El sector privado ha expresado reiteradamente su preocupación por las crecientes limitaciones que afectan el desarrollo económico. Entre los principales factores que obstaculizan el crecimiento empresarial destacan: el acceso restringido al financiamiento, el incremento sostenido de los costos de los servicios públicos, los altos impuestos municipales, la burocracia excesiva para la obtención de permisos y la expansión de la economía informal, que genera una competencia desleal al no estar sujeta a las mismas cargas tributarias y operativas que el sector formal.
A continuación, se detallan algunas de las principales barreras que enfrentan las empresas privadas:
1. Crédito bancario insuficiente
El acceso al financiamiento es especialmente limitado para las pequeñas y medianas empresas, debido a la falta de créditos a mediano y largo plazo. Esto restringe la inversión necesaria para mejorar la producción y la productividad. Una de las causas principales de esta situación es el elevado encaje legal impuesto por el banco central al sistema financiero nacional.
2. Elevados impuestos municipales
En muchas ciudades, las cargas impositivas municipales son consideradas excesivas, a lo que se suman multas y recargos adicionales. A pesar de la aprobación de la Ley de Armonización tributaria, la mayoría de las alcaldías no han acatado sus disposiciones. En lugar de reducirse, los impuestos y sanciones han seguido aumentando.
3. Aumento desproporcionado de los costos de los servicios públicos
El costo de servicios esenciales como agua, electricidad y aseo urbano ha experimentado incrementos de hasta un 1000% en los últimos tres años, lo que afecta significativamente la rentabilidad de las empresas.
4.Exceso de trámites burocráticos
El proceso para formalizar y operar un negocio sigue siendo altamente burocrático. Se requieren hasta 15 permisos distintos para el funcionamiento de una empresa, lo que retrasa la actividad económica y desincentiva la inversión.
Como consecuencia de estas restricciones, la economía informal ha crecido un 500% en los últimos años y actualmente representa más del 50% del PIB de la economía no petrolera. Este fenómeno refleja la presión que enfrentan las empresas formales debido a los altos costos operativos y tributarios.
Dada esta situación, se hace urgente una revisión de los impuestos municipales, la reducción de los costos de los servicios públicos y la simplificación de los trámites burocráticos. La creciente informalidad es una clara señal de que las condiciones actuales deben ser reconsideradas para fomentar un entorno más favorable para la inversión y el crecimiento económico sostenible.