OPINIÓN

Educación sin luz

por Pensar Educativo Pensar Educativo
Por equipo editorial 
Héctor Rodríguez cómo «ministro» usurpador de educación acaba de emitir una resolución en la cual, según él, mientras el papel aguante lo que le pongan, el infernal racionamiento eléctrico aplicado por el régimen de Nicolás Maduro a la población venezolana, y con énfasis, todos los días en los estados y municipios del país, no afectaría el calendario educativo, ya de por si bastante alterado por la aplicación del llamado horario mosaico con el cual trabajan limitadamente los educadores ante los «salarios» de sobrevivencia que apenas promedian los 10 dólares al mes, en el mejor de los casos.
En efecto, que ahora el país se encuentre en una nueva crisis eléctrica – «sin luz» como se dice coloquialmente a las fallas eléctricas – y que para el madurismo, ahora no sea culpa de «la iguana» o un «saboteador», sino que terminaron encontrando el insólito pretexto del «cambio climático» para en lo sucesivo decirle a los venezolanos que cuando en los próximos días en su caserío, pueblo o ciudad alcance diariamente entre 12 y 24 horas sin energía eléctrica, tenga en cuenta que por la magia de Héctor Rodríguez esa escuela, liceo o «universidad» – si aún existe – podrá tener clases sin complejidad alguna, y por ende, los sanitarios y filtros de agua tendrán las motobombas en máximo funcionamiento, aunque tampoco haya agua en el plantel. O sea, hablar de problemas de servicios básicos en los institutos educativos oficiales será una utopía, según el «comunicado» del MPPE.
En la misma medida, los laboratorios de los liceos, seguramente dotados de todos los insumos físicos, químicos y biológicos, podrán emplear los equipos de agua destilada, y los microscopios estarán activados con suficiente energía eléctrica para el estudio del mundo molecular y bacteriológico.
También nos imaginamos que en aquellos estados costeros y llaneros donde las temperaturas superan los 30 grados centígrados en promedio, los aires acondicionados funcionarán de manera óptima para que exista un proceso de generación de enseñanza y aprendizaje conforme con lo que la retórica oficial significa «educación de calidad».
Para qué hacer mención del extraordinario servicio de Internet que existe en todos los planteles adscritos al Ministerio de Educación, la firma de Héctor Rodríguez en semejante «resolución» garantiza no solo la energía eléctrica, sino que habrá un completo funcionamiento de las aulas y bibliotecas virtuales, como potencia «educativa» de América Latina.
En síntesis, aunque el pueblo se encuentre «sin luz» por el cambio climático, estar «sin luz» en el área educativa jamás ocurrirá, porque para Héctor Rodríguez las tinieblas de la educación se solucionan con un simple papel donde estampe su firma, y en consecuencia, todos los espacios y estadios del conocimiento llegarán al máximo de alumbramiento. Hablar de estar «sin luz» en Venezuela solo será posible con la destrucción del sol o las estrellas, según la comprensión de Héctor Rodríguez para el resto de los venezolanos y la población educativa.