Obreros de Hiram Abiff: Duodécimo Trabajo de Hércules (Heracles) – XIII

Trabajo 12 –  Captura de la Roja Manada de Gerión (Piscis, 20 febrero – 21 marzo) – Estamos ante el portal del último trabajo de Hércules para terminar su iniciación, a un paso de ser Libre. El Rey Euristeo, le transmite la misión última que debe cumplir: “La Captura de la Roja Manada de Gerión”, que están retenidas en la región de Eritia (isla menor, suburbium occidental de Gades, actual Cadys amurallada), donde Gerión, el monstruo de tres cabezas, tres cuerpos, seis manos es señor y rey, retiene ilegalmente una manada de Bueyes Rojizos. Traer de nuevo la manada de bueyes rojizos desde Eritia hasta la Ciudad Sagrada. Le advirtieron mucha prudencia con Eurition (un centauro) el pastor, y su perro Ortro de dos cabezas. El Maestro le hizo la sugerencia de pedir ayuda y protección al Dios del Sol Helios (montaba un caro dorado que traía el sol cada día desde el este, Etiopía, al oeste, Hespérides), por lo tanto Hércules le hizo unas ofrendas y siete días de meditación en el Templo, quien le facilito una copa de oro, que le serviría como amuleto de protección en su último trabajo. Hércules se dirige a la región de Eritia, cruzando el mar y sorteando grandes tempestades, llegando a sus playas se veía a los Bueyes pastando al cuidado de su pastor Eurition y su perro Ortro. El perro Ortro, al percibir la presencia de Hércules, se lanzó como una fiera sobre él para destrozarlo con las fauces de las dos cabezas, pero Hércules, de un solo golpe lo derribó. Viendo la actitud de Hércules contra el perro Ortro, Eurition le pidió clemencia, que no le hiciera daño, y Hércules lo aceptó. De esta forma Hércules, sin mucho inconveniente, pudo arriar los bueyes y llevarlos al palacio de Euristeo. En el camino hacia el Palacio, vio a lejos que se acercaba el monstruo Gerión (la fuerza egoísta de la humanidad), el cual le lanzó una flecha a Hércules quien la esquivó para no dar en su humanidad. En el enfrentamiento entre los dos, Hércules hace uso de su arco y flecha, lanzándole una a Gerión, a quien le llegó con toda fuerza que le atravesó los tres cuerpos que tenia, muriendo en el acto. De regreso, tuvo varios encuentros para combatir la injusticia, entre ellos tuvo un encuentro cruento con el gigante Alcione y el luchador Erix (diosa griega de la discordia y conflicto). Siempre estuvo protegido por la diosa Atenea. Al llegar al Palacio de Euristeo, el Gran Templo, el Maestro lo esperaba y dijo las siguientes palabras: «Bienvenido, Oh, Hijo de Dios quien es también hijo del hombre”, saludó así al guerrero que regresaba, «La joya de la inmortalidad es tuya. Con estos doce trabajos tú has superado lo humano, y ganado lo divino. Has llegado al hogar, para no dejarlo más. En el firmamento estrellado será inscrito tu nombre, un símbolo para los luchadores hijos de los hombres, de su destino inmortal. Terminados los trabajos humanos, tus tareas cósmicas empiezan». Desde la Cámara del Concilio llegó una voz que decía, «bien hecho, Oh, Hijo de Dios». (Alice Bailey – 12 trabajo de Hércules – Los doce trabajos de Hércules). Una reflexión sobre el significado simbólico de este duodécimo trabajo de Hércules: “El que no vive para servir, no sirve para vivir” (Madre Teresa de Calcuta), es la más acertada frase para describir los trabajos de Hércules y sobre todo el último duodécimo trabajo. Su nivel de estado de conciencia, es para servir, ayudar a los que lo necesitan. Y el regreso a casa, deja de verse alejado, está integrado al Uno. Ha decidido ver la Luz por voluntad propia. Ortro representa la naturaleza psico-emocional y física humana. El perro de dos cabezas es la Ley, guiada por el egoísmo, ha de ser sustituida por el amor. El pastor que le pide no haga daño, Hércules le perdona la vida, para no malgastar energías, las justifica, pues sabe de su naturaleza inferior. El pastor que cuida el rebaño, representa la mente. Gerión, el monstruo de las tres cabezas y cuerpos representa: Ese monstruo humano representa la fuerza egoísta concentrada por el hombre y que le ataca en todos los aspectos: moral, mental y físico. Las masas humanas están representadas por el rebaño rojo, dominado por ese monstruo de tres cabezas: La mente, emoción y físico unidos en el ser humano. El poderoso ego que somete a la humanidad son los bueyes rojizos. Gerión corriendo al encuentro con Hércules levantando una polvareda, es el inconsciente de espaldas que nos toma desprevenidos y nos nubla con el polvo e impide ver la realidad. La muerte de Gerión, es ayudando a la liberación de la humanidad del deseo inferior. Llevando a los bueyes, unos se separaban de la manada, había que regresar para recuperarlos, aquí está la parábola del maestro Jesús del buen Pastor (Lucas 15: e-7). Hércules se ofrece en servicio al grupo anteponiendo el desinterés personal y la confianza al egoísmo. El ganado (el ego) es rojizo: color del deseo por lo mundano. El pastor Eurición corresponde a la mente inferior del hombre, y su perro de dos cabezas, a su doble naturaleza. La meditación que hizo Hércules por siete días, Alice Bailey (La Ciencia de la Meditación) dice lo siguiente: “La meditación es un arduo trabajo mental. Significa orientar la mente en dirección al alma. Conseguido esto, hay que mantener esta orientación, sostenerla firmemente. Después hay que aprender a escuchar en la mente lo que el alma está diciéndonos. Después habrá que traducir lo que el alma ha dicho a palabras y frases”. Solo así nos convertimos en servidores del mundo, para levantar la humanidad de la oscuridad a la luz. El objeto de este último trabajo es liberar a la humanidad del deseo inferior. Esta es la historia de cada hombre individual, crucificado sobre la cruz de la materia y de la existencia (Alice Bailey).


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