Los bachaqueros, revendedores de productos de la cesta básica, continúan desaparecidos de las inmediaciones del Mercado Municipal de Catia, en Pérez Bonalde. En el lugar se observan pocos vendedores.
Un bachaquero, que prefirió el anonimato, dijo en una entrevista exclusiva para El Nacional Web, que ya no están trabajando en el sector y los que lo hacen están a “todo riesgo”.
“Ni la policía ni la guardia nos dejan vender desde que llegaron y nos sacaron a todos de la calle”, detalló.
El revendedor atribuyó la situación a una orden emitida por la alcaldesa del municipio Libertador, que dificulta realizar las ventas.
“Es una corrupción muy grande que viene desde lo alto. Una fuente nos dijo que Erika Farías es la que está aplicada con los bachaqueros. No quiere vernos trabajar en ningún lado”, señaló.
La fuente comentó que debido a la supuesta orden, se ha reducido la presencia de revendedores en el lugar; varios de ellos fueron presentados ante un tribunal y posteriormente liberados bajo régimen de presentación.
Resaltó que, según la información que ha recibido, en los otros mercados populares de Caracas la situación es la misma.
«Catia, Guaicaipuro, Quinta Crespo, Petare, todas las zonas están así. Supuestamente, ellos van a durar ahí con su punto de control durante cuatro meses. No quieren ver bachaqueros en esos sitios”, indicó.
Afirmó que la razón de la persecución contra los bachaqueros es por la creencia de que acumulan la comida; sin embargo, a su juicio quien acapara los alimentos es el gobierno nacional.
«Dicen que acaparamos y eso es mentira, los que la acaparan son el mismo gobierno”, comentó.
También aseguró que él continúa vendiendo y si puede volver a la zona se arriesgaría, pues allí tiene «contactos».
“Yo sigo trabajando por otro lado, vendo a restaurantes y establecimientos. Hay que ver cómo fluye la cuestión, pero obvio que sí volvería, claro que si”, expresó.