OPINIÓN

Un inglés obtiene el permiso de conducir, por fin

por Eugenio Fouz Eugenio Fouz

I didn’t fail the test, I just found 100 ways to do it wrong» (Benjamin Franklin)

Si uno titulase una noticia con estas siete palabras «un inglés obtiene el permiso de conducir«, lo más probable es que casi ningún lector se detuviese a leer y avanzase curioso en busca de algo interesante, o dicho de otro modo, tratase de encontrar algo fuera de lo corriente. No obstante, si el titular añadiese una coma y dos palabras (por fin) la historia sería bien distinta. Y precisamente ahí prendía el lema de la extrañeza del periodismo «man bites dog» (hombre muerde a un perro) atribuido por unos al magnate inglés Alfred Harmsworth y por otros al periodista americano Charles Anderson Dana. En fin, el aforismo viene a decir lo siguiente: «When a dog bites a man, that is not news, because it happens so often. But if a man bites a dog, that is news«[1]

El caso es que en esta ocasión sería recomendable titular: «Un inglés obtiene el permiso de conducir, por fin«. Según recoge el diario «20 minutos«, el británico -cuyo nombre no ha sido facilitado a los medios- habría fallado el examen teórico 157 veces gastándose en el intento alrededor de 3000 libras esterlinas («Un hombre aprueba el examen teórico de conducir tras suspender 157 veces y haber gastado más de 3.300 euros«.-20minutos; 14.01.2021). Aquellos que hayan pasado por la prueba sabrán que la parte más costosa para la obtención del permiso es la parte de las prácticas de conducción en un vehículo de autoescuela. Posteriormente, cuando el instructor considere que el aspirante a conductor está preparado para examinarse de la práctica, este deberá abonar también el coste de esta prueba. El inglés habrá desembolsado el grueso de su inversión económica en este apartado, suponemos. Siendo comprensivo, uno entiende que el hecho de manejar un automóvil, controlar las distancias entre los otros vehículos, realizar correctamente los giros, señalar la maniobra y desenvolverse con soltura entre pedales, marchas y direcciones no es fácil. Hay que sumar también los movimientos inesperados de ciclistas, conductores de autobuses y peatones. Para conducir con seguridad uno ha de ser habilidoso y de nervio templado. Claro que da que pensar la noticia. Mucho interés debe de tener el inglés para gastarse tantísimo dinero y toda la paciencia del mundo en esta empresa. Cualquier otro habría renunciado al tercer intento. Uno no sabe si aplaudir su fuerza de voluntad o si preocuparse un poco.

 

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[1] «Cuando un perro muerde a un hombre, no es noticia, porque sucede muy a menudo. Pero si un hombre muerde a un perro, eso es noticia» (A. Harmsworth)