno además de las tres personas mencionadas, nuestra región, así no sea como programa del gabinete de ministros, estará presente como parte del desayuno, de la cena y del tipo de vida diaria de los funcionarios clave de este nuevo gobierno.

Dicho lo anterior el tema Venezuela se incorpora como un subconjunto de los problemas relevantes principalmente debido a las relaciones con Rusia y con Irán, porque por las relaciones con China no deben preocupar porque los chinos salieron de Venezuela como resultado de una mala experiencia tanto en los negocios y las inversiones, como en la manera de manejar la deuda gigantesca que Venezuela adquirió con ellos.

Y entre Rusia e Irán, dos países que son escenarios de conflictos armados que tienen a los Estados Unidos como contraparte relevante, la relación de estos con Venezuela es concreta formal e imbricada en el ADN de la revolución bolivariana. La cual, al perder los apoyos internos, civiles y militares, se apoya en Rusia para el mantenimiento de los equipos militares y la provisión de recursos Wagner. Y se apoya en Irán para la construcción de drones y para funcionar como un sustituto de las fuerzas militares en caso que descubran (como seguramente ocurrirá) que las bases de las fuerzas armadas ya no apoyan al chavismo.

Debido a la anterior y para tranquilidad del entorno de seguridad de los Estados Unidos es que posiblemente impulsen la aceleración del cambio de gobierno porque de las dictaduras de la región es la única que sigue representando «una amenaza inusual y extraordinaria para la seguridad interior de los Estados Unidos». Porque ni Cuba ni Nicaragua son un problema para ellos, porque son sociedades muy pobres encapsuladas en sí mismas y totalmente aisladas de los países del eje del mal que son los únicos que podrían apoyarlos.

Si bien puede anticiparse una presión muy fuerte sobre el chavismo a partir del 20 de enero, no debe perderse de vista que en los dos meses anteriores a esa fecha, está gobernando Biden con niveles de presión muy altos sobre Venezuela, aunque no tan altos como los que se espera por parte del gobierno de Trump, cuyo objetivo con alta probabilidad de cumplimiento es lograr que el nuevo gobierno de Venezuela democráticamente y mayoritariamente elegido por el pueblo, pueda hacerse cargo del país y convertir la amenaza en una oportunidad.

Recomendación

  • Al gobierno: que revise el estatus de sus relaciones con los países de la región y busque que regresen las embajadas y consulados que tuvieron que salir de Venezuela, lo cual permitiría a su vez que las embajadas y consulados de Venezuela en esos países también puedan reabrirse. No es un tema de ideologías sino de pragmatismo y de apoyo a los venezolanos que quedaron en situación de parias al no contar con sus documentos básicos.
  • A la dirigencia opositora:que mantenga el optimismo y el buen ánimo y que haga lo propio motivando a las bases que los apoyan para lograr que en la práctica puedan ocurrir los cambios que todos buscamos, para vivir mejor. Y que se aseguren que la comunicación entre María Corina Machado y Edmundo González sea diaria y se sostengan mutuamente en cuanto a los niveles de pensamiento, de forma tal que esta separación sea lo menos dañina posible y aproveche las mayores oportunidades que puedan identificarse.
  • A la dirigencia empresarial:queentiendan que Venezuela es una sola y que no puede haber compartimentos estancos donde lo económico esté divorciado de lo institucional. La pregunta es si las decisiones que tome el gobierno el 10 de enero, si es que decide retener ilegalmente el poder, serán aceptadas por los empresarios, o si tendrán algo que decir. Solo tienen que consultar con sus abogados como para que les expliquen el nivel de exposición al que ya están sometidos, y que puede complicarse aún más… nunca olviden que las negras también juegan.