COLUMNISTA

Lo que viene sobre Venezuela

por Javier Vivas Santana Javier Vivas Santana

El país está destruido. Una hiperinflación que asesinó la moneda nacional y liquidó por completo el valor del trabajo como generador de seguridad social, al punto que de tener el salario más alto de América Latina –casi 500 dólares, que incluso con el bono de alimentación se situaba en prácticamente 700 dólares–¹, era algo de lo cual se jactaba Hugo Chávez en sus tiempos de presidente de la República, pero Nicolás Maduro en solo un sexenio logró que el salario mínimo de los trabajadores se convirtiera en el más bajo de la región con miserables ingresos que apenas si llegan a 6 dólares al mes² –con la tasa paralela que rige los precios en Venezuela– incluso por debajo de países como Cuba y Haití, es el signo inequívoco de que este régimen neototalitario es el peor gobierno de nuestra historia contemporánea.

Echarle la culpa de esa desgracia económica y social a una supuesta “guerra económica”, sobre todo al decir que cayeron los precios del petróleo, es demostrar incluso la incapacidad de quien dirige la república, porque si vamos a hablar de guerra económica habría que recordar lo que ocurrió aquí en Venezuela en los años 2002 y 2003, donde hubo desde paros empresariales con la gran mayoría de comercios cerrados, hasta la paralización absoluta de la empresa petrolera, aun así la inflación jamás superó 30%, y, por el contrario, fue en ese período que Chávez creó las misiones para contrarrestar los posibles efectos negativos sobre la población.

En tal sentido, el madurismo es una plaga. Una bazofia política que solo ha generado destrucción del país. ¿O acaso no ha sido con Nicolás Maduro en estos 6 años que Petróleos de Venezuela ha disminuido su producción desde unos 3 millones de barriles diarios hasta apenas superar 1,5 millones de barriles diarios de crudo? ¿No ha sido Nicolás Maduro quien nos llevado de tener una inflación promedio de 20% hasta una hiperinflación que supera 1.000.000%? ¿No ha sido con Nicolás Maduro que la Organización de Naciones Unidas asegura que tenemos una emigración que supera los 2,3 millones de venezolanos?

¿No ha sido Nicolás Maduro quien ha destruido por completo los servicios de agua, electricidad y transporte público en todas sus instancias? ¿No ha sido bajo el régimen de Nicolás Maduro que tanto la educación como la salud viven una aciaga historia, con una deserción escolar en aumento, aunado al abandono por docentes y personal asistencial de sus trabajos, debido a que las instituciones educativas y hospitales se convirtieron en letrinas de la república?

¿No ha sido con Nicolás Maduro que la corrupción y la criminalidad han llegado hasta niveles de vergüenza histórica, cuando ex tesoreros del país confiesan por separados que saquearon miles y miles de millones de dólares a Venezuela, y que mientras el país pasa hambre y necesidades, la cúpula madurista encabezada por el propio usurpador de Miraflores, pasando por Diosdado Cabello, Delcy Rodríguez, Jorge Rodríguez,  Tareck el Aissami, Vladimir Padrino, Tibisay Lucena, Maikel Moreno, Tarek William Saab, Elvis Amoroso, Pedro Carreño, entre otros, y sin obviar que muchos de los hijos de estos se atreven a subir en las llamadas redes sociales videos o imágenes de sus faraónicos niveles de vida, que van desde desplazarse en lujosas camionetas –último modelo– hasta vivir en mansiones con gimnasios particulares, o pasar vacaciones en playas paradisíacas o espacios recónditos del mundo con el privilegio de comprar en comercios de islas de Caribe o Turquía, sin olvidar que en este último país hasta degustan con habanos personalizados la más exquisitas y exóticas carnes en los restaurantes más costosos del planeta?

En consecuencia, las protestas generalizadas que se desarrollan en el país han llegado a las zonas populares, y el hecho de que en el sector de La Pastora –allí, muy cerca de Miraflores– el pueblo haya quemado la casa del fallecido Robert Serra, es apenas un traqui-traqui de lo que podría convertirse Venezuela si el madurismo no abre los cauces institucionales para salir de esta inmensa crisis en que ellos han hundido a la patria.

Verbigracia, y con esto no estoy haciendo llamados a la violencia sino, por el contrario, estoy advirtiendo que si Nicolás Maduro, Diosdado Cabello y el resto de la cúpula madurista se niegan a ceder ante las exigencias del pueblo que pasa hambre y necesidades humanas, es muy probable que todo el país se sumerja en el caos, sin descartar que todas las casas o, mejor dicho, mansiones de la cúpula del poder ubicadas en toda Venezuela, así como las llamadas sedes del partido oficialista pudieran quedar reducidas en cenizas, porque ni colocando todos los policías y militares como si fueran escudos de protección de tales inmuebles, será suficientes para contener la explosión social que arrasará con todo lo que encuentre en su paso.

En consecuencia, hay que recordarle al madurismo que ni el fascismo ni el nazismo ni el estalinismo que contaron con un poder político y militar abismal, y que enterraron los preceptos humanos de sus países con los apéndices de tribunales del horror, pudieron sobrevivir ante el devenir de la historia, cuando esos mismos pueblos despertaron y se levantaron contra la maldad y los criminales, aunque estos fueran de guerra.

La quema de la casa de Robert Serra, aunado a las protestas del pueblo y los levantamientos militares, junto con la ingobernabilidad que se cierne sobre Venezuela, se convierten en un prefacio de lo que podría venir en los próximos días.

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¹https://www.latercera.com/noticia/chavez-aumenta-el-salario-minimo-y-lo-deja-en-476-dolares/

²http://efectococuyo.com/economia/salario-minimo-en-venezuela-es-el-mas-bajo-del-continente/