OPINIÓN

Operación Alacrán

por Brian Fincheltub Brian Fincheltub

Quienes pensaban que detrás del regreso del chavismo a la Asamblea Nacional había buenas intenciones, se equivocaron de nuevo. Lo cierto es que el tiempo se encargó de confirmarnos cuáles eran las verdaderas motivaciones detrás de la decisión de los diputados maduristas de volver a sentarse en las curules que abandonaron voluntariamente. Sobre todo porque ellos no solo habían desconocido a la máxima autoridad legislativa, sino que hasta tienda aparte armaron en la mal llamada asamblea nacional constituyente, un parapeto que ni siquiera Rusia y China llegaron a reconocer. Por cierto, la única “constituyente” en nuestra historia republicana que ha hecho de todo menos una nueva Constitución.

Pero la jugada era más que previsible, habían regresado para hacer lo que mejor saben: dividir y comprar conciencias. Han tenido desde el principio el 5 de enero de 2020 como objetivo, fecha en la cual debe elegirse la junta directiva del Parlamento. Para el régimen es fundamental impedir que Juan Guaidó se reelija, eso crearía una verdadera crisis diplomática entre los más de cincuenta países que hoy día reconocen al gobierno de transición. Si la legitimidad para ser presidente interino la otorga el hecho legal de dirigir la Asamblea Nacional, sin cargo se acaba el interinato. Ese es el cálculo que se hacen desde Miraflores. Y para lograr su plan han iniciado la “Operación Alacrán”.

La Operación Alacrán se juega en varios frentes, el menos costoso para la dictadura, paradójicamente, depende de altas sumas de dinero que, en tiempos de crisis, lamentablemente pone a más de uno a pensar. Emisarios que con maletines en mano llenos de cientos de miles de dólares salen a la cacería de diputados y más te vale aceptar la oferta de la mafia roja, si no te mandan a la cárcel o al exilio. Así es como los rojos pretenden hacerse a punta de realazo limpio y persecución de una mayoría en la Asamblea Nacional. Lo que muchos desde este lado deberían preguntarse frente a ciertos comentarios mal intencionados es: ¿Cómo es que el presidente Juan Guaidó es ”aliado del régimen”, pero este mismo régimen hace todo para salir de él? La respuesta es más que clara, les estorba porque gracias al gobierno interino hoy el régimen carece de legitimidad internacional, nadie lo reconoce como gobierno.

Este nuevo plan para atacar la institucionalidad debe ser respondido con la honorabilidad, la dignidad y la gallardía que la gente espera de la dirigencia. Es una oportunidad para reencontrarse con quienes en los últimos meses han creído, muchas veces con justificadas razones, que se ha debido hacer más y mejor. Lo cierto es que el espacio para rectificar sigue siendo la Asamblea Nacional y si la perdemos también perderemos nuestra sola garantía de cambio democrático. Toca estar alertas y más vigilantes que nunca, yo creo en la reserva moral de los venezolanos y confío en que el régimen corrupto y extorsionador será nuevamente derrotado.

@Brianfincheltub