No se puede enfrentar un proyecto de construcción socialista que pretende establecer un estado comunal, solo con buenas intenciones, desprovisto de propuestas, con un escaso conocimiento de las complejidades urbanas y político administrativas del municipio y sin considerar las condiciones de la coyuntura nacional, que nos tocará vivir durante el próximo periodo.
El sábado, 6 de noviembre en los espacios del parque de Asomónica, tuvimos la oportunidad de oír al candidato a alcalde para el municipio Libertador, Tomás Guanipa.
El candidato llegó tarde y se fue temprano.
Entendemos que no se puede exigir que un candidato a alcalde sea un erudito en la cuestión urbana, o experto en gobierno municipal.
Empezó su disertación diciendo que tiene quince años viviendo en Caracas y diez haciendo política en la ciudad, lo dijo como quien reclama su certificado de origen o una nacionalidad a la que no se siente con derecho. Me recordó con tristeza el gesto valiente de Américo de Grazia, renunciando inútilmente, a su condición de ciudadano europeo para optar a la gobernación de Bolívar, olvida el candidato que no es necesario renunciar a la zulianidad para optar a la alcaldía del municipio libertador.
Lo que sí es necesario para gobernar un municipio tan complejo es tener conocimientos suficientes sobre la ciudad, no sobre la ciudad en particular sino sobre la ciudad como hecho urbano, como resultado de sus procesos históricos y políticos, de la ciudad como expresión territorial y su lugar en el sistema nacional e internacional de ciudades.
Conocer qué elementos integran la ciudad, su funcionamiento interno, la idiosincrasia de quienes ocupan su territorio, como se relacionan con ella, como usan los espacios públicos, no solo las necesidades de servicios e infraestructura y sus dimensiones (déficits) derivados de las consideraciones demográficas, sino las características (parámetros de calidad) de los mismos, los sueños y aspiraciones de sus habitantes. Su vocación urbana, las amenazas que se ciernen sobre ella, las tendencias, sus competencias actuales y su desarrollo a futuro o su posible merma, como seguramente sucederá, por efectos de la nueva ley de transferencias de competencias en estudio.
Pero no solo esto es suficiente para enfrentar la complejidad del municipio, hace falta formación, conocimiento y experiencia en gobierno urbano la cual no le exigimos al candidato, porque como bien sabemos es un trabajo de especialistas y que un buen equipo puede ayudar a una efectiva gestión.
El candidato se presentó con parte de su equipo, una joven profesional, candidata a concejal, de quien habló brevemente de su experiencia y del otro candidato, al que solo revistió de su condición de joven, como si la juventud por si misma fuera suficiente para darle el voto, el instrumento más valioso con que cuenta el ciudadano.
El hecho de presentar a los concejales, como parte de su equipo, que deberían ser quienes supervisen y controlen su gestión es muestra evidente de la distorsión que ha invadido los procesos electorales.
Hubiéramos preferido oír a los miembros de su equipo técnico, explicándonos los planes para enfrentar los problemas de su competencia y las características teóricas y metodológicas del modelo de gobierno con que va a defender la constitución, ante la arremetida socialista y la construcción del estado comunal y no a sus posibles aliados en el cabildo municipal, que al final nada dijeron.
De los candidatos a concejales hubiéramos querido oír cuál es su propuesta legislativa, cuáles son sus prioridades en esta materia, que planes tienen en materia de recaudación municipal, como piensan corregir o mitigar el caos urbanístico, o si piensan, al menos revisar la ordenanza de variables urbanas, hubiéramos querido oír algo, que nos demostrara que se están tomando en serio su propósito de gobierno y no el simple comentario de que “están esperando a llegar para ver con que se encuentran”.
La improvisación demostrada, pudiera explicarse por la tardía decisión de participar en el proceso electoral y la escogencia (imposición) apresurada del candidato, pero sabemos que la realidad es más dura que la improvisación, realmente atiende a que la oposición a la que le hemos confiado la dirección de la lucha contra el régimen está conformada por partidos sin doctrina y líderes sin valores.
Pareciera que estamos dirigidos por un régimen de izquierda y una oposición ambidiestra, que a veces se enfrenta radicalmente al gobierno y otras veces juega a su favor y la mayoría de las veces se le percibe parasitando al régimen.
La ambigüedad opositora, crea dudas en situaciones como los escándalos en torno a Monómeros y Citgo y en expresiones como la atribuida a Guevara, quien supuestamente taza sus opiniones en torno a la actuación de la CPI, como muy caras. Cuesta creer que un opositor joven, pueda expresar algo semejante, sin embargo, a la contrainformación le resulta fácil sembrar la duda.
No defienden los valores democráticos ni hay posturas técnicas ante el modelo de gobierno urbano, ni del tipo de ciudad que supone la creación del estado comunal, no es suficiente con apelar al cumplimiento de la constitución.
El candidato, en su disertación, con un excelente manejo de las técnicas de márketing, apeló en principio a las emociones, habló de los miembros de la tercera edad, ancianos solos, abuelos sin nietos, ciudad sin servicios y solo tres ofertas concretas, resolver el transporte, (¿?), los hundimientos de las calles y los pozos profundos como paños calientes al problema del agua.
Es un líder fresco, que al igual que su hermano tiene un buen manejo de las nuevas técnicas de comunicación, no vocifera, no da discursos altisonantes, no es un agitador, es un buen motivador, genera confianza, es un excelente difusor, con un buen manejo del lenguaje y la expresión corporal, se le aprecian excelentes cualidades y no se le ven las costuras, en el lenguaje de mi abuela, esto quiere decir que se expresa con franqueza, sin embargo creo que no es suficiente para encarar la decisiva coyuntura que se avecina despues del 21 N.
En cuanto al transporte, el nuevo paradigma es el de movilidad urbana. El transporte subterráneo de personas (Metro), escapa a su competencia como alcalde, el transporte superficial privado lo vienen prestando con unidades destartaladas con más de treinta años, la agrupaciones (líneas y sindicatos) no conocen lo que significa servicio, irrespetan totalmente al pasajero, las rutas, las paradas, no saben de horarios, no conservan el canal, pareciera que les conviene más el caos, no hay autoridad que responda por el servicio, no hay terminales urbanos, intraurbanos o de transferencias, el transporte público de personas, es escaso y malo, las personas de movilidad reducida están desasistidas, lo de las ciclovías resultó un engaño, en cuanto al transporte de alimentos, materiales, etc, se presenta la misma situación y no sigo hablando, pero queda dicho que la solución no está al alcance del aspirante a alcalde.
En cuanto a la propuesta de resolver los hundimientos de las calles, como señaló, sin considerar otros aspectos que influyen en las condiciones de la vialidad, estos se deben en gran medida a que las tuberías de los ramales principales del sistema de acueducto ya han cumplido su vida útil y a que el sistema de drenaje y alcantarillado en muchos sectores, están interconectados y en menor grado a los problemas generados por talleres y otros establecimientos que vierten solventes, aceites y detergentes sobre el asfalto, lo que produce su agrietamiento y la permeabilidad que facilita la saturación y debilitan el material que soporta la carpeta de rodamiento.
Sin el apoyo o la coordinación con otros organismos, como las hidrológicas, esta oferta electoral no es posible cumplirla.
¿Qué diferencia hay entre llenar de edificios de alta densidad las áreas verdes de la ciudad o empezar a construir acueductos rurales en la METROPOLIS? ¿Se habrán detenido a calcular la demanda de agua que requiere la ciudad? ¿Habrán evaluado los riesgos y la huella ambiental de la propuesta? ¿El caudal que pueden tener los pozos, o si el lecho de los ríos Guaire y Valle ha permeado hacia los acuíferos? ¿Las características de las corrientes subterráneas? ¿En la posibilidad de tratar el agua y que tipo de plantas de tratamiento necesitan? ¿En cómo va a ser la aducción a las viviendas, si lo harán por gravedad o si requieren sistemas de bombeo?
¿Han considerado la equidad urbana de las diferentes parroquias, porque todos tenemos el mismo derecho al agua y todos estamos conectados al sistema Tuy? ¿O el agua proveniente de los acueductos rurales que plantean, se va a distribuir con los mismos criterios de las cajas CLAP? ¿Qué profesionales están asumiendo la responsabilidad de esa propuesta, o se están asesorando con la misma persona que potabilizó el Guaire?
No es lo mismo que un grupo de vecinos residentes de algún edificio, construyan con sus recursos, en espacios del edificio un pozo conectado a los tanques existentes y a sus sistemas hidroneumáticos, utilizado como un sistema auxiliar, que plantearlo como una solución o como un pañito caliente que fue lo que le oí decir al candidato. Triste oír una propuesta de paños calientes para una ciudad tan compleja como Caracas.
El candidato, recurre a solicitar la participación de los ciudadano en la resolución de los problemas de su comunidad, tal como lo expresó me pareció estar oyendo a los dirigentes socialistas y su proyecto de Estado comunal, en una sociedad democrática si Usted se propone voluntariamente a gobernar la ciudad, cobra por ello y además le cobra impuestos al ciudadano, no puede pedirle al administrado que gestione su comunidad, si yo voto por un alcalde que pidió mi voto, que cobra a la ciudad por su trabajo y al que yo le pago impuestos, solo tengo el compromiso y el deber de demandar, enérgicamente, mis derechos y los servicios por los que pago. Cada quien a lo suyo.
Sin embargo, creo que Tomás Guanipa representa la mejor opción, deseo, sinceramente que gane y que sepa rodearse de un equipo que le ayude a enfrentar el
temerario reto que asumió. ¡Suerte candidato!
@wilvelasquez
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