Tal como lo hemos afirmado en artículos anteriores el tema Venezuela, con todos sus elementos de tragedia, ya ha dejado de ocupar el centro de los titulares en los medios de comunicación mundiales aun cuando siga siendo el motivo de la diaria y lacerante preocupación de quienes viven en el país. El tema central que hoy preocupa al mundo es la confrontación entre Rusia y Estados Unidos por el asunto Ucrania que tiene el potencial de transformarse en una conflagración de consecuencias tal funestas como incontrolables.
Antes de comentar los elementos que intervienen en esta crisis, deseamos dejar claro que nuestro deseo es que prevalezca la visión del mundo occidental y en particular de Estados unidos por ser esta la que más conviene a Venezuela y la que es compatible con los valores que nos son importantes: libertad, democracia, etc. Hacemos esta aclaratoria porque a continuación expondremos argumentos que no siempre se alinean con nuestras preferencias.
1.- Rusia siempre ha tenido y aún tiene vocación imperial. España y Gran Bretaña también la tuvieron mientras pudieron. Estados Unidos la tiene pero abordada a través de la predominancia económica y comercial. Rusia lleva siglos ampliando sus territorios y aspirandoa que sus costas lleguen a los mares cálidos.
2.- Rusia quedó devaluada y golpeada cuando se disolvió la Unión Soviética en 1991. Hoy día se ha recuperado bastante. Es una potencia política, militar y petrolera de primera clase pero en lo económico no lo es. Putin está en el cenit de su popularidad dentro del país (60%). Además, su personalidad y formación acogen la característica del «bullying” que lo lleva a la provocación como herramienta política.
3.- Estados Unidos y la Unión Europea han venido construyendo un cuadro de alianzas políticas y militares cuyo resultado se hace efectivo en la existencia de instalaciones y efectivos de la OTAN (alianza militar) en algunos países que otrora fueran parte de la URSS o sujetos a su férrea tutela e influencia (Polonia, Lituania, Estonia, Latvia, Rumania, Bulgaria, etc.) Este grupo -bajo la persistente presión estadounidense- está considerando la instalación de misiles en esos territorios que son fronterizos con Rusia. Turquía ya los tiene. Independientemente de cuales sean las causas, Rusia expresa desaprobación a esto.
4.- El cuadro anterior es casi una réplica exacta –pero al revés- de lo ocurrido en la crisis de los misiles de 1962 cuando la URSS instaló misiles en Cuba y Estados Unidos puso un ultimátum para su retiro. En aquella oportunidad Khruschev “arrugó”, retiró los cohetes y Kennedy ganó la pulseada no sin garantizar a Cuba que no sería nunca invadida.
5.- En reciente rueda de prensa Putin se preguntaba cuál sería el parecer de Washington si Rusia instalara misiles en la frontera entre Estados Unidos y Canadá o con México. Es en este marco donde se desata la polémica acerca de la posible llegada de equipos y efectivos rusos a Venezuela.
6.- Queda claro que aquí estamos en presencia de una disputa de equipos de Grandes Ligas. Venezuela solo juega el papel de peón -ni reina ni alfil- en un tablero de ajedrez gestionado por otros.
7.- Ucrania -como país soberano- tiene todo el derecho de elegir integrarse a la Unión Europea y a la OTAN aun cuando ello incomode a sus vecinos. No obstante, no hay que olvidar que en ese país hay una importante población de cultura, idioma y valores rusos que posiblemente puedan tener alguna opinión. Ello se vió cuando el mismo Putin invadió y anexó Crimea, entonces parte de Ucrania, a principios de 2014 tan solo para que al poco tiempo, en ese mismo año, los habitantes de la zona, en referéndum, eligieran aplastantemente (97%) pertenecer a Rusia y no a Ucrania.
8.- Rusia lleva años tratando de desestabilizar a Ucrania que siempre fue el granero del imperio zarista y soviético. Para ello utiliza sabotaje, terrorismo, guerrilla, etc. La misma receta ha utilizado en Georgia a la que invadió en 2008. No se detendrá hasta no rehacer su dominio territorial, o al menos político sobre toda la zona. China apoya lo cual no es poca cosa.
9.- Occidente, (Europa y Estados Unidos) ven con reservas las ambiciones de Putin lo cual genera la preocupación que lleva a buscar escenarios para obstaculizar o impedir si fuera posible la expansión rusa. Los países de la OTAN, especialmente los que limitan con Rusia son también soberanos y tienen todo el derecho de armarse y buscar prevención. Naturalmente ello genera las tensiones que hoy presenciamos.
11.-Europa se anota decididamente con la posición de Estados Unidos y la OTAN pero no deja de tener en cuenta que gran parte de su flujo de gas -especialmente en Alemania- se surte de un gasoducto que se origina en Rusia que por lo tanto tiene la potestad de abrir o cerrar la llave, peor ahora que estamos en pleno invierno.
12.- Al día de hoy, para desmovilizar a sus tropas, Rusia exige que la OTAN retire efectivos y equipos y que se le den garantías de que no será atacada. Vistos los antecedentes luce difícil dar credibilidad a sus promesas.
13.- Occidente por su parte exige que para desescalar las tensiones sea Rusia quien deje de concentrar tropas en la frontera de Ucrania como preludio de una invasión y no siga interfiriendo en las regiones ucranianas de Lugansk y Donestk a las que ha llevado a declararse como república independiente escindiéndose de Ucrania.
Expuestos los puntos anteriores, la opinión de este columnista es que seguirán los duelos verbales y los escarceos militares de baja monta pero sin llegar a la guerra total porque Rusia no tiene economía para financiarla y Estados Unidos enfrenta un difícil momento político-económico bajo la conducción de un presidente que se ve más inclinado a negociar que a actuar impulsivamente. Además, la opinión pública estadounidense, después de Irak, Siria y Afganistán, no tiene deseos de encarar gastos y víctimas en asuntos de terceros. Queda a salvo la posibilidad de que alguna bala perdida o locura individual pueda encender una chispa que desate el incendio. Así comenzó la II Guerra Mundial en septiembre de 1939 con Alemania invadiendo a Polonia como retaliación por un insignificante incidente fronterizo.
@apsalgueiro1