En mi época de estudiante en la Universidad Central de Venezuela (UCV) fui seguidor de Teodoro Petkoff. Para ese momento él ya era un reconocido líder político de intenso accionar. Su oratoria era densa, convincente y amena a la vez; era pues inevitable no convertirse en simpatizante suyo. Dos años después de concluir mis estudios en la UCV, en la primera gestión de gobierno de Carlos Andrés Pérez, obtuve una beca del Estado venezolano que me permitió realizar un posgrado en los Estados Unidos de América. A mi regreso a Venezuela no dudé ni por un momento en prestar mis servicios profesionales al Banco Central de Venezuela, para entonces una entidad pública del más alto prestigio al igual que Pdvsa. Allí trabajé durante 27 años, lo que me permitió relacionarme muy de cerca con Rayna Petkoff (funcionaria de reconocida trayectoria que falleció en noviembre de 2015) y con su padre (Teodoro Petkoff), quien se desempeñó como miembro (externo) del directorio del BCV, durante la segunda gestión de gobierno de Rafael Caldera.
El alto nivel intelectual de Teodoro quedó más que demostrado en sus agudas publicaciones. Prueba de ello la tenemos en su libro titulado El chavismo como problema; allí encontramos contundentes señalamientos. Veamos a continuación un ejemplo de ello:
— Que Chávez haya alcanzado el poder por vías electoral, democrática, y no mediante el golpe militar, definió las características del camino que luego seguiría hacia la afirmación de su poder personal y autocrático (…) Chávez siguió una vía no exenta de originalidad, para desarrollar su proyecto personalista, simulando respeto a las reglas del juego democrático, pero pervirtiéndolas abiertamente. Creó, desde el comienzo, las condiciones para la polarización (…) la división de la sociedad en “amigos” y “enemigos” (…) El régimen “tomó” completamente el parlamento en 2005, a raíz de la decisión de los partidos de abstenerse en las elecciones parlamentarias de diciembre de aquel año, entregándolo prácticamente de gratis, y con aquél, todos los poderes derivados: Fiscalía, Contraloría, Defensoría del pueblo, Consejo Nacional Electoral… La guinda de la torta fue la abstención de 2005, para la Asamblea Nacional, que abandonó ésta completamente al chavismo, el cual copó todas las diputaciones que la integran.
Después de la muerte de Chávez la desmejora del país no se detuvo. Como consecuencia de lo anterior la emigración de compatriotas no ha cesado. Para colmo, luego del descalabro electoral que se produjo en la pasada elección presidencial, que el mundo democrático conoce a fondo, la situación del régimen de Nicolás Maduro Moros ha ido evolucionando de mal en peor.
Lo que desea la gran mayoría del pueblo venezolano es sencillo: que se imponga el respeto que es consustancial a todo régimen democrático; ello no es mucho pedir. Dios quiera que los primeros días del mes enero de 2025 se colmen de gracia y que vuelva la paz.