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Consecuencias de la capitulación ante Maduro: reducción de las sanciones económicas

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Una parte de la llamada oposición venezolana aceptó ir a las elecciones parlamentarias que organiza Maduro. Son las mismas figuras que siempre se han prestado para sostener su régimen, presentándose para rellenar el tarjetón electoral en cualquier cantidad de elecciones fraudulentas, así quedarán registrados para la historia: Henri Falcón, Claudio Fermín, la gente del MAS, pero ahora con nuevos invitados, las tarjetas de Acción Democrática en manos de Bernabé Gutiérrez, Copei (Miguel Salazar), por PJ Conrado Pérez y Luis Parra, quienes postularon sus nombres a candidatos dentro de la Alianza Venezuela Unida, bajo el amparo de la tarjeta de Voluntad Popular. También hay que agregar lamentablemente a los candidatos de La Fuerza del Cambio con Henrique Capriles.

Bien entiendo que detrás de esta estrategia hay todo un cálculo que imagino no debe ser muy diferente al que ya conocemos de cohabitación y que ha tenido como resultado el fortalecimiento de la dictadura. Lo cierto es que la estrategia de Maduro de incluir la mayor cantidad de partidos políticos en su show electoral ha funcionado.

De este cálculo podemos hablar claramente en tanto hay beneficios más allá de unos cuantos dólares para unos y otros. Pero la pregunta en concreto es qué hay detrás de la llamada oposición para que se preste a esta jugada electoral de Maduro. Dada la actual situación política, en la que no se ha logrado el cese de la dictadura, necesitan subsistir bajo la tiranía, se acabó el tiempo y el régimen de Maduro, que sí lleva su cronómetro ajustado, ha tomado la delantera con las parlamentarias habida cuenta de que supuestamente se ha cumplido el mandato.

Así que buena parte de la oposición no ha tenido otra opción que escuchar a Claudio y Henri, de eso se trata esta capitulación, de la aceptación de sus propias realidades y miserias, que muchos podemos ver desde el ánimo de las pasiones y condenarlos por desconocer y vender los valores de la democracia y la libertad. Lo cierto es que es una realidad que incluso podemos ver en familias de venezolanos comunes que son conscientes de que esto significa vender sus almas, ellos saben que recibirán migajas del régimen, serán tratados como ciudadanos de tercera; pero ni modo, si sus líderes se están sometiendo a la tiranía no está mal que ellos lo hagan como el menor de los males ante otras posibilidades, como el exilio o la guerra.

Así que aceptan la capitulación y convienen en negociar conscientes de que el señor Maduro es un dictador que arruinó por completo el erario público nacional con sus políticas cambiarias, de que sus políticas sanitarias son responsables de la muerte de cientos de miles de ciudadanos por falta de camas, equipos médicos, medicinas, y muchos fueron enviados a morir a sus casas; de que las políticas de seguridad del señor Maduro son responsables de crímenes que le han llevado a la Corte Penal de La Haya, de que han recibido condenas de la Corte Interamericana de Derechos Humanos, de que las acciones de sus cuerpos del orden público forman parte de los reportes de la alta comisionada de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Michelle Bachelet, que le señalan de 5.000 desapariciones forzosas, que tiene cientos de presos políticos y acusaciones de torturas, que fabrican expedientes y falsos testimonios, que tienen a cientos de miles de venezolanos chantajeados mediante violaciones de su privacidad que incluyen grabaciones de conversaciones, videos y todo lo que les sirva para controlarlos, entre otros horrores… Sin embargo, hay que hacerse la vista gorda e ir a las elecciones parlamentarias de Maduro.

Ahora, más allá de tener una representación de la oposición venezolana en la Asamblea Nacional de Maduro al más viejo estilo nazi de la república de Vichy, el verdadero interés que tienen es presionar para conseguir, de una forma u otra, la reducción de las sanciones económicas hasta el punto de quitarlas o anularlas, y esta forma poder oxigenar el régimen.

Sobre esto de las sanciones quiero hacer un poco de historia. Cuando Chávez arrasó en las parlamentarias en 2005 debido a la abstención de la oposición en el tarjetón electoral, recuerdo que él no hizo mayor esfuerzo en ofrecerle curules para mejorar la fotografía de grupo y presentar una asamblea más diversa ante la opinión pública internacional. Eso no ocurrió porque estaba nadando en un mar de dólares proveniente del petróleo, él tenía comprada la OEA, la mitad de la Internacional Socialista, y muchos países occidentales sentían admiración por su revolución del socialismo del siglo XXI, así que para ellos (los chavistas) era suficiente; además, Chávez tenia control de su estructura política y una base real de seguidores bien alimentados.

El caso del señor Maduro es bastante diferente, su revolución no puede sostenerse más, se cae a pedazos, incluso en su exigua base política de funcionarios sometidos a dietas de hambre. Entonces, el principal objetivo es quitar las sanciones económicas que pesan sobre su régimen y solo con la oposición en la Asamblea Nacional lo puede lograr. Este el verdadero interés que tiene el señor Maduro en la oposición y es allí donde entran en juego todos estos actores en el tarjetón.

Será la principal tarea desde la nueva Asamblea Nacional para los diputados Claudio Fermín, Henri Falcón y muy probablemente para los representantes de la nueva AD y La Fuerza del Cambio, viajar de un país a otro de la Unión Europea en principio y luego a Estados Unidos como mensajeros de buena voluntad de la tiranía. Claro que tendrán interlocutores esperándoles, porque al final la política no solo son valores sino también intereses, así que probablemente habrá nuevas inversiones, más dinero fresco para todas las alcaldías y gobernaciones, todas sin excepción en manos de los nuevos amigos del régimen de Maduro.

Hablando un poco sobre el escenario electoral de esas falsas parlamentarias, el régimen sabe que puede prescindir de algunos circuitos debido a la conformación sociológica de su población, así que los circuitos de los Altos Mirandinos, El Hatillo, Chacao, quizás el circuito de la Candelaria, Maneiro en Nueva Esparta, otros más en Táchira y algunos de igual tendencia en el resto del país serán para los candidatos de la oposición. También, en muchas ocasiones Maduro regalará diputados con base en el mejor interés de su juego político, al final el objetivo es presentar unos resultados electorales lo más creíbles posible.

Finalmente, en este momento los venezolanos están invitados a elegir entre ser parte de la dictadura, la cual respetaría sus espacios si mantienen disciplina y cierto nivel de lealtad revolucionaria, o rechazarla con la abstención en las parlamentarias, tal como lo plantea el presidente Guaidó. Sobre esta elección, me temo que la psique del venezolano va a actuar conforme lo han hecho sus líderes.

Qué futuro veo aquí, bueno, no soy un pitoniso, así que intentaré algo de especulación. Esto lo dije hace un año y ahora lo repito: creo que el presidente Guaidó posiblemente tenga que formar un gobierno en el exilio, pienso que no tiene tiempo ni energía para formar la suficiente masa crítica que permita rescatar la democracia, a menos que surja una salvación off the record. En lo personal, tengo muchas quejas a la forma como ha sido presentada la situación política venezolana ante nuestros aliados en el exterior; ciertamente hablamos con sus líderes, tuvimos una exitosa gestión de lobby político con muchos de ellos en las organizaciones internacionales e importantes partidos políticos, pero nunca llegamos a bajar la información a sus pueblos. Efectivamente, recibimos apoyo del presidente de Francia, pero el panadero de La Flûte Gana en París no tiene ni idea de Venezuela, El presidente Trump invitó a Guaidó al balcón presidencial del capitolio y le aplaudió, pero el reportero del canal de TV local de Atlanta no tiene ni idea de Venezuela y así pasa con todos los demás países. Francamente, el mundo no está convencido de que tenemos profundas violaciones de los derechos humanos al grado de que es responsable de la huida masiva de venezolanos. No entiendo cómo en Estados Unidos, teniendo la Asamblea Nacional el control de las gasolineras de Citgo, no hemos sido capaces de hacer un díptico denunciando toda esta destrucción de nuestra amada patria, no hemos mostrado ni una foto, ni siquiera un video que se muestre en los televisores, yo no he visto un artículo pagado en The New York Times u otro diario de importancia para ilustrar el drama de los venezolanos; tampoco he visto figuras de la oposición venezolana mostrar suficiente empatía y energía con el drama del desastre humanitario en su dimensión más cruda. Muchas naciones en el mundo creen que el exilio venezolano es económico, que todo es un invento de un grupo de gente caprichosa y que todo se resolverá si entra más dinero al país, así que no les será tan difícil para estos llamados alacranes de la nueva Asamblea Nacional atomizar la estructura de sanciones bajo cualquier pretexto humanitario a la inversa.

Si este panorama sombrío llega a ser una realidad, la buena noticia es que tenemos muchos ejemplos de gobiernos en el exilio que han retornado al poder luego de décadas de espera.

Les invito a leerme en una próxima ocasión aquí en El Nacional, see you them.

@estebanoria

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