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Cristo se comunica con la gente común

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Queridos lectores, esta semana quiero hablarles de algo diferente, de una actividad que estoy haciendo y que deseo compartir con el mundo. Se trata del portal CristoenCasa.com, un blog personal en el que publico y narro una serie de sueños que he tenido con Cristo, pero además agrego otras historias de mucho interés. Demás está decirles que este artículo no busca influir ni alcanzar algún  objetivo religioso o eclesiástico, simplemente quise compartir algo muy personal con mi audiencia de una forma natural y sin complejos, porque tal cual llegó, tal cual lo muestro.

Un poco de historia sobre estos sueños: me sucedieron hace más de 15 años, mientras vivía en Caracas. Como sabe la mayoría de quienes me conocen, no soy religioso, tampoco acudo de forma regular a iglesias, ni remotamente encajo en el perfil de los pastores; sin embargo, tuve el privilegio de tener este grupo de sueños bastante extraordinarios, de eso se trata, de recibir estos mensajes sin mayor protocolo, de una forma básica y directa; se trata del tipo de sueño que nunca olvidas, se mantienen igual de vivos y claros como si lo hubieses soñado ayer. A continuación les comparto mis sueños.

Primer sueño

Puedes creerlo

En mi primer sueño con Jesús se me presentó vestido de túnica blanca, era tal cual el mismo que todos conocemos. De esa forma se presentó en mi consciencia, recuerdo su imagen, le veía con cabello largo y barba, vestía esta túnica blanca larga con mangas de la que ya les hablé y también tenía sandalias.

En mi sueño ambos, él y yo, caminábamos por una calle que parecía de un pueblo, así que era ancha, asfaltada y no había gente ni carros. A unos 100 metros aproximadamente estaba una casa blanca, como de oficinas, al borde de la calle con unas escaleras de unos 3 o 4 escalones y recuerdo que subimos hasta la puerta, y que luego yo le abrí la puerta a Jesús.

Él entró a lo que parecía un pasillo con puertas que daban a salones, yo me adelanté a abrirle la puerta de uno de estos, luego entró Jesús y yo veía cómo observaba el espacio. Mientras en el sueño yo le explicaba algo sobre el salón, Jesús escuchaba y miraba con interés y asentía como estando de acuerdo con mi explicación. Del salón en mi sueño recuerdo que era blanco, también había en una de las paredes una pizarra grande blanca.

Luego esta parte del sueño se corta  hasta que después me veo caminando en la misma calle que por momentos era de asfalto y en otros de tierra. Recuerdo que allí estaba la Alcaldía de Caracas, o eso parecía, solo que  el edificio no tenia paredes, y podía ver a la gente conversando entre ellos y sentados en sus sillas. Si algo me llamó la atención de esta parte de mi sueño es que podía oler el ambiente y el olor que emanaba de ese lugar era nauseabundo, esto fue lo que me despertó. Así terminó este primero de los sueños que tuve con Cristo. Para mí estaba más que claro el mensaje. En esa época trabajaba en la Alcaldía Mayor de Caracas y no dudé cuando me pidieron la renuncia, se las di de inmediato.

Segundo sueño

El poder de la visión

Este segundo sueño fue realmente increíble, no sé cómo catalogarlo, pues en un principio lo interpreté como algo que iba a pasar en mi país producto del desastre de gobierno que teníamos con el tema sanitario, pero ahora con la pandemia puede tener un significado más esclarecedor.

El sueño empieza conmigo entrando a lo que parece una sala de un hospital viejo donde había muchas camas vacías. Esta imagen, para que tengan una idea, es semejante a una escena de estos edificios de la Primera Guerra Mundial en los que atendían a los pacientes, son el tipo de salones de techo alto, blanco.

Lo que observé fue una inmensa galería de camas vacías, eran muchas filas, miles de ellas todas en línea unas tras otras y con el espaldar detrás. El ambiente era muy de hospital, bastante lúgubre, busqué y busqué hasta que vi una figura humana sobre una de las camas, me acerqué y vi que era un hombre sentado de espalda, estaba reposando, su espalda estaba desnuda y tenía marcas de heridas, cuando él giró su cabeza pude ver su perfil, y detallé que llevaba una corona de espina, entonces supe que era Jesús quien allí estaba sentado. Luego me desperte.

Sobre este sueño pienso que debí haberlo publicado antes, ya que nadie me creería esto, lo soñé en el año 2004. Lo que pensaba sobre el significado de  este sueño era que me decía era que algo malo iba a pasar en Venezuela y francamente ocurrió con la crisis hospitalaria de Maduro, donde cientos de miles de venezolanos han muerto por falta de asistencia médica. Creo que en este sueño Jesús nos estaba hablando de una crisis en el sector salud de grandes dimensiones. Ahora también pienso que pudo estar hablándonos de la pandemia, en fin, es solo un sueño y cada quien puede darle la interpretación que guste.

Tercer sueño

El libro de la vida

En este sueño me encuentro dentro de una iglesia, podía ver gente que se reunía en grupos conversando. Yo me paseaba entre estos grupos observándolos, no había cura, ni pastor, simplemente había gente conversando entre sí. En mi recorrido, sali por una de las puertas laterales de la iglesia a lo que parecía ser un área de descanso, un patio lateral. Había buen clima y sol, también allí habían grupos reunidos. Recuerdo haber visto en el sueño que el patio rodeaba a toda la iglesia, que quedaba como una isla y tenía una pared que la separaba del mundo exterior. Pude observar que en una de las esquinas frontales, bastante cerca de la pared, había un pedestal y encima estaba un libro abierto. Se parecía bastante a un libro de actas de nacimiento, pero se veía radiante y con vida. Yo me acerqué a verlo y el libro contenía una lista de nombres escritos, esto me sorprendió mucho.

Luego pude notar que en el exterior de la iglesia, más allá de las paredes que la rodeaban, el ambiente estaba nublado. Me llamó la atención que dentro de la iglesia estuviera claro y afuera de las paredes hubiese niebla, así que abri la puerta que da a la calle, que era de hierro. Al salir, recuerdo que el ambiente estaba impregnado de una niebla pesada y espesa que me impedía la visión. Lo que hice fue tropezar con gente que caminaba en todas direcciones y sentidos, eran miles de personas caminando como sonámbulos, con ojeras y rostros desencajados. Creánme que sentí mucha ansiedad, pensaba que podía perderme como ellos, entonces yo me vi luchando para regresar a la puerta de la iglesia, así que pude alcanzarla, abrirla y entrar. Ya no recordaría nada más sobre este sueño.

Bien, mis queridos lectores, definitivamente convenimos que este texto es verdaderamente diferente al resto de mis artículos. La mente humana es algo maravilloso y nos da este tipo de regalos que podemos compartir entre amigos y familiares. Yo sí creo que más allá de la lógica y la razón está algo imposible de reducir a pensamiento humano, es algo divino que promete luz, francamente es maravilloso que hagamos uso del poder de la comunicación y de los medios para alcanzar a millones con esta información y llevar humanidad, esperanza. Espero que les haya gustado y que si no lo tenían antes, que haya despertado su interés en Cristo. Pienso que, independientemente de cuál sea su orientación religiosa, lo importante y trascendente es manifestar nuestra creencia en un Dios de amor, misericordia y paz.

Deseándole libertad a Venezuela, nos leemos en una próxima ocasión aquí en El Nacional.

 

 

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