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El vuelo detenido: Ficciones del XIX (I)

Una de las características de la narrativa venezolana en el XIX es la localización de los relatos fuera de nuestras fronteras, además de las abundantes disyuntivas morales

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El primer novelista de nuestra historia literaria fue Fermín Toro. Gonzalo Picón Febres, aunque nos tiene acostumbrado a ser inclemente en sus críticas, le endosa “un estilo correcto y en ocasiones muy brillante”; sin embargo, afirma que Los mártires es una novela que fatiga al lector, cuyo tono es abundante en recursos lacrimosos y que, en general, su narrativa “adolece de los resabios románticos, sino también por la exigua originalidad de los asuntos”. Domingo Miliani refiere otras obras de Toro y en esencia considera “La viuda de Corinto” y “La sibila de Los Andes” como leyendas histórico-sentimentales más que como cuentos propiamente dichos.

Otro autor de este período fue José Heriberto García de Quevedo. Sus obras más conocidas se titulan El amor de una niña y Dos duelos a dieciocho años de distancia. Esta última se destaca por ser la segunda novela venezolana, publicada quince años después de Los mártires. Una de las características más resaltantes de la narrativa de este autor romántico es la localización de sus conflictos narrativos fuera de nuestras fronteras. Osvaldo Larrazábal lo califica más como poeta que como narrador y Picón Febres recalca los olvidos de los que ha sido capaz la crítica de entonces con respecto a este autor: denuncia con prosa ácida la omisión que le hiciera Gil Fortoul en su trabajo “Sobre la literatura venezolana”, galardonado en 1903 por el Cojo Ilustrado.

Cabe destacar en este período las narraciones breves escritas por Rafael María Baralt, autor que para Mariano Picón Salas es la antítesis de Fermín Toro y Juan Vicente González debido a su estética y cultura. Lo apoda como “el buen redactor” y describe a Baralt como un autor que no se inmiscuye con vehemencia en la cotidianidad venezolana, situación contradictoria, ya que es considerado el clásico historiador de nuestro período independentista. Escribió dos cuentos: “Adolfo y María”, muy similar a “La viuda de Corinto” de Toro. Igualmente, el primer relato se anexa al estilo heroico sentimental y para Miliani “Historia de un suicidio” se presenta con una prosa deficiente y de constantes incisos que detienen la narración para dedicar párrafos enteros a disyuntivas morales y éticas, elemento propio de la narrativa española durante todo el siglo XIX.

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