OPINIÓN

Y el Perú reaccionó

por José Luis Gil José Luis Gil

Unos días antes de la megamarcha del 5 de noviembre convocada por la iniciativa #ReaccionaPerú, el congresista Guido Bellido se burlaba de esta en un programa televisivo diciendo que solo irían “4 gatos”. La realidad parece haberle golpeado el inmenso ego del pequeño hombre de cabello rojo, porque a decir de las imágenes y los testimonios del evento, se habrían congregado más de cien mil personas (gatos). Mientras la “cabeza” de la marcha estaba cerca del Congreso de la República, la “cola” aún no terminaba de moverse del frontis del Palacio de Justicia. En provincias como Piura, Lambayeque, Trujillo, Ica, Cuzco y Puno entre otras, las marchas fueron mucho más numerosas que en el pasado reciente. El entusiasmo ciudadano ha sido un duro golpe para el gobierno de Pedro Castillo.

La rabia de la izquierda radical y sus eventuales corifeos, los progresistas, solo ha permitido balbucear que fueron “máximo 10 mil manifestantes”. Peor aún, quienes fungen de ser dueños de la “moral” y de la “verdad”, como la señora Rosa María Palacios, han dicho que esta marcha no tenía “contenido político” y otras sandeces que solo demuestra que, si no lo inventó o propuso o ideó ella, no sirve. Por eso le hacemos recordar un viejo adagio de Mao Tse-tung: “Solo tiene derecho a discutir quien ha investigado”. Por lo que sé, la señora ni asomó la cabeza en ningún tramo de la marcha, ni caminó frente al Palacio de Justicia, ni aspiró gases lacrimógenos. Sus medias verdades, que provienen solo de su lectura de los medios afines y su “amor-odio” por la “derecha” (a la que también sirvió), ya le han hecho perder toda objetividad. Pensé erróneamente que el “mercenarismo” político no existía.

Pero es necesario enumerar alguna de las razones del éxito de la megamarcha: 1. La convocaron ciudadanos independientes; 2. Los mensajes claros y naturales de ciudadanos de todas las clases sociales y ámbitos laborales, como trabajadores de los mercados y ciudadanos de a pie, 3. La estrategia comunicacional desarrollada en redes (ante la persistente renuencia de los medios masivos) que llegó a todos los sectores sociales. 4. La claridad de los mensajes como “fuera Castillo fuera” a favor de congresistas patriotas y contra los “lentejeros”, rechazando la nefasta consigna zurda “que se vayan todos”. 5. La asistencia de partidos políticos como el APRA, Renovación Popular, y otros y de innumerables colectivos civiles y militares, cuya experiencia es innegable y necesaria, quienes han internalizado positivamente la tendencia de la Unidad, y 6. La participación valiente y tenaz de la Iglesia Evangélica y Católica. Estrategias se les llama.

Ahora queda ser responsables y comprometernos a dar el paso siguiente: el paro nacional y la marcha a partir del 20 de noviembre. La llegada de una comisión de la OEA requerida por Pedro Castillo y su canciller, quienes con mentiras activaron la Carta Democrática (no vinculante con las decisiones en el Perú), será el “tiro por la culata” de este nefasto gobierno filoterrorista y corrupto y esperamos que, juntamente con la legítima protesta popular, terminemos de limpiar el Palacio de Gobierno y demos paso a una nueva etapa en los destinos del país. Sí se puede.

Artículo publicado en el diario El Reporte de Perú