OPINIÓN

Necesitamos un Frente de la Libertad

por Esteban Oria Esteban Oria

«Siempre que vayas a atacar y a combatir, debes conocer primero los talentos de los servidores del enemigo, y así puedes enfrentarte a ellos según sus capacidades». Sun Tzu

Al parecer el titulo dice mucho, se ve más como gran propaganda, “La nueva política requiere de un Frente de la Libertad”. Diría el finado Luis Miquelena «Con qué se come eso». Exacto, probablemente con nuevos actores, pero esencialmente con gente que quiera ser libre, así que el título habla esencialmente de libertad, el bien más preciado y perdido de los venezolanos: Libertad.

Al parecer a los actuales actores políticos les cuesta entender esta premisa llamada libertad, ellos han relativizado, adaptado sus propias metas con el fin de compatibilizarlas con lo que suponen es el modelo dominante, y eso significa Maduro.

Se trata de la política del señuelo y los cobardes, la idea es no confrontar al régimen de Maduro, no molestarlo, así que ahora convivimos mientras echamos tierra y tapamos los delitos del régimen.

La cohabitación con Maduro podemos entenderla como una estrategia para maximizar los precarios espacios disponibles para la lucha, pero cual lucha, la de la libertad o la de nuestro propio ego.

Todos sabemos tamaño reto que tienen nuestros políticos en Venezuela, tan sólo saber que sus vidas están en riesgo es un elemento determinante en la forma como debe abordarse el complejo de las relaciones políticas, hablamos de gente en el caso de la oposición que tiene que sentarse con malandros o supuestos criminales del PSUV hasta tanto se demuestre lo contrario según la CPI.

Pero a menos que los opositores decidan seguir el camino de Simón Bolívar y tomen las armas para liberar a Venezuela, lo que queda para ellos es el camino de la retórica y esperar que los partidos políticos se pongan de acuerdo para dar con el tipo de estrategia que de con una fórmula victoriosa en el esquema electoral de Maduro, esto luce poco probable.

Lo cierto es que Venezuela sigue estacionada en una dictadura de corte izquierdista, lo que es un eufemismo para evitar decir que de lo que se trata es de una dictadura terrible, asesina y sangrienta que cuando tiene la oportunidad de mostrar sus dientes lo hace cometiendo terribles crímenes contra la humanidad, no por nada es un gobierno acusado por crímenes de lesa humanidad en la corte penal internacional. Lo que tenemos es un sistema político cuyo objetivo es preservar el poder para Maduro, sus militares y los gobiernos extranjeros invasores.

Últimamente, esta cohabitación con el régimen ha traído también algunos cambios en la estrategia de Maduro, al parecer ahora invierte en la oposición política, emplea ingentes recursos del Estado para comprar conciencias mientras mantiene su férrea dictadura.

Sin duda, Venezuela ha estado por años bajos esta catástrofe del régimen; sin embargo, Maduro ha podido sobrellevar su ritmo destructivo mientras se afianza cada vez más en el poder. Decimos que Maduro ha entrado en una fase utilitaria en la que ahora ocupa de los servicios profesionales de políticos de la oposición, bien sea comprándolos de la forma más grosera y pública es el caso de los diputados que fueron vistos con fajos de dinero en ciudades europeas o conciliando con opositores que ganaron sus espacios legítimamente a través de elecciones signadas por el control maduristas, es el caso de los gobernadores, diputados de las asambleas legislativas, alcaldes, concejales.

Incluso en este escenario de victoria de la oposición el mismo Maduro se ha visto fortalecido, efectivamente tenemos gobernadores democráticos en Nueva Esparta, Zulia, Cojedes y Barinas, la pregunta en cuestión es ¿está sirviendo de algo para devolver la libertad a los venezolanos?

Lo primero que pienso es que no, pero podemos intentar identificar escenario que permita avanzar geométricamente demarcando áreas para ocuparlas con una estrategia común de inserción masiva de valores de la libertad.

La idea es poner en evidencia las diferencias abismales que caracterizan al régimen de Maduro y su forma de gobierno con lo que supone ser un gobierno de la democracia. Así que intentar democratizar nuestro país desde los precarios espacios políticos que podemos disponer gracias a la voluntad del pueblo puede generar un sentido de existencia a la lucha política. Porque hablar de cambio político no es suficiente, sino que hay que ir más allá en el debate para ubicar a los venezolanos en un contexto dialéctico que permita comprender la esencia de lo que está en juego.

Lo que queremos entonces es ver a los gobernadores opositores defender abiertamente la libertad, de eso se trata cuando hablamos de un Frente de la Libertad, de organizar al pueblo para que motorice un cambio, una revolución de ideas que movilice la acción humana.

Se requiere de gente sin miedo de provocar a Maduro pero de forma política y que sea capaz de trabajar en equipos con el objetivo de mover ideas, de hecho se lo hemos estado pidiendo a la oposición venezolana, que finalmente mas allá de sentarse en una mesa, logren identificar una idea en común que nos permita avanzar políticamente y de eso se trata la palabra Libertad y concentrar la mayor cantidad de apoyos para que a la final podamos obtener suficiente masa crítica de electores al punto que podamos quebrar el sistema fraudulento de Maduro y derrotarlos en su propio territorio electoral.

Ahora la idea de un Frente de la Libertad no necesariamente requiere de la participación de la burocracia política que cohabita con Maduro ni de los gobernadores, en este caso la partidocracia tradicional, también lo puede generar una corriente de actores minoritarios convencidos que en la unión de los pequeños radica una fuerza inconmensurable, pienso que es una buena idea que puede adoptar un líder como Guaidó, en el caso de que se canse del G4, o de María Corina Machado si ella decide crear una plataforma horizontal donde ella y otros sumen voluntades de forma paritaria.

Libertad es el bien más urgido y requerido por los venezolanos, hay que organizarse para conseguirlo. Hasta aquí mi post de la semana, nos leemos en una próxima entrega aquí en El Nacional.

@estebanoria