OPINIÓN

Venezuela todo incluido

por Brian Fincheltub Brian Fincheltub

 

La isla de Margarita es el nuevo destino turístico de los rusos

 

Siempre soñé con un país que pudiese ser conocido en el mundo por sus inigualables playas, ríos, montañas y verdes sabanas. Si ser una potencia turística dependiera exclusivamente de las bellezas naturales, Venezuela sería, sin duda, la más importante de Latinoamérica, pues lo tenemos todo y más. Quizá a eso se refieren muchos venezolanos cuando afirman que Venezuela es el “mejor país del mundo”.

Pero para que turistas extranjeros se animen a visitarnos no es suficiente tener hermosos paisajes. Hace falta mucho más, por ejemplo, una infraestructura turística capaz de responder a una alta demanda de visitantes que incluye hoteles, restaurantes, medios de transporte, servicios públicos y sobre todo en un país como el nuestro, mucha seguridad. Todo ello se logra con el trabajo mancomunado entre el Estado y el sector privado.

En las naciones donde existen políticas públicas en materia de turismo todos los sectores se ven beneficiados frente a la visita de extranjeros a su territorio. Pues el turista viene a conocer, pero también a gastar. Así, desde que paga el impuesto al llegar al aeropuerto hasta que compra el souvenir a la señora que vende en la playa, todo significa ingresos para el país.

Lamentablemente para nosotros, lo que hemos estado viendo últimamente en Venezuela está lejos de responder a una política pública pensada para favorecer a todos los sectores. Todo lo contrario, significa en líneas generales la continuación del modelo castrista, donde aún en las peores condiciones de vida de los cubanos, los turistas no dejaron de llegar a la isla. No precisamente buscando lujos, sino en busca de otras experiencias, por ejemplo, turismo de aventura o turismo sexual.

Mientras las grandes agencias de turismo europeas y canadienses anunciaban paquetes “todo incluido” para los extranjeros, a los cubanos les faltaba hasta lo más elemental. En Venezuela se quiere hacer lo mismo, para que tengan una idea, en las últimas semanas los margariteños han visto llegar a la isla decenas de turistas rusos. Todos traídos al país a vivir tours cinco estrellas, mientras que si a los margariteños les tocara calificar sus condiciones de vida con estrellas saldrían claramente estrellados, pues deben sobrevivir como gran parte de los venezolanos sin agua, sin luz, sin gas y sin gasolina.

Algunos dirán que la llegada al país de turistas debe celebrarse vengan de donde vengan, pues al final eso “favorece” a los locales. Lamento no estar de acuerdo, pero más allá de algún consumo circunstancial que pueda hacer un turista, los grandes beneficiados son los miembros de la pujante nueva clase económica chavista, dueña de líneas aéreas, hoteles y agencias de viaje.  Vamos rumbo a convertirnos en el nuevo paquete turístico todo incluido de moda, preparémonos para ver llegar entonces turistas desde todas partes del planeta a ser testigos por sus propios ojos del “milagro económico” chavista.

@BrianFincheltub