Luego de darse a conocer el informe de la ONU que denuncia delitos de lesa humanidad cometidos por funcionarios del régimen de Maduro, la maquinaria criminal de Miraflores contraataca, como es natural, negando y descalificando a los expertos y su trabajo, pero además incluyendo en sus descalificaciones a Bachelet por complotarse, según ellos, junto con la derecha internacional en contra de la revolución, toda una batalla de micrófonos que prácticamente a nadie le importa más que a los propios egos chavistas, muchos sobrevivientes del COVID 19, respirando gracias a las atenciones médicas a las que solo ellos pueden tener acceso, mientras millones de venezolanos ruegan a Dios nunca necesitar un hospital venezolano.
Lo cierto es que en medio de esta circunstancia especial en que la ley Internacional es convocada a activarse en la Corte Penal de La Haya para que procese las denuncias de la ONU, ahora hay que agregar que las calles de Venezuela empiezan a calentarse como consecuencia de innumerables problemas que tenemos los venezolanos. Además de la ya citada crisis sanitaria, ahora el detonante es la falta de combustible.
Venezuela empieza a arder por los cuatro costados, una acción de protesta espontánea que no tiene dirección de líderes políticos sino focos gestionados por ciudadanos llevados al borde de la sobrevivencia, cansados de soportar esta miseria a la que han sido obligados; sin embargo, nuevamente la respuesta del régimen genocida no se hizo esperar. De acuerdo con su patrón de comportamiento, cual criminales emplean a la Guardia Nacional, al FAES y los colectivos para reprimir, amedrentar, Ellos continúan con su práctica de ir puerta por puerta buscando a ciudadanos indefensos que solo reclaman por una mejor calidad de vida, y sobre el informe de la ONU al parecer a estos funcionarios les importa poco o nada.
Nada bueno les puede esperar a los manifestantes dentro de las cárceles de Maduro, ya sabemos los tratos crueles, degradantes e inhumanos a los que son expuestos y sobre lo cual ya hice referencia en mi anterior post titulado Misión de la ONU denuncia crímenes de lesa humanidad y apunta a Maduro y la burocracia del Estado.
Maduro ha reiterado la autoridad a los colectivos para usar la fuerza necesaria con el fin de mantener bajo control a las comunidades, así que estos grupos terroristas, al estilo camisa parda de la Italia de Mussolini, armados por los militares del régimen, son los que registran las casas en los barrios, visitan, amedrentan y secuestran a los manifestantes.
Esta combinación entre funcionarios del régimen de Maduro y colectivos se pudo ver claramente reflejado en el audio que capturaron de Juan Parada, alcalde del municipio Peña, quien instó a los chavistas a «marcar» a quienes protestan, haciendo referencia a las manifestaciones acontecidas en su municipio para exigir mejoras en los servicios básicos y en la calidad de vida, la cual ha desmejorado producto de la crisis política. Esto dijo Parada:«Aquí hay que marcar a la gente cuerpo a cuerpo (?) Hay que decirles ‘llama a protesta y no te quejes si llaman a saqueo, no te voy a defender tu negocio si te lo van a saquear». El alcalde Juan Parada, no conforme, terminó su amedrentamiento con una amenaza a quienes asisten a las marchas en Yaritagua. “Si usted conoce un vecino que está llamado a la violencia, dígale que no se vaya a quejar después si salen los colectivos, porque los chavistas mochos no somos”, advirtió.
Este funcionario de Maduro es uno entre muchos que hacen lo mismo, es la receta del madurismo para gestionar la crisis, ellos emplean el psicoterror y lo hacen abiertamente ante las cámaras porque se creen invencibles, así que el informe de la ONU les tiene sin cuidado, se sienten guapos y apoyados por Rusia y China; mientras que los demócratas, pese a que tenemos pruebas irrefutables de crímenes contra el pueblo venezolano, aún no podemos lograr un apoyo grupal lo suficientemente consistente entre las naciones libres para que actúen en favor de la democracia venezolana.
Este señor Maduro no se inmuta con los hechos, la violencia de sus hordas y ,los crímenes que se cometen, con su cinismo criminal alardea del trabajo que hacen supuestamente defendiendo los derechos humanos de los venezolanos y sigue con su verborrea del libreto cubano culpando de todo a un supuesto bloqueo, y en referencia a esto, su más reciente invento es una Ley Antibloqueo. Esto fue lo que dijo en su alocución: “Vengo a solicitar al poder constituyente la aprobación de una ley para enfrentar la más perversa y brutal agresión que ha sufrido nuestra patria en 200 años de vida republicana […] En cinco años el bloqueo logró cortar de un tajo el financiamiento al país. Impidiendo que el Estado disponga de las divisas para adquirir los alimentos, las medicinas, los insumos y materias primas esenciales de la actividad económica”. Nada nuevo nos dice el señor Maduro más que excusas, una tras otra, para esconder su incapacidad de gobernar y tapar sus horrendos crímenes.
Maduro no escucha a la gente. De hecho, no creo que le importa la vida de nadie, nunca antes Venezuela había padecido tanta miseria. No hay cámara que no haya captado el pueblo que muere de hambre en las calles. Recientemente circularon en las redes sociales imágenes dantescas del afamado locutor Porfirio Torres, recuerdo que yo crecí escuchando su Insólito Universo. Lo que observé de este afamado locutor me dejó estupefacto, se encuentra en un estado de miseria total, supuestamente la foto fue tomada en un asilo en la isla de Margarita. Efectivamente, nada puede sorprendernos pues la imagen de Porfirio puede ser la de cualquier venezolano que hayamos conocido, y lo que demuestra es que no hay límites para la crueldad del régimen contra los venezolanos, es una visón aterrorizante del final de una vida, nada puede ser peor que morir de hambre, enfermo, olvidado y viejo, y por favor no se confundan, no me estoy refiriendo a Porfirio Torres sino a cualquier venezolano, porque de esto yo les puedo hablar con mil ejemplos cercanos.
Estar en esta Venezuela bajo la tiranía de Maduro solo tiene un futuro cierto, la miseria y ruina. Esto define lo que puede prometer él y su régimen, que no es más que el pacto a lo que nos negamos los venezolanos. Definitivamente, Maduro solo ofrece esclavitud y servidumbre, hoy destruye nuestras selvas y bosques mientras saquea nuestro oro y diamantes para pagar sus deudas, comprar tiempo y mantenerse en el poder. No hay costo para medir el alcance de la destrucción; él estará sacrificando a cada venezolano con el fin de sostener toda su maquinaria, pero incluso es mejor si además de perpetuarse en el poder ellos logran expandirse a lo largo de toda América, porque al final Maduro es parte de un proyecto aún mucho más grande de control social de la ultraizquierda y sus cerebros enquistados en La Habana.
Maduro es un régimen que no piensa más allá de obedecer a sus amos comunistas en Cuba mientras pactan con los fascistas de la derecha militar de Padrino López en un reparto de Venezuela, producto de una combinación ideológica impensable pero ahora posible, así que mientras sea útil esta alianza civico-militar será el arete que someta a nuestra patria hasta que alguna solución multinacional escuche la petición del presidente Guaidó sobre la aplicación del principio de Responsabilidad de Proteger (R2P) para restablecer la democracia en el país con ayuda de la comunidad internacional y de ese modo liberar a los 30 millones de rehenes de venezolanos secuestrados por la tiranía.
Nunca dejo de soñar con nuestra patria liberada, sé que pronto recuperaremos nuestra democracia. Finalizo no sin antes desearles paz y serenidad, que no pierdan la fe en la libertad. Nos leemos en una próxima entrega aquí, en El Nacional.
@estebanoria
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