OPINIÓN

Masonería y represión en Venezuela: El impacto del Caso Óscar Pérez en la convocatoria de la CPI

por Esteban Oria Esteban Oria

William Jiménez junto al abogado David Cáceres y el hermano de Óscar Pérez, Luis Armando Pérez, en la convocatoria de la CPI

En un desarrollo significativo, diversos grupos de ciudadanos venezolanos estuvieron presentes en las audiencias convocadas por la Sala de Apelaciones de la Corte Penal Internacional que se celebraron los días 7 y 8 de noviembre. Hasta el momento de escribir este artículo se ha informado que la Fiscalía de la CPI rechazó los argumentos presentados por el régimen de Nicolás Maduro en contra de la investigación de crímenes de lesa humanidad en Venezuela. Además, la Sala de Apelaciones de la Corte Penal Internacional concluyó que Venezuela no está llevando a cabo investigaciones adecuadas sobre actos criminales que podrían constituir crímenes de lesa humanidad.

Estos eventos se consideran señales alentadoras de un avance positivo en el sistema de justicia internacional, que busca responsabilizar a quienes hayan cometido crímenes de lesa humanidad.

Entre los asistentes a esta crucial audiencia se encontraba el destacado abogado William Jiménez, quien representó al grupo denominado la Comisión Masónica Internacional de Derechos Humanos. La verdad es que siento una gran satisfacción al verlo en ese lugar, ya que tiene un significado de logros que se han alcanzado por la perseverancia. Junto a él se puede ver en la imagen a Luis Armando Pérez (hermano de Oscar Pérez), el abogado David Cáceres y otros miembros destacados de la comunidad venezolana. La presencia de estos compatriotas en un evento de tal relevancia subraya la importancia de su apoyo y participación en la búsqueda de justicia y rendición de cuentas.

El caso de la conexión de Oscar Pérez con la masonería es un tema en el que hemos proporcionado suficiente evidencia para contribuir a la búsqueda de la verdad y la justicia. Hemos presentado testimonios de testigos ante la Fiscalía de la CPI, hemos publicado sus historias y personalmente he compartido lo que sé y he presenciado. Todo ha sido expresado, debidamente documentado y enviado a quienes deben recibirlo. De hecho, el informe más reciente se envió la semana pasada al fiscal de la Corte Penal Internacional en La Haya, Karim Khan. Personalmente, toda esta situación ha sido una experiencia transformadora para mí.

En mi publicación anterior sobre este tema, que titulé ”Atención al fiscal de la CPI: Cómo la masonería se vio implicada en el Caso de Oscar Pérez por Fernando Delgado”, expliqué cómo la masonería en Venezuela quedó involucrada en el caso de Óscar Pérez después de una supuesta declaración realizada por Fernando Delgado durante su comparecencia ante un tribunal militar. Fue él quien, al presentarse ante ese tribunal, enfocó su relación con Óscar Pérez en la masonería. Posteriormente, se le imputaron cargos militares de rebelión, ultraje a la bandera y a la Fuerza Armada Nacional, entre otros delitos, todos orquestados por el régimen de Maduro.

Si se lee detenidamente esa acta del tribunal, se puede concluir que lo relevante es que la imputación de Delgado se hizo en términos militares, sin mencionar la actividad masónica como un delito. Sin embargo, la respuesta de las autoridades implicó una serie de acciones correlativas, como citaciones, allanamientos, arrestos, torturas y, posteriormente, desapariciones, culminando con un presunto atentado. Todo esto le ocurrió a masones vinculados con Óscar Pérez, en lo que parece ser una forma estructurada y sistemática de terror generada por el régimen de Maduro.

El régimen ha estado encubriendo la persecución de masones a través de alteraciones legales, inventando delitos para evitar que se aplique la Convención de Ginebra en su contra. Según el Estatuto de Roma, un “crimen de lesa humanidad” abarca actos específicos que se cometen como parte de un ataque generalizado o sistemático contra una población civil, y con conocimiento de dicho ataque. Uno de estos actos es la “persecución de un grupo o colectividad con identidad propia fundada en motivos políticos, raciales, nacionales, étnicos, culturales, religiosos, de género definido en el párrafo 3, u otros motivos universalmente reconocidos como inaceptables con arreglo al derecho internacional”.

 

El régimen ha sido cauteloso al no calificar a la masonería como un delito, pero ha enmarcado sus acusaciones y decisiones judiciales de tal manera que, en lugar de condenar o perseguir a alguien por ser miembro de una logia donde estuvo presente Óscar Pérez, le imputan cargos de delitos militares arbitrarios. Sin embargo, en la realidad, estas acciones se toman debido a su afiliación a la logia o su asociación con Pérez. Por ejemplo, el caso de Yonny Calderón, quien no tenía relación personal con Óscar Pérez pero ejercía como el segundo vigilante en la misma logia. Fue arrestado y sometido a torturas por la inteligencia militar de Maduro, con acusaciones fabricadas para detenerlo. Ningún documento menciona que esto se hizo debido a su condición masónica o su membresía en la misma logia que Óscar Pérez.

Pero el régimen ha sido hábil en su estrategia, ya que mientras perseguía a masones, también ha utilizado a otros masones dentro de las logias que son partidarios o funcionarios del régimen para que colaboren y ayuden a borrar evidencias de su presencia y a negar la existencia de estas persecuciones. Estos masones colaboradores del régimen han desempeñado un papel fundamental en todas estas fases de desmantelamiento de nuestras posiciones, han trabajado en todos los frentes, desde contactar a testigos y víctimas, hacer presencia, vigilancia, amenazas; nada de esto nos ha detenido.

Qué dice el informe entregado en la CPI

Es esencial destacar que desde la Comisión Masónica Internacional de Derechos Humanos (Grupo Ad Hoc) hemos proporcionado información detallada a la Corte Penal Internacional sobre varios aspectos relacionados con la persecución de los masones en Venezuela. Entre los elementos que hemos comunicado y compartido con las autoridades se encuentran:

 

 

Estos elementos proporcionados a la CPI son suficientes para considerar el caso de la masonería en Venezuela como un asunto de extrema gravedad en lo que respecta a las violaciones de derechos humanos cometidas por Maduro.

Lo que pudimos haber hecho, pero nunca hicimos

Es probable que muchos de los crímenes cometidos contra masones desde que comenzaron las acciones de Óscar Pérez podrían haberse evitado si se hubieran denunciado las irregularidades y los perpetradores a tiempo. El silencio y la falta de testimonios han contribuido a la perpetuación de nuevos crímenes contra masones. Incluso en la actualidad, tenemos masones arrestados como presos políticos.

Es importante recordar que las leyes en todos los países democráticos abordan el silencio de testigos de crímenes de manera específica. En el caso de España, la ley establece la obligación de denunciar en dos situaciones:

Cuando se ha presenciado personalmente la comisión de un delito público, es decir, aquellos delitos cuya investigación puede iniciarse de oficio por las autoridades judiciales.

Cuando, sin presenciar directamente el delito, se tiene conocimiento o noticia de la comisión de un delito público debido al cargo, profesión u oficio desempeñado.

Lo cierto es que el régimen de Maduro no ha cesado en su persecución de masones, y de hecho se han reportado la presencia de funcionarios de la Dgcim en las logias para vigilarlas. En una reciente conversación se me fue informado que mi logia Santiago Mariño N 208, tuvo que verse obligada a iniciar a un agente de la Dgcim.

Toda esta terrible pesadilla con Maduro dentro de la masonería pienso que podría haberse evitado si se hubieran seguido los procedimientos legales adecuados y por sobre todo se hubieran denunciado los crímenes de forma institucional por parte de la Gran Logia de Venezuela.

Para cerrar, quiero responder a esta inquietud, si me encontrara en una situación similar como Gran Maestro en ese momento de la rebelión de Óscar Pérez, qué pasos habría seguido:

  1. Acatar los Landmarks: En primer lugar, habría respetado los principios fundamentales de la masonería y sus Landmarks.
  2. Aclarar la situación del hermano: Habría aclarado públicamente que la acción del hermano Óscar Pérez se realizó por su propia voluntad y no representa a la institución. Pero habría subrayado que esta decisión no sería motivo de su expulsión, ya que se trata de un acto de conciencia, por lo tanto, él seguía siendo un miembro más de la orden.
  3. Contratar un abogado y proteger a los masones: Para garantizar el seguimiento adecuado de la situación y actuar en defensa de cualquier masón que fuera objeto de represalias debido a su afiliación a la logia o condición masónica, habría contratado los servicios de un abogado. En particular, en el contexto de la presentación del tribunal del señor Fernando Delgado, la presencia legal de la masonería hubiera sido necesaria para estar enterado de las causas en las que se involucre a masones en esta situación política.
  4. Conferencia de prensa: Para aclarar públicamente la situación, habría destacado que la acción del hermano Óscar Pérez fue realizada por su propia voluntad y no representa a la institución. Además, habría subrayado que esta decisión no sería motivo de expulsión, ya que se trata de un acto de conciencia. Por lo tanto, el hermano Pérez sigue siendo un miembro más de la orden.
  5. Informar a las Grandes Logias hermanas: Habría mantenido a las Grandes Logias hermanas informadas sobre los acontecimientos y habría buscado apoyo y solidaridad.
  6. Reafirmar el derecho a la libertad de reunión: Si se presentaran amenazas de intervención en la Gran Logia, enfatizaría y reafirmaría públicamente el derecho a la libertad de reunión y solicitaría protección a organismos internacionales como la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) y la Organización de las Naciones Unidas (ONU).
  7. Protección de archivos: En caso de amenaza, trasladaría los archivos de los miembros a una Gran Logia en otro país para su custodia y protección.
  8. Cierre temporal de actividades: En caso de que nuestra institución se vea amenazada y la seguridad de nuestros miembros esté en riesgo, declararía temporalmente el cierre de nuestras actividades hasta que se restablezca la seguridad.
  9. Denuncia de abusos: Sin duda, habría denunciado enérgicamente cualquier acto de abuso contra cualquiera de los miembros de nuestra institución.

Estos pasos habrían sido tomados con el objetivo de proteger la integridad de la institución masónica y garantizar la seguridad y los derechos de sus miembros, es una verdadera lástima que nada de esto se haya aplicado, ahora solo confiar en el largo brazo de la justicia, cierro este capítulo conforme con lo que se ha hecho y espero retornar con un interesante ciclo de historias.

Nos seguimos leyendo en una próxima ocasión en El Nacional @estebanoria

Algunos anexos de interés a compartir

Acta TSJ 2: Juan Ubaldo Jimenez Silva

Informe Senamecf – William Jimenez

Tribunal Militar caso Fernando Delgado

Informe ONU – Juan Hurtado