Apóyanos

Una mirada desde Pisgá

    • X
    • Facebook
    • Whatsapp
    • Telegram
    • Linkedin
    • Email
  • X
  • Facebook
  • Whatsapp
  • Telegram
  • Linkedin
  • Email

Una semana llena de peculiaridades me hizo pensar cosas en las que difícilmente se quiere pensar. Cuando vemos con expectativa sucesos o temporadas de nuestra vida, ciertas decisiones y actitudes hacen la diferencia, en ocasiones no se ve el impacto que llegan a tener las mismas hasta que ha pasado suficiente tiempo para ser percibido y resultan ineludibles. Hay lugares altos en los que alcanzamos estar y desde los cuales vemos sin poder asirnos de aquello que tanto esperamos o anhelamos. Suelen ser ambientes donde la mirada se afina y visualizas tanto lo soñado como el valle de procesamiento que implica llegar allí.

Geográficamente podemos apreciar cómo acceder a ciertos espacios bendecidos en belleza y recursos implica atravesar otros espacios poco agraciados y de bajo interés,  Tal cosa resulta ser de gran enseñanza ya que te anuncia el oportuno procesamiento que antecede la bendición. Habrá quienes tengan hábitos paracaidistas y se introducen en  territorios con mucha maña y algo de prisa, pero la ansiedad que les embarga no les permite disfrutar del paisaje y sus bondades, ya que una vez que han llegado preparan su aterrizaje en un nuevo lugar.

Algunos, heredan territorios sin siquiera percatarse de lo que ha sucedido a su alrededor y solo se dejan llevar por las circunstancias, disfrutando de sus virtudes. Sin embargo, están los que consciente o inconscientemente son llevados a Pisgá, las alturas de sus corazones, donde reconocen el territorio que han perdido por falta de entendimiento o actitudes erráticas, al tiempo que se aprecia el desierto que implica llegar allí, en parte quieren su porción, pero se rehúsan a ser moldeados para recibirla. El espejo los fatiga, porque zanjas o profundas grietas del andar se evidencian, y en sus alturas los vientos son indomables, y la frecuencia de las voces no se silencian porque no hay quien las frene.

¡Pisgá oh Pisgá, tierra de desencuentro y soledad!, lejos de estar en un lamento, mi alma salta dentro de mí como torbellino de aliento, ya que si puedes ver y se ha manifestado a tus ojos la sensibilidad que solo una elevación tipo Pisgá puede otorgar, hay esperanza. Tu corazón no se ha endurecido lo suficiente para no ver, tus tiempos no se han acortado como para no avanzar y la gracia no ha cesado como para no intentar heredar. Pasar por el ineludible proceso será parte de la valentía y el apresto que opcionalmente puedas adoptar.

Como quien canta amores y tiempos de oportunidades, me inclino al Eterno en profundo reconocimiento de los desiertos que no se quieren cruzar. Empero, al divisar aquello que está en mi heredad determino mi alma bajar de mis alturas, donde los vientos sean frenados y la voz no se proyecte más allá de la nariz, hasta embeber el corazón en el aprendizaje que seguro me será útil cuando deba administrar aquello que he de recibir.

@alelinsey20

El periodismo independiente necesita del apoyo de sus lectores para continuar y garantizar que las noticias incómodas que no quieren que leas, sigan estando a tu alcance. ¡Hoy, con tu apoyo, seguiremos trabajando arduamente por un periodismo libre de censuras!

Apoya a El Nacional