Ran Tellem, productor de series como Homeland o The Head, rebajó el valor de la inteligencia artificial (IA) como amenaza para los guionistas y creadores del audiovisual: «Es el peor guionista de la sala». Lo aseguró durante una charla en el festival Iberseries & Platino Industria en Madrid.
«Puede duplicar nuestro trabajo. No obstante, la capacidad para romper con los géneros establecidos y crear cosas nuevas es puramente humana, no de la IA«, explicó en un encuentro con el también productor Eric Barmack (Dark).
Frente a la visión de esta nueva tecnología como una innovación que pudiera poner en jaque los puestos de trabajo de la industria, el productor israelí prefiere focalizarse en la búsqueda de nuevas narrativas.
«Me intriga saber lo que ven mis hijos, porque ellos no ven lo que yo, y tengo curiosidad por cómo abordar esas historias que duran treinta segundos», dijo.
Tanto Tellem como Barmack aprovecharon para adelantar pinceladas de sus proyectos futuros bajo la producción de The Mediapro Studio.
Proyectos sin IA
En el caso de Tellem, destaca una tercera temporada de The Head, dirigida por el español Jorge Dorado con distribución en más de 100 países y un reparto internacional (Suecia, Irlanda, Reino Unido, España, China…), con la estadounidense Kristen Stewart y el español de origen libanés Hovik Keuchckerian.
«Hace años se decía que esto era una ensalada europea pero esto es alta cocina», aseguró Tellem. Además, también promocionó la serie The young Poe que adaptará, también bajo la dirección de Dorado, la novela homónima de la escritora barcelonesa Cuca Canals para simultanear una trama de investigación policíaca con las primeras tentativas de escritura de un joven Edgar Allan Poe.
En el caso de Barmack, la película Invitation to a murder llevará a Netflix una ficción de resolución coral de crímenes al estilo Agatha Christie. Será «la primera producción de Latinoamérica con Netflix» de su productora Wild Sheep Content, basada en el libro del mismo nombre de Carmen Posadas, con un reparto en el figurarán Manolo Cardona y Maribel Verdú.