“World
is probably made
of roses & hello» (e. e. cummings)
A alguno le gustaría estar ya en diciembre. Digo esto porque la Sociedad Estatal de Loterías y Apuestas del Estado (en España) ya ha empezado la campaña publicitaria de Navidad. En nuestro país hemos convertido la lotería en una tradición. Es cierto que este juego de azar en el cual todos queremos ganar se celebra durante todo el año, pero la cita más importante tiene lugar en Navidad.
Ya sabe, amable lector, que escribo desde Murcia, situada en el sureste español. La AEMET (Agencia Estatal de Meteorología) ha advertido a través de los medios de comunicación de la llegada de una ola de calor bestial en España que afectará sobre todo al sur, y concretamente al sureste. El calor procede del desierto africano. El mundo es un pañuelo. Nos asustamos antes de tiempo, pensando en el sufrimiento de este fin de semana superior a los 44 grados Celsius (111.2 grados Fahrenheit). No sé en qué parte de Venezuela se encuentra usted, mas dondequiera que se encuentre no le deseo esta sensación de amenaza de bochorno que padecemos hoy nosotros. Cuando lea -porque supongo que me lee- esta columna de hoy, el calor infernal se habrá ido de aquí. Hoy es sábado, 10 de julio de 2021.
A lo que iba, como decía ahí arriba, a alguno ya le gustaría que el verano hubiese pasado y vivir ahora mismo en el duodécimo mes de 2021. Un anuncio de televisión nos invita a comprar el décimo del Sorteo Extraordinario de Navidad seis meses antes de su celebración. El eslogan de este año dice así: «¿Y si El Gordo de Navidad cae en tu lugar de vacaciones?«. Dándole vueltas al asunto, ahora entiendo todo. Este año de poscovid la gente viaja durante los meses de junio y agosto como desahogo del annus horribilis vivido. Puede que esta sea la ocasión única para comprar el boleto con premio de la lotería navideña.
El motivo de esta columna no es la lotería, la campaña temprana ni el calor sahariano que se nos viene encima mañana. Lo que me mueve a escribir es la crítica singular de los creativos del anuncio de la lotería sobre el abuso del smartphone por parte de la sociedad. Les cuento la escena: una pareja, en este caso, un matrimonio formado por un hombre y una mujer adultos rondando los sesenta están sentados a la orilla del mar disfrutando de las vacaciones de verano. El hombre, risueño, parece estar encantado con su celular llegando a preguntarle cuándo subirá la marea, con qué maridan bien los berberechos, cuál es el mejor cebo para la pesca de la lubina… Vamos que el hombre no da un paso sin consultar a su teléfono inteligente, convirtiéndose así él en el complemento ideal de su teléfono cuando debería ser al revés. Los desencuentros de su mujer con la dependencia electrónica de su marido aumentan a medida que pasan los días de vacaciones. El final del anuncio guarda una pequeña sorpresa y nos enseña una lección. Y es curioso que aprendamos esa lección precisamente cuando la mujer se enfrenta a la inteligencia artificial.
__
Hace un tiempo, no mucho, en cualquier conversación de amigos si alguien preguntaba en voz alta la nacionalidad de una actriz (¿de dónde es Sharon Stone?), si alguien quería saber el significado de una palabra de moda (¿qué es «golaveraje» / «golaverage«?)- uno no tenía más remedio que confiar en el amigo más leído o llegar a casa y buscar él mismo en el diccionario o la enciclopedia. Esto era bueno. También fue bueno lo que vino después. Alrededor de la década de los noventa y los primeros años del siglo XXI apareció Internet e Internet dio origen a los celulares, móviles, smartphones o como quiera que los llamemos. Los smartphones nos permitieron acceder a las bibliotecas, los diccionarios y los museos de cualquier lugar del mundo en segundos. Nos han facilitado la vida, haciéndonos creer que el mundo está al alcance de la mano y que todo es posible. Si uno no sabe dónde está la isla de Man o las Bahamas, por ejemplo, con un simple juego de dedos en el teclado uno viaja por el mapamundi y alcanza la tierra desconocida. Nos hemos acostumbrado mal. Nos hemos vuelto impacientes. Creemos que la vida es así de fácil y no es verdad.
https://www.youtube.com/watch?v=V9ay5SxA0p8&feature=youtu.be