OPINIÓN

Liderazgo perverso 

por Alberto López Núñez Alberto López Núñez

Marx propuso la dictadura del proletariado como la fase final de un proceso histórico que lleva al comunismo que se realizaría en esa etapa, dentro de su determinismo, las fuerzas productivas, que llamó infraestructura, determinan el régimen social y político, que llamó superestructura. Propuso la lucha de clases, entre burgueses y proletariado como el motor de la historia, esta lucha de clases llevaría a los oprimidos a derrocar al capitalismo y entronizar el anhelado comunismo. Este se materializó con la revolución rusa, que puso a Lenin en el poder y tuvo su época de esplendor con Stalin, que impuso el régimen totalitario, característico del régimen de terror evidenciado en “El libro negro del comunismo” que prueba los centenares de millones de asesinatos cometidos por los regímenes comunistas en 5 continentes. 

La brutalidad e ineficiencia del comunismo ha sido comprobada en todos los países en los cuales el comunismo gobernó, lo cual llevó al derrumbe de la Unión Soviética y con ese derrumbe el de Europa oriental en los noventa, una década antes, China se encaminó hacia un régimen híbrido de capitalismo pero con sistema político totalitario y a partir del derrumbe del comunismo europeo Fidel y Lula se ingeniaron una nueva estrategia de toma del poder por la vía democrática, para una vez llegado a él, destruir la democracia desde adentro, es el tan infame Socialismo del Siglo XX, que como todo régimen comunista, tiene las mismas características opresoras y pauperizantes que los de Stalin y Mao. 

Es revelador como los regímenes del SSXXI tienen como ADN el tener a un líder perverso que manipula y engaña al pueblo con las banderas de la democracia y la paz, cuando en realidad están ejerciendo el poder de manera dictatorial y para permanecer en el poder destruyen las instituciones democráticas y la economía nacional, con el fin de tener a un pueblo hambriento dependiente del estado, para así hacerlo sumiso a la voluntad del dictador. 

El SSXXI se inició con Chávez, quien inició la vía de la toma del poder por medio de elecciones, instituyó la estrategia de la constituyente para moldear un régimen a su medida, destruyó a PDVSA, para así destruir la economía y tener así al pueblo sometido al régimen. 

Petro está copiando el guion chavista, está destruyendo a pasos agigantados la institucionalidad, cooptando los entes contralores, con mermelada compró a un congreso en el que es minoritario, pero con los votos suicidas de Conservadores, Liberales y de la U, está obteniendo por vía legislativa las reformas conducentes a la instauración del régimen comunista sin necesidad de la constituyente y en caso de fracasar esta vía, tiene el plan b de una constituyente ya aprobada con el ELN con la bendición del establishment, para por medio de asambleas populares dominadas por la violencia narcoterrorista de las Farc y el ELN así como de los paramilitares de la Primera Línea, instaurar el SSXXI. 

Seguramente con la aprobación de los partidos del establishment logrará una mayoría en la Corte Constitucional, con los nombramientos pendientes por jubilación de magistrados, para que esta, como la Corte suprema de justicia de los inicios de Chávez valide esa instauración del comunismo en Colombia. 

Curioso es como el SSXXI ha sido trasplantado a España, donde salvando las diferencias propias del régimen, Sánchez está también , desde el propio estado, destruyendo la institucionalidad democrática, saltándose a la torera las normas legales propias de un régimen democrático, con el visto bueno también del parlamento, en donde partidos anti estado español están obteniendo la desintegración de España por el gobierno del PSOE, a cambio de mantener con sus votos en las Cortes a Sánchez en el poder. 

Está pues comprobado que el comunismo fracasó en Europa por la implosión de la Unión Soviética, en China por el cambio de régimen económico dictado por el PCCh, pero está en vías de triunfar en algunos países de América Latina, gracias a la estrategia castrolulista del SSXXI de la toma del poder por la vía democrática para destruir la institucionalidad democrática desde adentro. Si la comunidad internacional sigue su tolerancia con Maduro, como se demuestra con la colaboración de Biden con el tirano al quitarle las sanciones y no declarar presidente a Edmundo González, actitud complaciente seguida por la mayoría de países, salvo Argentina, Perú, Paraguay y quizás uno o dos más que pase por alto, estarán dándole carta blanca al SSXXI, para cometer fraude electoral en cualquier país y establecer la dictadura del SSXXI, pues se saben impunes a cualquier sanción internacional.  

En cuanto a Colombia, está en manos de la sociedad civil establecer un nuevo liderazgo que forme un movimiento de resistencia al SSXXI, para compeler  a los militares que cumplan con su deber constitucional de defender el régimen democrático en caso de que Petro siga teniendo la venia del establishment para instaurar el SSXXI, como se observa en la aprobación de las reformas legislativas socialistas por los partidos del establishment, la aprobación unánime que tiene la reforma política que tiene como fin oculto el acabar con el régimen de partidos al estatuir el financiamiento estatal de las campañas, poniendo en manos de Petro los recursos de los partidos de oposición, como hizo Chávez y con la colaboración del CD a la paz total, al participar en las mesas de diálogo con el ELN y las Farc, causa decepción esa oposición timorata con el régimen, ante el liderazgo perverso de Petro.