OPINIÓN

¿Quién fue el primer discípulo de Jesús?

por Esteban Oria Esteban Oria

Un saludo cordial a mis hermanos venezolanos y a todos los que amamos y queremos a este mundo de la misma forma que hicieron los primeros cristianos. De eso se trata este artículo, de recordar la vigencia del mensaje de Jesucristo y en especial la importancia de la mujer en la vida de Jesús, al punto de que hoy podemos incluso darle un vuelco a la designación de primer discípulo de Jesucristo y llevarlo a una nueva esfera.

Esta aseveración ha sido parte de un debate prolongado entre las diversas corrientes de la cristiandad. Sin duda que para muchos el primer discípulo de Jesucristo fue Pedro, y fundamentalmente para la Iglesia Católica, pero cuando leemos la Biblia encontramos mensajes reveladores del Hijo de Dios que se hizo hombre y que vino a hacer una profunda transformación social en lo que respecta a las relaciones entre los seres humanos.

Uno de los aspectos que vamos a abordar en este artículo sobre Jesucristo y su rol como padre de una nueva era en la civilización es la posición de la mujer dentro del pensamiento de Cristo. Desde un principio Él asumió un cambio en la forma de tratar a la mujer, de hecho, en las reuniones que hacía el maestro participaban mujeres, lo que era sorprendente porque este tipo de eventos eran exclusivamente para hombres, y me estoy refiriendo actividades en la comunidad judía de la época.

En las reuniones con Jesús, además de los 12 discípulos, estaban incluidas María Magdalena, Salomé, María –la madre de Jacobo y José–, y la madre de los hijos de Zebedeo. Algunas de estas mujeres siguieron a Jesús desde Galilea hasta Jerusalén e incluso hasta el momento de su crucifixión.

Fue el mismo Jesús quien confirmó que tuvo discípulos mujeres en Mateo 12:46–50 cuando señaló a sus seguidores y dijo que cualquiera que haga la voluntad de Dios es “mi hermano, mi hermana y mi madre”.

En la historia que relata el encuentro de Jesús con la samaritana se evidencia ese cambio cultural que estaba produciendo. A continuación les copio parte de ese encuentro.

“Jesús se ha detenido a descansar cerca de un pozo en Samaria. Sus discípulos se han ido al pueblo a comprar alimentos. La mujer con quien Jesús habla ha venido a sacar agua. Él le dice: ‘Dame de beber’.

Esto sorprende mucho a la mujer. ¿Sabes por qué? Jesús es judío, y ella es samaritana. Y a la mayoría de los judíos les desagradan los samaritanos. ¡Ni les hablan! Pero Jesús es diferente, el viene a enseñar y transformar. Él le dice: ‘Si supieras quién te pide de beber, tú le pedirías, y él te daría agua que da vida’.

‘Señor’, dice la mujer, ‘el pozo es hondo, y tú ni tienes un balde. ¿Dónde conseguirías esta agua que da vida?’.

‘Si bebes agua de este pozo te dará sed otra vez,’ explica Jesús. ‘Pero el agua que yo daré puede hacer que uno viva para siempre’.

‘Señor’, dice la mujer, ‘¡dame esta agua! Entonces no tendré sed nunca más. Y jamás tendré que venir aquí para conseguir agua’.

La mujer cree que Jesús está hablando de agua verdadera. Pero él está hablando sobre la verdad acerca de Dios y su reino, que es como agua que da vida. Puede dar vida eterna.

Jesús ahora le dice a la mujer: ‘Ve y llama a tu esposo y vuelve acá’.

‘Yo no tengo esposo’, dice ella.

‘Contestaste bien’, dice Jesús, ‘Pero has tenido cinco esposos, y el hombre con el cual estás viviendo ahora no es tu esposo’.

La mujer se sorprende, porque todo esto es verdad. ¿Cómo sabía estas cosas Jesús? Sí, es porque Jesús es el Prometido dado por Dios, enviado por Él, y Dios le da esta información. Ahora los discípulos de Jesús regresan, y les sorprende que él esté hablando con una samaritana”.

El Cristo y la samaritana junto al pozo, de Bernardo Strozzi | Foto EFE

¿Qué aprendemos de todo esto? Que Jesús tiene un objetivo y que le importan nada las convenciones sociales de su época, así que los discípulos quedaron tan sorprendidos como la misma samaritana revelando un trato igualitario.

Jesus alabó a María Magdalena por sentarse junto con los hombres y aprender con ellos como una discípula e incentivó a Marta para que hiciera lo mismo. Y fue esta última la primera en proclamarlo como el Cristo, el hijo de Dios, lo hizo mucho antes que Pedro, leamos esta parte de Juan 22-42.

“Jesús le dijo: Yo soy la resurrección y la vida; el que cree en mí, aunque muera, vivirá; y todo el que vive y cree en mí, no morirá jamás. ¿Crees esto? Ella le dijo: Sí, Señor: He creído que tú eres el Cristo, el Hijo de Dios, el que viene al mundo. Y habiendo dicho esto, se fue y llamó a María, su hermana, en secreto: El Maestro está aquí y te llama”.

Así que toda esta carga de elementos son probatorios de la importancia del rol de la mujer en Cristo, pero fundamentalmente el rol protagónico que él le imprimió a tal punto que fue a María Magdalena a quien se le apareció cuando le fue a visitar sus restos en la tumba y no le encontró, ella pensó que le habían robado, a continuación copio parte de la historia documentada en la Biblia.

Juan 20:11-18

11 María se quedó afuera, junto al sepulcro, llorando. Y llorando como estaba, se agachó para mirar dentro, 12 y vio dos ángeles vestidos de blanco, sentados donde había estado el cuerpo de Jesús; uno a la cabecera y otro a los pies. 13 Los ángeles le preguntaron:

—Mujer, ¿por qué lloras?

Ella les dijo:

—Porque se han llevado a mi Señor, y no sé dónde lo han puesto.

14 Apenas dijo esto, volvió la cara y vio allí a Jesús, pero no sabía que era él. 15 Jesús le preguntó:

—Mujer, ¿por qué lloras? ¿A quién buscas?

Ella, pensando que era el que cuidaba el huerto, le dijo:

—Señor, si usted se lo ha llevado, dígame dónde lo ha puesto, para que yo vaya a buscarlo.

16 Jesús entonces le dijo:

—¡María!

Ella se volvió y le dijo en hebreo:

—¡Rabuni! (que quiere decir: «Maestro»).

17 Jesús le dijo:

—No me retengas, porque todavía no he ido a reunirme con mi Padre. Pero ve y di a mis hermanos que voy a reunirme con el que es mi Padre y Padre de ustedes, mi Dios y Dios de ustedes.

18 Entonces María Magdalena fue y contó a los discípulos que había visto al Señor, y también les contó lo que él le había dicho.

Así que María Magdalena fue la encargada de dar la buena nueva a los discípulos de Jesús, quienes quedaron totalmente sorprendidos o tomados por sorpresa, pero sin dudar que el maestro Jesús haya elegido a María Magdalena, por la trayectoria y enseñanza que les dio a sus discípulos sobre el valor y el rol de la mujer.

Así que pienso que sí hubo un primer discípulo, por los hechos presentados en el mensaje que encontramos y leemos en los evangelios, en las historias relatadas por los evangelistas, sin duda tenemos que acordar que este primer discípulo es una discípula y fue María Magdalena, esta evolución que deja Jesús es parte de esa herencia del verdadero pensamiento cristiano, que refleja la trascendencia de la visión que tiene Jesús y que ha sido consolidado en diversos acontecimientos y documentos y que se expresan a través de una serie de valores y principios fundamentales consagrados en derechos civiles, en derechos humanos, de eso se trata este hermoso mensaje que nos ha dejado el Señor Jesucristo, y que está tan vigente que a la fecha sigue siendo un factor determinante en las relaciones humanas, y es parte de la lucha entre el bien y el mal; entre aquellos que discriminan por sexo y los que creemos en la igualdad, y que a los ojos de Dios nunca es malo defenderse del agresor y amparar los derechos de las mujeres, por ese motivo siempre esperamos más de los ejércitos de Occidente en zonas en conflicto donde se vulneran los derechos humanos.

No hay diferencia a los ojos del Señor Jesucristo entre hombres y mujeres, e incluso cuando se le pregunta en un interesante reto de juego de palabras que al final deja al descubierto el valor del sexo y su prevalencia después de la muerte, en este caso en la resurrección, él contesta con lo irrelevante que es al final el sexo habida cuenta de que después de la vida será una vida de ángeles donde nadie se casará. Es otro tipo de concepción, muy difícil de entender incluso ahora mismo, 2.000 años después. Lean este párrafo y saquen sus conclusiones.

Mateo 22:23-40 PDT

Ese día, unos saduceos, los que dicen que no hay resurrección, se acercaron a Jesús y le preguntaron:

—Maestro, Moisés dijo que si un hombre muere sin haber tenido hijos, su hermano debía casarse con la viuda. De esa manera los hijos que tuvieran serían considerados hijos del hermano fallecido. Una vez hubo siete hermanos que vivían entre nosotros. El primero se casó, pero más tarde murió sin dejar hijos. Su hermano se casó con la viuda. Lo mismo pasó con el segundo, el tercero y con todos los siete hermanos. Después la mujer también murió. Puesto que todos los hermanos se habían casado con ella, el día en que la gente resucite, ¿de quién será esposa la viuda? Jesús les contestó: —Ustedes están equivocados porque no saben lo que dicen las Escrituras ni conocen el poder de Dios. Cuando la gente resucite, no se casará, sino que todos serán como los ángeles del cielo

Seguiré orando por Venezuela, que está sometida a una tiranía implacable y por todos aquellos que por causa de su condición sexual sean parte de acoso y asedio en todas partes del mundo, en particular por las mujeres en Afganistán, que Dios las proteja y tenga misericordia de ellas y de nuestros pueblos. Nos leemos en una próxima ocasión.

@estebanoria