Papel Literario

Cinco poemas de Hilde Domin

por El Nacional El Nacional

Carrera macabra

Tú hablabas de quemar barcos

–y los míos ya eran ceniza–,

tú soñabas con levar anclas

–y yo estaba ya en alta mar–,

tú ibas de la patria a la Nueva Tierra

–y yo estaba sepultada ya

en tierra extraña,

y un árbol de raro nombre,

un árbol como todos los árboles,

creció de mí,

como de todos los muertos,

sin importar dónde.

**

Irresistible

¿La propia palabra,

quién la recupera,

la vital

palabra

todavía no pronunciada?

Por donde pasa la palabra

se secan los pastos,

las hojas palidecen,

cae nieve.

Un pájaro regresaría a ti.

Y no tu palabra,

la no dicha aún

a tu boca.

Envías otras palabras, más tarde,

suaves palabras, con plumas coloridas.

La palabra es más rápida,

la negra palabra.

Llega siempre,

no cesa

de llegar.

Mejor un cuchillo que una palabra.

Un cuchillo puede ser romo.

Un cuchillo atina a menudo

lejos del corazón.

No la palabra.

Al final está la palabra,

siempre

al final

la palabra.

**

Sobre nosotros

Se leerá sobre nosotros

póstumamente.

Nunca quise despertar póstumamente

la compasión de los escolares.

Nunca aparecer de esa manera

en un cuaderno de clase.

Nosotros, sentenciados

a saber

y no a actuar.

Nuestro polvo

jamás será tierra.

**

Lectura

Los libros entran en mí

a través de un gran portón

pagan algo

por su entrada

le dan algo

a mi chica del guardarropa

invisible

El teatro

al que entran

es oscuro

yo misma estoy en la entrada

aquellos amados

no sé cómo salieron

regresan siempre

**

Palabras

Las palabras son granadas maduras,

caen a la tierra

y se abren.

Todo el interior es barrido hacia afuera,

la fruta desnuda su misterio

y muestra sus semillas,

un nuevo misterio.