El desabastecimiento en los supermercados ha provocado que los pasillos sean reducidos con la eliminación de estanterías y la reducción de la nómina de empleados.
Un establecimiento ubicado en Playa Grande, estado Vargas, pasó de contar con seis corredores repletos de productos a solo cuatro en diciembre del año pasado, reseñó La Verdad de Vargas.
Los empleados también se vieron afectados, ya que de 16 trabajadores pasaron a ser solo 11 porque las ganancias no son suficientes para cubrir los aumentos salariales.
Actualmente, los anaqueles están llenos de refrescos, chucherías, detergentes y envases de agua mineral.
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