OPINIÓN

¿Podrá ser María Corina el Zelenski que Venezuela necesita?

por Esteban Oria Esteban Oria

Si tan solo tuviésemos a la persona indicada es posible que su sola presencia consolidaría una unidad política capaz de llegar hasta Miraflores al mejor estilo Zelenski. De hecho, Maduro huiría muy rápido.

Volodimir Zelenski es el líder ucraniano que ha hecho renacer los valores occidentales, oxidados por decenas de años de discursos y retóricas. Él es indubitablemente quien ha marcado la diferencia poniendo las cosas en su sitio, llamándolas por su verdadero nombre, ha demostrado que el coraje y la fe en la democracia no son meras palabras, sino un conjunto de decisiones que ponen a pruebas nuestras capacidades de ser auténticos, que la libertad es un principio fundamental que cuando es atacada el precio puede llegar a ser incluso el sacrificio. Es su ejemplo y dignidad quien ha guiado a su pueblo Ucrania a enfrentar a una de las mayores potencias militares del mundo Rusia y es también quien ha despertado a la humanidad del sueño letargo pasmoso y falsa creencia que la economía global es suficiente para la convivencia entre modelos. Lo cierto es que nada más alejado de la verdad, incluso por mucho que produzcan muñecas Barbies tanto China como Rusia han demostrado que a la hora de elegir escogerán la tiranía, la dictadura, las invasiones, la guerra.

Así que el flagelo del autoritarismo ha sido mediatizado por el mercado, que ha visto en dictadoras como China y Rusia modelos porque supuestamente son productivas, sin embargo, ha sido Zelenski quien les ha revelado el verdadero rostro como fieros enemigos de la libertad. El ataque y guerra de exterminio de Rusia contra un pueblo pacífico como el ucraniano ha visualizado el verdadero alcance del plan del autoritarismo confirmando que nunca dejaron de ser un peligro para la humanidad. Se trata ahora de entender esta realidad de modo que las naciones occidentales puedan organizar una contramedida en función de proteger el mundo libre y evitar que el autoritarismo siga ganando terreno en los países democráticos.

Y yo he venido denunciando por años que Venezuela es una colonia rusa y que nunca tuvo sentido el tema de las mesas de negociación ya que el modelo político implementado jamás permitirá que se desarrolle la democracia, sino lo contrario, mantendrá en el poder a Maduro, así como al sistema burocrático que le sostiene, y que en todo caso, dejara un espacio a algunos actores de la llamada oposición política, pero consciente que están dominados y subordinados a Maduro, son simplemente esclavos del régimen, no son mujeres y hombres libres porque simplemente no pueden decir lo que piensan o sienten so pena de ser encerrados en las cárceles del régimen.

Y sobre este tema de Zelenski, pienso que sin duda a los venezolanos nos ha faltado la claridad de su liderazgo, por lo contrario, en la actualidad se percibe que la oposición venezolana en su gran mayoría ha renunciado a luchar por la libertad de Venezuela, salvo el grupo de María Corina Machado y la fracción 16 de julio, y probablemente algunos partidos que acompañan a Juan Guaidó entre ellos la Causa Radical, que a mi parecer ha tenido una conducta coherente de lucha; pero en el caso del mismo Guaidó, en mi opinión perdió su gran oportunidad, ahora lo veo muy debilitado y sin potencial político, pero además hay que considerar que ya no estamos los más de 6 millones de venezolanos que le acompañamos en su momento en las marchas y concentraciones, aunque en términos funcionales sigue siendo el presidente interino, pero con lo que ha hecho Zelenski por Ucrania, sin duda cuando lo comparas con Guaidó encuentras marcada diferencia, así que de seguir por el mismo camino le será muy difícil recuperar la confianza del pueblo, simplemente la gente quiere un Zelenski, sea mujer u hombre, pero alguien con cojones dispuesto a batallar por la libertad de Venezuela. ¿Dónde estará?

Cuando analizo en  el tiempo, pienso que ciertamente tuvimos la oportunidad de desalojar a Maduro, sin tan solo hubiésemos avanzado lo suficiente hacía Miraflores, pero no lo hicimos, desaprovechamos tantas marchas multitudinarias, donde estuvimos millones de venezolanos concentrados con ganas de luchar, con esa fuerza nunca antes imaginada el liderazgo de ese momento no quiso atreverse a llegar lo suficientemente cerca de Maduro. En efecto, ese liderazgo jamás pudo conciliar ese principio de autopreservación, o nunca pensaron que realmente era posible, no hubo un solo líder del grupo principal que avanzara más allá de las columnas policiales, allí estaban todos los lideres políticos conocidos, pero nada ocurrió. Y ahora aparece Zelenski para demostrarnos a todos que sí es posible.

Recuerdo que un escenario ideal para avanzar hacia Miraflores fue durante la juramentación de Guaidó, probablemente esa idea se le paseó por su mente, sin duda él pudo haber pensado en romper la valla policial, y dirigir toda esa multitud a Miraflores, pero no ocurrió y nunca lo sabremos, lo cierto es que en Venezuela se perdieron todas estas oportunidades y con ello paulatinamente se fue apagando la llama de la libertad, hasta el punto que lo que hay en la actualidad es un Maduro cada vez más consolidado al punto que funcionarios de la administración Biden reconocen que es quien tiene el poder, pese a que siguen reconociendo a Guaidó como presidente interino.

Entiendo que no todo es nuestra culpa ya que la estrategia de la comunidad internacional iba en otra dirección, ellos confían en las sanciones internacionales como medio de presión, sin embargo, con Maduro no funcionaron ni funcionaran, antes de renunciar el poder, dejara que se mueran de hambre todos los venezolanos.

Pero sin duda es en lo que creen en occidente, en las sanciones y fue la estrategia que se adoptó para contener a Maduro y encontrar una vía o salida para devolver la democracia a Venezuela, el esquema de sanciones contra Maduro buscaría asfixiar su economía al punto de obligarlo a negociar con la oposición un escenario electoral creíble, mientras se combinaba un teatro de presión legitimando la figura de un presidente interino con Guaidó.

A la final lo que sí se generó fue una guerra de micrófonos. La comunidad internacional se convirtió en parte activa, incluso en ocasiones con una línea de choque más directa que la misma oposición venezolana, el mayor peso de esta estrategia fue en los tiempos del presidente Trump cuando ese esquema de confrontación dio la impresión de ir más allá de la televisión o redes sociales, incluso llegué a pensar que podía darse un escenario de conflicto real, sin embargo nada de esto prosperó más allá de amenazas entre partes, además estaba el asunto de que Venezuela a la final es un protectorado directo de Putin, así que yo siempre fui bastante escéptico y vi improbable una intervención humanitaria al estilo Kosovo en Venezuela.

Así que el tema Venezuela se mantuvo vigente en la opinión pública internacional y fue porque el presidente Trump le dio cobertura mediática, fue su administración quien desencadenó el mayor paquete de sanciones contra Maduro al punto que lo incluyo entre los más buscados con recompensas de captura superiores a los 10 millones de dólares.

La presión internacional fue escalando hasta que en 2017 el chavismo asalto el Parlamento, lo recuerdo bien porque estaba en nuestras oficinas dentro la Asamblea Nacional (era un funcionario de servicio y apoyo profesional) cuando observé el ataque de las hordas chavistas, además recibí amenazas, también muchos golpes de los colectivos chavistas, todo transcurrió durante la presidencia de Julio Borges.

Hay que agregar que en 2018 ocurrió el ajusticiamiento de Oscar Pérez, Jose Díaz Pimentel y el resto del grupo que los acompañaba por parte de la policía política y grupos paramilitares de Maduro, lo que generó más elementos para el debate internacional en materia represión y violación de derechos humanos, lo que a la final dio con una escalada y generó más foco sobre la atención de Venezuela.

A lo largo de toda esta historia hemos estado observando como el sistema económico internacional había venido generando las sanciones contra Maduro, mientras también lo hacia el sistema judicial que estaba procesando muchas denuncias provenientes de reportes de las Oficinas de Derechos Humanos de la OEA y la ONU que luego terminaron aterrizando en la Corte Penal Internacional, y cuyos resultados se traducen en aperturas de investigación contra el régimen de Maduro.

Además se suma que Venezuela había estado generando una crisis migratoria con un desplazamiento de más de 7 millones de venezolanos, producto de la crisis política generada por el régimen de Maduro. Así que a parte del sistema de sanciones, también la comunidad internacional acordó donar miles de millones de dólares en ayuda internacional. Se trata de cifras superiores a los 2.000 millones de dólares que se han invertido, es el caso que la ayuda humanitaria para Venezuela según información del portal de la embajada de Estados Unidos, desde 2017 han aportado 1.900 millones de dólares en concepto de asistencia humanitaria, económica, sanitaria y para el desarrollo de acuerdo con el portal, el objetivo es ayudar a los venezolanos en Venezuela como en el resto de la región.

También la Unión Europea había ayudado a Venezuela en principio con 319 millones de euros en el 2018, más 149 millones aportados en 2021. Y la conferencia internacional sobre Venezuela organizada por Canadá consiguió recaudar 954 millones de dólares para ayudar a los millones de migrantes venezolanos, pero además se concedieron 600 millones de dólares en préstamos.

Así que fue un éxito toda esta recaudación, mucho dinero fluyó en ayuda humanitaria, naturalmente que es difícil ver este dinero, personalmente no lo he visto funcionando en ningún programa, espero algún día alguien me lo pueda explicar que se hizo ese dinero.

Estaba claro que todo este enfoque donde se combina sanciones, reconocimiento de un gobierno interino más ayuda humanitaria era parte de la estrategia que había adoptado la comunidad internacional para llevar a Maduro a un escenario electoral. Así que tenemos prácticamente desde 2017 con este enfoque de presión y todavía sigue Maduro en el poder, y nada que ver con el asunto de devolver la democracia a Venezuela.

Ahora me pregunto si toda esta estrategia (sanciones + inversión en ayuda humanitaria + mesas de negociación + gobierno interino de Guaidó) es realmente sostenible con la idea de devolver la democracia a Venezuela, más ahora que la guerra de Rusia contra Ucrania ha revelado la verdadera naturaleza de la dictadura de Rusia, por lo tanto, la de Venezuela – Maduro.

Ahora, veamos en contexto que está sucediendo con Zelenski y cuál es el verdadero alcance de la estrategia de presión que hasta ahora había adoptado la comunidad internacional – occidente. Lo que sucedió es que el presidente ucraniano se le ofreció un paquete de soluciones del mismo tinte del gobierno interino de Venezuela, le ofrecieron un corredor para escapar, un gobierno en el exilio, y un paquete de sanciones para Rusia, así como un fondo de ayuda humanitaria, sin embargo, Zelenski no aceptó la oferta, él no renuncio a su obligación como presidente, por lo contrario, convocó al pueblo a defenderse de la agresión rusa.

Esto dejó asombrada toda la comunidad internacional, pues no esperaban que Zelenski hiciera este acto de valentía y de coraje, ahora él y su pueblo están enfrascado en una guerra total, pero por la defensa de principios y valores, y en lo que ha resultado es en una situación incómoda para algunas potencias occidentales que hubieses preferido la vía fácil que consistía en que Ucrania renunciara a la libertad como mal menor.

La comunidad internacional se ha visto obligada a cambiar su estrategia, y por vez primera desde la Segunda Guerra Mundial es empujada a defender realmente los principios occidentales, y aunque suene paradójico porque todos suponemos que lo hacen, pero en realidad no es tanto así. Occidente ha estado comprando a estas potencias autoritarias mucho petróleo y gas es el caso de Rusia, pero además a China gran cantidad de productos manufacturados, alimentando y financiando en gran medida el rearme y la recuperación estos países pensando que el comercio los podría cambiar, la guerra en Ucrania ha dado por descartado toda esta creencia.

Lo que ha hecho Zelenski es desnudar el doble rasero de la comunidad internacional occidental que supuestamente viven bajo los valores de la libertad, así que los ha convocado a unirse a ellos para juntos defender la libertad, no sólo de Ucrania, sino la de ellos mismos, ya que tanto los países Bálticos, Polonia, Rumania, Finlandia están amenazadas por Rusia, y luego el resto de Europa.

Zelenski se negó a abandonar a su pueblo en las manos de la dictadura de Putin, él pudo haber tenido un gobierno en el exilio lleno de comodidades y dinero para él y los suyos, que es lo que se dice y especula de quienes están en el gobierno interino, pero Zelenski siendo un actor sin experiencia militar decidió comportarse como todo un varón y se fue con su gente a enfrentar al tirano.

Denuncio públicamente pretendían darle un pasaje de avión y llevarlo a una zona segura para que hiciera oposición desde el exterior, lo que hizo Zelenski fue decirle a la comunidad que él no se iba a prestar para traicionar a su país y le ha exigido a occidente que demuestren que realmente defienden los valores que tanto pregona; libertad y democracia.

Ha dicho a la comunidad internacional que dejen el miedo, que hoy es Ucrania, pero mañana podían ser ellos. Todos los países occidentales quedaron desarmados con el discurso de Zelenski. Ahora la opinión pública en todo el mundo quiere apoyarlo, y pide a sus gobiernos que le doten de armas para que se puedan defender del agresor.

En Venezuela necesitamos una figura como Zelenski, realmente comprometida con la libertad, que esté dispuesto a ir hasta el final para lograr junto a su pueblo recuperar la libertad de Venezuela. Que los políticos dejen de hablar tantas sandeces y se pongan los pantalones y sean verdaderos combatientes por la libertad.

Sin duda nada sirve tener un liderazgo dispuesto a recuperar la libertad si el pueblo no está dispuesto a luchar. Es por esa razón que el pueblo venezolano tiene que verse en el espejo del pueblo ucraniano.

Si sabemos que el único camino real que queda para alcanzar la libertad en Venezuela es el paso que ha dado Zelenski, ¿dónde está el líder o lideresa dispuesto a encabezar la lucha por la democracia? Quién da el primer paso…

Me niego a aceptar que el presente y futuro de Venezuela está en manos de los venezolanos de la élite política que han elegido la ruta de la negociación con Maduro, en todo caso, de ser esta la única vía entonces venezolanos acostúmbrense a ser esclavos, porque ese es el camino que están eligiendo. Lo contrario, el camino de Zelenski requiere de gente con coraje dispuestos a ir hasta el final en una batalla por la libertad.

Antes de finalizar este post quiero abordar el tema de la presidencia de Juan Guaidó en la AN. Es principalmente por su presidencia que efectivamente goza del reconocimiento por más de 60 naciones occidentales, incluyendo algunas latinoamericanas. Hay que reconocer que Guaidó levantó muchas expectativas y se pensaba que su liderazgo podía movilizar factores sociales y militares con masa crítica para generar el cambio institucional requerido, esto a la final nunca se dio. En honor a la verdad, a este joven presidente se le debe reconocer coraje, sin duda fue uno de los pocos que se le pudo ver confrontando la maquinaria de terror del régimen de Maduro, estuvo al frente de un intento de liberación en la base militar de la Carlota junto con Leopoldo López, y solo con la compañía del diputado Zambrano, fue un escenario claramente de guerra, pero para tristeza de todos, nada ocurrió, sin duda lo intentó, fue simplemente que los militares optaron por quedarse en sus  cuarteles y la gente en sus casas, por eso digo que de nada sirve tener un líder como Zelenski si el pueblo y los militares no se comportan como los ucranianos y toman su parte de responsabilidad en la lucha.

Ahora, sobre el liderazgo de Guaidó en la actualidad, pienso que a estas alturas su batería está agotada y la oportunidad se perdió, a menos que un evento excepcional lo vuelva a catapultar, pero es una eventualidad bastante remota, creo que hay que buscar ese chance en otros actores muchos más comprometidos y radicales, y todo apunta a Vente Venezuela y ese grupo de políticos vinculados con esa tendencia de María Corina Machado. Apunto a ella por muchas razones, sabemos que tiene todos atributos necesarios en un líder para llevar la lucha por la libertad a un escenario de compromiso, ella ha mantenido una línea de conducta intachable e incuestionable, tiene un discurso potente y aguerrido, está blindada, no se ha vinculado con ese tema de las ayudas humanitarias, todo lo contrario ha sido partidaria de la intervención humanitaria, pero además por alguna razón el régimen de Maduro le teme a ella, principalmente a ella, ellos sienten tanto miedo y pánico como lo sintió el difunto Chávez, así que esto me indica que ellos en la fracción 16 de Julio pueden ser esa pieza que ahora mismo necesitamos para avanzar como oposición real. Ese grupo 16 de Julio que lidera María Corina y que la integran un grupo de partidos minoritarios donde está incluido ese luchador zuliano el diputado Pirela, quienes  junto a Vente Venezuela pueden empezar por construir algo que valga la pena para salvar a Venezuela, espero que así sea y hay que anotarse con ellos a ver a dónde se llega.

Finalmente, puede ser interesante tomarle la palabra a quienes promueven la consulta popular para elegir el candidato que participara en la farsa electoral de Maduro, y aprovechar elegir realmente ese líder dispuesto a liderar la verdadera libertad de Venezuela al estilo Zelenski, sin duda es una buena oportunidad y creo que ganaría María Corina Machado.

Bien es todo por esta semana, se les aprecia mucho y nos seguimos leyendo en El Nacional. Les deseo vida y libertad.

@estebanoria