OPINIÓN

Enero, tiempo de alumbramiento

por Alejandra Jiménez Pomárico Alejandra Jiménez Pomárico

Comienza un nuevo calendario y se continúa una temporada de cambios, sobrevienen pesares por frustraciones de lo aún no alcanzado y expectativas de lo por venir. Los pensamientos van y vienen entre planes, riesgos y reajustes, los sueños no dejan de asaltar, de un momento a otro no parecen ser suficientes los 365 días dispuestos como oportunidades en blanco. Este año se viste de recompensa para quien quiera escuchar, el tiempo ya ha sido acortado pero se vuelve eficiente, y quizás rendidor. No habrá quien se oponga, con gran opulencia se impondrá un tiempo sobre otro tiempo y muchas cosas han de pasar. No vaticino más que secretos a voces en los corazones, todos claman justicia aun sin articular palabras, reposan sus cabezas en almohadas desgastadas esperando redención, algunos hasta descendieron ya al sepulcro, anhelado ver la paga de los injustos.

Resulta fundamental tomarse ciertos períodos de ocio o nuevas tareas, que permitan pensar con gratitud en la vida y preguntarse cómo mejorarla en todas sus dimensiones, es de ilustrados sopesar en balanza los beneficios y sacrificios, por ilustrados no me refiero precisamente a gente avanzada en estudios, sino a veteranos de la vida, conquistadores de sus propios terrenos baldíos y amonestadores de sus propios impulsos. Esos guerreros que nunca andan vestidos como héroes y tampoco tienen placas con sus rostros, caminantes algunos delgados ágiles y ligeros para avanzar, otros muy pesados y engrosados de rastro firme que se debe notar, todos con un corazón de entrega y una mente despierta.

Visualizar este año me trae al pensamiento algunas prevenciones relevantes, no solo en esta temporada sino de útil provecho general, esas cuyos frutos demoran pero más temprano que tarde se aprecian con gran evidencia. Me refiero específicamente a las costumbres pícaras y vagabundas de quienes buscan beneficios adicionales ante cualquier situación y se entrometen en procesos ajenos, aportando comentarios inapropiados, guiños cómplices, señas con todas sus extremidades; en general, suelen poseer un tipo de astucia necia que les termina evidenciando y destruyendo, dejan de ser personas de confianza, se ganan el descrédito y la diplomacia de quienes no quieren confrontar, pero tarde o temprano, sus marañas les atrapan dejándoles en total vergüenza, sea porque les importe o no, han sembrado tantas mentiras que perdieron toda capacidad para creer, aun estando frente a la verdad.

2023 será un año de sorpresas, sin duda se cosechará aquello que haya sido sembrado entre desiertos y oasis, pero habrá mies. El tiempo rendirá de forma particular a quien con diligencia se prepare como las hormigas, los silencios serán profundos por asombro o vergüenza, se expresarán como efectivo en zonas de cambio. Muchos deberán reconocer en situación de soledad aquello que con altivez menospreciaron, y otros verán partir los barcos que les esperaron por mucho tiempo en sus muelles, habrá saludos deseados como hijos y despedidas inesperadas. Se abrirán cartas que nunca fueron leídas, aunque se prefieran los correos digitales, y algunas banderas reposarán a media alabarda por obligación. Los vientos serpentearán con fuerza solo para esparcir nuevas semillas.

Enero, tiempo de alumbramiento para proyecciones interesantes y derramar oportunamente las primeras lágrimas, no de dolor aunque el mismo siempre se asoma, lloros como riego de territorios fértiles que están listos, pero aun no lo sabes, para recibir semillas y fructificar.

@alelinssey20