OPINIÓN

Sí, la hipocresía enferma

por Dra. Nancy Álvarez Dra. Nancy Álvarez

Foto Pixabay

Cada día entiendo menos al mundo. La hipocresía es nuestra forma más «normal» de comunicarnos. Hemos llegado al espacio, hemos descubierto muchas cosas, la tecnología nos domina, a pesar de sus fallas. Como Internet, del que dependemos y aún sigue fallando, no importa cuán cara sea la cuenta. Pero es sorprendente lo poco que hemos crecido como seres humanos.

Aunque muchos lo duden, lo más importante en nuestras vidas son nuestras relaciones, amigos, pareja, familia, etcétera. En ellas se basa nuestra salud mental. Nada es mas difícil que vivir solo o no tener a nadie en quién confiar ni a quién amar.

La relación de pareja nos hace crecer. Las diferencias con los amigos y familiares, también. Pero, ¿qué falta para que esas relaciones importantes de verdad funcionen? ¿Por qué el conflicto, los divorcios, la violencia familiar, la agresividad arropan casi todas nuestras relaciones significativas? ¿Por qué fallan tanto?

Para saber esto deberíamos preguntarnos qué es lo más importante en nuestras relaciones con quienes amamos. Y es la comunicación, porque incluso el sexo es comunicación, ¡y de la buena! Se expresa con el cuerpo y el cuerpo no miente.

Existen dos tipos de comunicación: la verbal (las palabras que decimos), que muchas veces es falsa y llena de hipocresía, y la no verbal (tono de la voz, expresiones de nuestra cara; o sea, cuando el cuerpo habla y cómo habla).

Decía mi amado profesor de Terapia de Vidas Pasadas, Roger Woolger, ido hace unos años de este mundo, que «toda emoción no expresada se congela en el cuerpo». Y eso nos lleva a enfermarnos, tanto física como emocionalmente.

Por eso, él trabajaba con lo que el cuerpo le decía. Una sola terapia suya valía por años yendo a un psicólogo, porque el cuerpo no miente. En él se encuentran «congelados» los sentimientos que nos callamos, que no expresamos abiertamente con congruencia, claridad, sinceridad y transparencia.

Si eres hipócrita, estás enfermo emocionalmente, te traicionas a ti mismo y crees que de verdad comunicas «lo que quieres que crean de ti», lo que piensas y sientes en un momento dado, pero dices otra cosa diferente. Así se termina mal, a menos que se crezca.

Los seres humanos vinimos al mundo a crecer y a ser cada vez mejores personas. Por ese camino no se llega. Porque la hipocresía no nos permite tener relaciones significativas, no nos permite ser congruentes, ni ser sinceros, ni transparentes.

Si la comunicación es la razón por la que crecemos y nos sanamos, también es por la que nos enfermamos. La psicoterapia es comunicación en el grado máximo. Hablar con alguien que acoge y escucha te enseña a formar lazos importantes con los demás, pero la hipocresía te enferma. En ese caso, tu comunicación está mal y cada día te sientes peor. Como todo el que se traiciona a sí mismo y nunca es «él» cuando se encuentra con los otros.

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